¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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sábado, 15 de noviembre de 2025

APÓCRIFOS: I ENOC o ENOC ETÍOPE

El libro de Enoc (I Enoc o Enoc etíope) es un libro intertestamentario que forma parte del canon de la Biblia de las Iglesias ortodoxas de Etiopía y de Eritrea, pero no de las Biblias cristianas o judías, que no lo reconocen como canónico sino como apócrifo

Escrito en etíope (ge’ez), originalmente fue redactado en hebreo o arameo, y aunque atribuido a Enoc, el bisabuelo de Noé, se trata de una obra pseudográfica compuesta por textos apocalípticos judíos escritos en el s. III a.C. y algunas secciones en el  s. I d.C. y recopilados por las escuelas ortodoxas hasídica o farisea

Contenido
Se trata de un libro perteneciente a la apocalíptica judía y contiene material único sobre:
  • los orígenes de los ángeles caídos o Vigilantes, que engendraron a los gigantes o Nefilim
  • las causas de la caída/corrupción de los ángeles 
  • las causas morales del diluvio 
  • las visitas de Enoc al cielo en forma de viajes, visiones, sueños y revelaciones 
  • el reinado mesiánico de mil años 
 
Acusa a los ángeles guardianes por haberse desviado de su misión y haber encarnado la explotación y la opresión de los hombres, la destrucción de los ecosistemas, la guerra, la vanidad, la brujería, la fornicación y el engaño (8,1-3). 

Dios envía a los arcángeles Miguel, Sariel, Uriel, Rafael y Gabriel a encadenar a los Vigilantes y a destruir a los gigantes. Los ángeles caídos ruegan a Enoc que interceda por ellos y por los gigantes ante Dios.

El libro también describe la visita de Enoc al cielo y sus revelaciones, en forma de visiones: los movimientos de los cuerpos celestes con el objetivo de detallar el calendario de las fiestas de la Ley.

Denuncia a los reyes inicuos y opresores de la tierra, y anuncia su desgracia y su derrota final (67,12) y la victoria de los justos (50,1-2).
Estructura
Consta de cinco secciones de 4  libros y 1 carta con fragmentos de dos libros perdidos: 

-Libro de los Vigilantes (He 1-36). Escrito antes del 160 a. C., de carácter angélico, narra la caída de los 200 Vigilantes o Grigori (los que "abren los ojos", "despiertan", "observan", "vigilan", Hijos de Elohim, ángeles de Dios) que siguiendo a Sêmîazâz (en hebreo, "Adversario", otro nombre de Satanás), bajaron a la tierra, tuvieron relaciones sexuales con mujeres y engendraron una raza híbrida: los gigantes o Nephilim ("derribados", "caídos"), seres famosos que desataron la violencia sobre la tierra y pervirtieron a los hombres, enseñándoles magia, astrología, metalurgia y artes prohibidas (Gn 6,1-7). 

Une y complementa las historias de los Vigilantes con la historia del diluvio universal: 
  • Dios envía a Uriel a contarle a Noé el cataclismo que se avecina y lo que debe hacer
  • Dios ordena a Miguel encarcelar a los Vigilantes hasta el juicio final
  • Dios encarga a Rafael la purificación de la tierra con el diluvio
-Libro de las parábolas (He 37-71). Escrito después del 63 a. C., a finales/mediados del siglo I a. C., de carácter mesiánico, profetiza la venida del Hijo del Hombre, la caída de los reyes y poderosos, y el "día del Elegido" con tres parábolas:
  • 1ª parábola: el juicio de los venideros
  • 2ª parábola: el Mesías, el juicio de los reyes y poderosos, la resurrección de los muertos y la glorificación de los justos
  • 3ªparábola: los santos, el juicio final, los ángeles custodios y la predicción de Noé del Diluvio
-Libro de las Luminarias celestiales (He 72-82). Escrito entre 250-190 a. C.:, llamado también Libro Astronómico: de carácter astrológico: guiado por Uriel expone el antiguo calendario solar hebreo de 364 días, citado en el Libro de los Jubileos 4,17. 

Explica cómo los astros obedecen las leyes divinas, mientras los ángeles caídos las transgreden y refleja el interés de los antiguos judíos por la cosmología y la regularidad del orden celestial.

-Libro de los sueños o de las visiones (He 83-90). Escrito entre 161-125 a. C., de carácter onírico/apocalíptico, expone dos visiones que tiene Enoc en sueños:
  • 1ª visión: anuncia la destrucción de la Tierra. Habla sobre el diluvio y la muerte de Noé, la caída de los ángeles y su castigo por los arcángeles, el éxodo, la construcción del templo de Salomón, los dos reinos de Israel y Judá, la época de Alejandro Magno y la revolución macabea
  • 2ª visión: relata la historia de la humanidad y de Israel hasta el fin de los tiempos en la que se usan símbolos: animales para representar lo terrestre y seres humanos para representar lo celeste: el toro blanco es Adán, la novilla es Eva, el becerro rojo es Abel, el ternero negro es Caín, el becerro blanco es Set, el señor de las ovejas es Dios, el Toro es Noé, la estrella caída es Azâzêl, los elefantes son los gigantes, los camellos son Nefilim, las ovejas son los fieles, los carneros son los líderes, los rebaños son las tribus de Israel, los osos, hienas o lobos son los egipcios, los perros son los filisteos, los tigres son Arimatea, los cuervos los seléucidas, los milanos los Ptolomeos
-Carta de Enoc o Apocalipsis de las semanas (He 91-105). Escrito entre 110-60 a. C., de carácter histórico, divide la historia en diez "semanas", interpretando el pasado y proyectándose escatológicamente al futuro, hacia la instauración del Reino de Dios. Consta de 5 secciones:
  • Apocalipsisnarra la historia del mundo en diez períodos, siete del pasado y tres del futuro.
  • Exhortación: expone una breve lista de pasos a seguir hacia la justicia, dicha por Enoc a su hijo Matusalén.
  • Epístoladivida en dos partes:
    1. Describe la sabiduría de Dios, la recompensa final del justo y el castigo del mal, y los dos caminos separados de justicia e injusticia. 
    2. Contiene 6 predicciones contra los pecadores, el testimonio de toda la creación contra ellos y la seguridad del destino después de la muerte.
  • Nacimiento de Noé y el diluvio: relata que Noé nació con la apariencia de un ángel
  • Conclusión: apéndice obra del redactor final, donde destaca la luz de los justos en oposición a las tinieblas de los pecadores 
-Fragmentos 
  • (He 106-107): parecen ser una parte del Libro de Noé, perdida pero presente en los manuscritos del Mar Muerto. Predice los crímenes de la humanidad y el advenimiento de tiempos mesiánicos con el triunfo de los justos. 
  • (He 108): dice explícitamente que es otro Libro de Enoc y falta en varios manuscritos.
La mayoría de los estudiosos creen que estas secciones fueron originalmente obras independientes con diferentes fechas de composición y solo más tarde se compilaron en lo que hoy se conoce como I Enoc.​

Además, se conocen otros tres libros de Enoc: 
  • 2º Libro de Enoc o II Enoc (mediados/finales del siglo I d.C., escrito en eslavo)
  • 3º Libro de Enoc o III Enoc (entre el s. II d.C. y s. V d.C., escrito en hebreo)
  • 4º Libro de Enoc o IV Enoc (s. V d.C., escrito en copto)
La Sagrada Escritura y el libro apócrifo de Enoc
Antiguo Testamento
Gn 5,18-23 relata que Enoc era hijo de Yared; que nació cuando su padre tenía 62 años, y fue el 7º hombre en la línea genealógica desde Adán; que a los 65 fue padre de Matusalén, y después tuvo otros hijos e hojas; que a la 365 años, desapareció porque Dios se lo llevó.

Nuevo Testamento
También, existen referencias a Enoc en muchos versículos del Nuevo Testamento, pero no relacionadas con el escrito apócrifo:
  • 1 Cor 6,3: sobre el juicio a los ángeles
  • 2Pe 2,4: sobre el castigo a los ángeles y el diluvio
  • Jud 1,6.14-16 (He 1, 9): sobre los ángeles encadenados hasta el juicio del Gran Días
  • Ap 12,7-9; 16,14; 20,1-3: sobre la caída y castigo de los ángeles
Este libro fue apreciado por los primeros cristianos como san Justino (100-165), Atenágoras (170), Taciano (110-172), Ireneo (130-208), Orígenes, Clemente de Alejandría (150-220), Tertuliano (160-230), Lactancio (260-325), Metodio de Filipo, Minucio Félix, Comodiano y Cipriano de Cartago,  y la Carta del Pseudo Bernabé 4,3; 16,4 (He 89, 56 y 80,2), que lo referencian o lo citan en sus obras.

El libro de Enoc fue declarado no canónico en el Concilio de Laodicea (364 d.C.). A pesar de contar con una relevante antigüedad (incluso mayor a la de los cuatro evangelios canónicos), no es considerado "inspirado", aunque no pierde su validez histórica o como referencia. 

sábado, 1 de noviembre de 2025

DANIEL: APOCALÍPTICA Y ESCATOLOGÍA

 
El libro canónico de Daniel es el último de los libros escritos del Antiguo Testamento, incluido dentro de los profetas mayores, junto con IsaíasJeremías y Ezequiel, y escrito en hebreo (c. 1,1-2,4a.4.8-12), en arameo (2,4b-7,28) y en griego, (3,24-90.13-14), es un caso único en los textos veterotestamentarios que muestra un complejo y largo proceso de formación.

Género literario
Con Daniel, entra en el Antiguo Testamento un género nuevo: la apocalípticacaracterística de períodos muy críticos (300 a.C.-100 d. C.) y heredera de la profecía (Isaías, Jeremías, Ezequiel), de la sabiduría (Eclesiástico o Sirácida) y de la narrativa histórica (Tobías, Judit, Ester) bíblicas.

Daniel sale de la historia particular de Israel y se "eleva" a través, no de oráculos proféticos, sino de revelaciones divinas de realidades "selladas" (a través de visiones y sueños, imágenes y símbolos, mediadores sobrenaturales y acontecimientos cósmicos...) para contemplar, con una mirada panorámica e imaginativa, un horizonte de siglos e imperios que muestran, desde la perspectiva divina, la historia universal y sus etapas.

Un horizonte que se abre hacia un desenlace futuro, confluyendo así con la escatología y que, aunque previsto y explicado por el vidente, llegará de forma repentina: el dramático paso de un imperio a otro anticipa la intervención divina y prefigura el nuevo "poder" que Dios establecerá con su pueblo en la tierra en "el fin de los tiempos".

Datación
La mayoría de los biblistas considera que fue escrito entre los años 230 y 160 a.C. ( s. II a. C.), durante el período seléucida de Antíoco IV Epífanes.

Daniel, en la Biblia hebrea, forma parte de los Ketuv'im ("Escritos") y junto con los Nevi'im ("Profetas") fueron compuestos en el 200 a. C. 

También es citado en los oráculos sibilinos, libros apócrifos gnósticos, datados a mediados del siglo II a. C. y redactados por judíos helenísticos y cristianos, en los que se recopilan textos desde el siglo II a. C. hasta el siglo V d. C.

Estructura y clave de lectura
Existen dos formas de estructurar el libro:​
  1. narraciones de Daniel (1-6) y visiones de Daniel (7-12) 
  2. introducción (1), narraciones (2-7), visiones (8-12) y narraciones (13-14)
Sección Narrativa (1,1–6,29). Escrita en arameo y compuesta por 5 historias, tres de Nabucodonosor, una de Baltasar y una de Darío:

-Introducción (c.1)Los jóvenes israelitas de familias nobles y reales son llevados a Babilonia, entre los que se encuentran Daniel, Sadrac, Mesac y Abednego. Daniel permanecerá en la corte hasta el primer año del rey Ciro.[

-El sueño de Nabucodonosor: los cuatro reinos (c.2). En el 2º año de su reinado, Nabucodonosor sueña con una gran estatua que es destruida por una roca que se convierte en una montaña que llena toda la tierra. 
Explicación (Daniel): 
  • la estatua son 4 imperios sucesivosbabilónico (cabeza de oro), el medo-persa (pecho, brazos y hombros de plata), el griego (vientre, muslos y piernas de bronce) y el romano (pies de hierro y arcilla)
  • la roca convertida en montaña es el Reino de Dios, eterno y universal
-El horno ardiente (c.3)Sadrac, Mesac y Abednego, se niegan a postrarse ante la estatua de oro del rey Nabucodonosor y son arrojados a un horno ardiente en el que aparece una cuarta figura "con apariencia de hijo de los dioses" (un ángel)

-La locura de Nabucodonosor (c.4)Nabucodonosor sueña con un árbol enorme que es talado por orden de un mensajero celestial. 
Explicación (Daniel): 
  • El árbol es Nabucodonosor, que durante 7 años perderá la razón y vivirá como una bestia salvaje
-El banquete de Baltasar (c.5). Baltasar (nieto de Nabucodonosor) y sus nobles beben blasfemamente de los vasos sagrados del templo judío, adorando a dioses paganos, hasta que una mano misteriosa aparece de repente y escribe en la pared
Explicación (Daniel): 
  • Baltasar será asesinado y Darío, rey de Persia, conquistará Babilonia (539 a.C.)
-Daniel en el foso de los leones (c.6). Daniel es arrojado a un foso con leones por adorar a Dios, pero Dios cierra las fauces de los leones y, a la mañana siguiente, Darío se alegra al encontrarlo vivo e ileso. El rey arroja a los acusadores de Daniel al foso de los leones junto con sus esposas e hijos, que son devorados al instante.
Sección Apocalíptica/Escatológica (7,1–12,13). Escrita en arameo y hebreo. Visiones que reflejan un período de gran crisis en Judea (167 y 164 a. C.), cuando Antíoco IV Epífanes, rey seléucida, impone la helenización a Israel, prohíbe la Torá, saquea y profana el Templo (la "abominación desoladora") y que provocará la revuelta Macabea, que lo derrocará y purificará el Templo.[

-El sueño de Daniel: las bestias del mar (c.7). En el 1º año del reinado de Baltasar, Daniel sueña con cuatro bestias monstruosas que surgen del mar. La cuarta, una bestia con diez cuernos, devora toda la tierra, pisoteándola y aplastándola, y aparece otro cuerno pequeño que arranca de raíz tres de los cuernos anteriores. La bestia es juzgada y destruida por el "Anciano de días", quien concede a "uno semejante a un hijo del hombre" un reino eterno y universal. 
Explicación
  • las 4 bestias son 4 imperios: Babilonia (león), Persia (leopardo), Grecia (oso), Roma (bestia salvaje) 
  • el cuerno pequeño es Antíoco IV Epífanes, rey del imperio seléucida que derribó a tres reyes (seléucidas) e hizo la guerra a los "santos" (Israel) durante "un tiempo, dos tiempos y medio"
  • el "Anciano de días" es Dios, que juzga al "cuerno pequeño"
  • el " Hijo del hombre" es Cristo, que instaura su reino eterno
-El carnero y el macho cabrío
 (c.8) escrito en hebreo. En el 3º año del reinado de Baltasar, Daniel ve un carnero con dos cuernos poderosos, uno más largo que el otro, y embiste hacia el oeste, el norte y el sur, dominando a todas las demás bestias, y un macho cabrío con un solo cuerno que aparece desde el oeste y destruye al carnero. El cuerno se rompe y es reemplazado por cuatro cuernos más pequeños. Un cuerno pequeño prohíbe los sacrificios y profana el templo durante dos mil trescientas "tardes y mañanas" (que podrían ser 1.150 o 2.300 días) hasta que el templo es purificado. 
Explicación (arcángel Gabriel): 
  • el carnero es Persia y los dos cuernos son Ciro y Darío 
  • el macho cabrío es Grecia y el cuerno poderoso es Alejandro Magno
  • los 4 cuernos más pequeños son los generales seléucidas de Alejandro Magno
  • el otro "cuerno pequeño" es Antíoco IV Epífanes, rey seléucida
-Interpretación de la profecía de las setenta semanas (c.9) escrito hebreo. En el 1º año del reinado de Darío, Daniel medita sobre la profecía de Jeremías de que la ruina de Jerusalén duraría setenta años. 
Explicación (arcángel Gabriel): 
  • los setenta años representan setenta "semanas" de años (490 años), durante las cuales el templo será primero restaurado y luego profanado por un "príncipe que ha de venir".
-La revelación del ángel: reyes del norte y del sur (c. 10-12). Escrito en hebreo:
  • c.10: En el 3º año del reinado de Ciro, Daniel ve "un hombre"(el arcángel Gabriel) que le explica que hay una guerra en el cielo entre Miguel, el ángel protector del pueblo de Dios, y los "príncipes" (ángeles caídos), que refleja también lo que ocurre en la tierra (c. 11). 
  • c.11: Un futuro rey de Persia hará la guerra al rey de Grecia, surgirá un "rey poderoso" que ejercerá el poder hasta que su imperio caiga y sea entregado a otros, y finalmente el rey del sur (Egipto y los Ptolomeos) entrará en guerra con el "rey del norte" (Siria y los seléucidas). Después, un "hombre despreciable" (Antíoco IV) se convertirá en rey del norte y profanará el templo, abolirá el sacrificio diario y establecerá la abominación desoladora. Derrotará y someterá a Libia y Egipto, pero encontrará su fin "entre el mar y la montaña santa".
  • c.12: En ese momento vendrá Miguel. Será un tiempo de gran angustia. En los versículos finales se revela el tiempo que queda hasta el fin: "un tiempo, tiempos y medio tiempo" (tres años y medio). Daniel no lo entiende y vuelve a preguntar qué sucederá, y se le dice: "Desde el momento en que se suprima el sacrificio diario y se establezca la abominación desoladora, habrá 1290 días. Bienaventurado el que espere y llegue al fin de los 1335 días".
Secciones deuterocanónicas (3;13-14) en griego que consta de una oración/cántico y tres historias:
  • Dn 3,24-90: Oración de Azarías y el Cántico de los Tres Jóvenes 
  • Dn 13: Daniel, Susana y los ancianos
  • Dn 14,1-22: Daniel y Bel
  • Dn 14,23-32: Daniel y el dragón
Autoría
Daniel es uno de los muchos apocalipsis judíos, casi todos ellos, seudónimos.​ El autor/editor fue probablemente un judío culto, conocedor de la cultura griega y de gran prestigio que eligió el nombre de Daniel por su reputación como sabio vidente en la tradición hebrea.

Las historias de los capítulos 1-6 son de origen legendario narradas por un autor anónimo, excepto el capítulo 4, que tiene la forma de una carta del rey Nabucodonosor.

Las visiones de los capítulos 7-12 son de origen anónimo del periodo macabeo (siglo II a. C.) introduciendo a Daniel en los capítulos 7 y 10.

Daniel (ya sea histórico o legendario) es un joven noble judío exiliado en Babilonia (s. VII a.C.) nombrado en Ez 14,14.20; 28,3, famoso por su bondad y sabiduría, que recibe de Dios la capacidad de interpretar visiones que abarcan desde el dominio babilónico, el persa y el griego, hasta el seléucida.
Unidad de la Escritura
El libro de Daniel desarrolla tres temas cuya influencia trasciende a los autores neotestamentarios: 

-Angelología: Tras el destierro de Babilonia, la angelología se había desarrollado especialmente. Daniel conoce a los ángeles encargados de cada pueblo y les atribuye nombres concretos: Miguel, Gabriel. 

-Resurrección: en Dn 12,2 se afirma la idea de la resurrección y la retribución. También en Mt 25,45; Jn 5,29; 11,24; Hch 24,15.

-ParusíaEn Dn 7,13 se anticipa el cumplimiento de la promesa mesiánica que culmina en Jesús de Nazaret y prepara la venida gloriosa de Cristo, como refiere el discurso escatológico de Mt 24,30; Mc 13,26; Lc 21,27. 

El propio Jesús se identifica con el “Hijo del Hombre” de Daniel y anuncia la llegada del Reino de Dios prometido. Retoma también las imágenes apocalípticas de Daniel al hablar del fin de los tiempos.

También encontramos en el discurso escatológico dos referencias a Daniel:
-el "ídolo abominable" de Mt 24,115 y Mc 13,14 en referencia a Dn 9,27; 11,31; 12,11
-la "angustia como no ha habido hasta ahora" de Mt 24,21; Mc 13,19 en referencia a Dn 12,1

El Apocalipsis continúa esta línea, usando su mismo lenguaje simbólico y similares imágenes para mostrar y proclamar la victoria definitiva del Dios de la historia.
[

lunes, 17 de octubre de 2022

ENTENDER LA APOCALÍPTICA

"Revelación de Jesucristo,
que Dios le encargó mostrar a sus siervos
acerca de lo que tiene que suceder pronto.
La dio a conocer enviando su ángel a su siervo Juan,
el cual fue testigo de la palabra de Dios
y del testimonio de Jesucristo de todo cuanto vio"
(Ap 1,1-2)

Con frecuencia, tendemos a confundir conceptos como escatología, profecía y apocalíptica, y a mezclarlos como un mismo modo de entender los oráculos y las visiones de los autores bíblicos. Se suele atribuir a la apocalíptica profecías sobre calamidades, desastres y cataclismos referidos a tiempos futuros que nos impiden comprender e interpretarla de forma correcta la Sagrada Escritura.

La escatología (del griego ἔσχᾰτος =éschatos: último, y λόγος=logos: "estudio") es el estudio de las "realidades últimas",​ es decir, la muerte, la parusía o segunda venida de Cristo, el Anticristo, el Juicio final, la resurrección de los muertos y la vida eterna.

La profecía (del latín prophetīa, y este del griego προφητεία, o también φαινος= aparición) es la transmisión de la voluntad divina a los hombres a través de "videntes" (ro'eh), "visionarios (hozeh) o portavoces (nabí, profetés). La profecía va de la boca de Dios al corazón del hombre. Recibida, aceptada y acogida por el profeta, éste la expresa, la proclama y la transmite, primero de forma oral y luego, por escrito.

La apocalíptica (del griego apokálypsis =revelación y apokalyptein =quitar el velo, desvelar, retirar el velo, descubrir, desnudar) no predice sucesos futuros desconocidos sino más bien da a conocer aquello que a los ojos humanos resulta desconocido e impenetrable, no tanto porque se refiera a un futuro inaccesible, sino más bien porque pertenece a la profundidad, al misterio mismo de la creación querida por Dios y de la historia guiada por él.  Tampoco debe ser interpretada de forma literal.

Origen
La apocalíptica es un género de literatura teológica (bíblica y apócrifa) cuyo origen se remonta al ambiente histórico-espiritual del judaísmo tardío de la diáspora alrededor del s. II a.C., resultado de la combinación de la sabiduría bíblica y de la evolución de la profecía utilizada por algunos autores veterotestamentarios (Isaías 24-27; 33; 34-35; Ezequiel 2:8-3;3:38-39; Zacarías 12-14; Joel 2; Daniel 1-12) y apócrifos (Henoc; IV Esdras; II Baruc), y que alcanza su máxima expansión durante el período intertestamentario hasta su culmen con el Apocalipsis de San Juan, el último libro de la Sagrada Escritura.

Teología
La apocalíptica nace con una teología propia y siempre en un entorno hostil o de persecución hacia la fe y hacia el pueblo de Dios, que corre el riesgo de desaparecer, pero que espera con  confianza absoluta en el poder de Dios, y en su intervención directa y definitiva en la historia universal. No anhela una mejoría de la historia sino que ésta llegue a su fin: un mundo nuevo que traiga la salvación definitiva por parte de Dios.

En la apocalíptica, la verdad "sellada o escondida" es revelada a los hombres por la mediación de seres pertenecientes al mundo divino que la "abren" al mundo terreno y que muestran que la realidad va más allá de lo visible. La apocalíptica habla del pasado y del presente en futuro ante la inminente llegada del "día del Señor" anunciada a lo largo del profetismo veterotestamentario.

La apocalíptica no es tanto historia del pasado como revelación que acredita y testimonia cosas inmediatamente futuras, o mejor dicho, ya emergentes en el presente: el suceso futuro y el pasado están estrechamente vinculados entre sí pero no de forma cronológica o espaciotemporal sino teológica, espiritual, mística.

El interés del autor apocalíptico no se dirige al cosmos (foco de búsqueda en el mundo griego antiguo), sino a la historia en su globalidad, captada como un todo unitario. El apocalíptico sabe hacia dónde va la historia, cuál es su cumplimiento porque lee e interpreta el pasado en relación del futuro que viene ya determinado, desde la creación hasta el día de Yahvé, por el plan salvífico de Dios.
La apocalíptica se orienta de forma radical hacia la historia: los hechos y procesos cósmicos le interesan solo por lo que significan en orden a juzgar el curso de la historia. La revelación apocalíptica no se focaliza en el espacio celeste, sino en el tiempo de la historia terrena ofreciendo una visión total y global de ésta, pero no en la historia de un solo pueblo, sino en la de todos los pueblos, en la ‘de toda la humanidad', la apocalíptica piensa en términos de historia universal.


La apocalíptica afirma constantemente la realidad de dos "eones": el eón presente, el de los dolores, el mal, la injusticia, la impiedad, el pecado, al que le seguirá, mediante una ruptura victoriosa, el eón futuro, el de la alegría, la vida para siempre, la felicidad, el mundo de la comunión con Dios.

Presenta una lucha cósmica que marca la historia y que no es combatida por los hombres, sino que se da entre Cristo y Satanás, en la que Dios vence (ya ha vencido) y somete para siempre a la potencia satánica creando un mundo nuevo para los justos.  

El hombre no puede hacer nada en esta lucha. Tan sólo soportar, perseverar y esperar el fin de la tribulación y del mal. Pero no se trata de una actitud pasiva, porque la espera, los sufrimientos y el martirio del creyente constituyen una fuerza histórica que mueve el corazón misericordioso de Dios y le empuja a acelerar el final por amor a los elegidos.

Similitudes y diferencias con la profecía
A diferencia de la profecía que se recibe mediante oráculos y se expresa mediante la palabra, la apocalíptica lo hace a través de visiones extáticas, sueños, arrebatamientos y traslados a otros lugares. 

Son frecuentes las apariciones de seres celestiales, mediadores de la revelación y mensajeros de la voluntad de Dios: los ángeles.

También es característico el uso predominante de los símbolos como medios para expresar lo inexpresable y como portadores de una gran polivalencia de significados y de interpretaciones. Y dentro de la simbología cobran especial relevancia las cifras, los colores, los animales, los fenómenos cósmicos, las imágenes...
Aunque en la apocalíptica, la escatología prevalece sobre la predicación y el futuro predomina sobre el presente, profecía y apocalíptica son dos revelaciones que se entrecruzan. Toda profecía se halla reco­rrida transversalmente por la apocalíptica y toda apocalíptica hunde sus raíces en el interior de la profecía. 

La apocalíptica no es, por tanto, un lugar donde encontrar previsiones catastróficas del futuro. Como la profecía, nos habla de Dios, pero mientras que ésta nos cuenta la relación de Dios con un momento preciso de la historia, con los personajes, con un pueblo concreto, la apocalíptica muestra la relación de Dios con la creación en su totalidad y con la historia universal.