¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
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viernes, 20 de marzo de 2020

APOCALIPSIS 1: LAS REVELACIONES DE SAN JUAN

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"Revelación de Jesucristo, 
que Dios le ha dado para mostrar a sus servidores 
lo que va a suceder en seguida" 
(Apocalipsis 1, 1)

Desde que comenzó este confinamiento obligado por la pandemia que sufrimos, he aprovechado parte del tiempo para leer y escribir. Y me decidí a sumergirme en el libro profético y simbólico de las Revelaciones o Apocalipsis de San Juan, que raras veces leemos, que tan poco conocemos, y que tanto tiene que decirnos. 

Quizás es un libro que, habitualmente, ponemos en "cuarentena", por considerarlo uno de los libros más difíciles, controvertidos y enigmáticos de la Biblia, dada la gran variedad de posibles interpretaciones en los significados de nombres, sucesos y símbolos que narra. 

Pondremos un ejemplo para introducirnos en él. Imaginemos que San Juan viniera a nuestros días y se propusiera conducir un coche. Ante un semáforo en rojo, intentaría entender qué es. Podría hacer conjeturas sobre el semáforo, su posición, su forma, etc., pero si no conoce el simbolismo del color rojo, amarillo y verde, no podrá interpretar su significado. Por el contrario, podría sufrir un accidente, una catástrofe. Esto es lo que nos ocurre a la mayoría de nosotros con el Apocalipsis. 

Por eso, tenemos que aprender a leer el libro interpretando los símbolos, no de una manera literal. San Juan nos escribe a través de símbolos para llegar al corazón de cada uno de nosotros.   Por ello, es preciso leerlo con el corazón y no con la mente. Meditarlo y guardarlo en él, como hacía la Virgen María.

Significado

Apocalipsis significa RevelaciónDesvelamiento de aquello que está escondido. Podríamos decir que este último libro de la Escritura es el "Evangelio de los Evangelios"

La diferencia entre este libro y los Evangelios es que, en éstos se muestra a Cristo hasta su muerte y resurrección, es decir, el cielo es contemplado desde la tierra, y en el Apocalipsis, es Cristo resucitado quien nos mira y nos habla, es decir, la tierra es contemplada desde el cielo. 

El gran mensaje del Apocalipsis, que vincula Antiguo y Nuevo Testamento, es que, Cristo resucitado es el centro de la historia

Jesucristo resucitado nos invita a aprender a leer nuestra vida a través de la luz del Apocalipsis y así, llevarnos al cambio, a la conversión interior. El Señor nos llama a acercarnos a él, a comprender todo lo que puede comprenderse, pero siempre desde el corazón, donde se edifica el Reino de los Cielos.
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Es, por tanto, un libro no solamente coherente, sino muy significante y de absoluta validez para todas las épocas y, especialmente para nosotros hoy día

Escrito por San
 Juan a finales del siglo I (entre el 76 y 90 d.C.) en el contexto de las dificultades que afrontan las siete Iglesias cristianas de Asia, el vidente se dirige a ellas. Conociendo que el siete, en la Biblia, es un símbolo de plenitud, el Apocalipsis se dirige a la plenitud de la Iglesia, a la Iglesia de todas las épocas.

El Apocalipsis es, ante todo, un diálogo de Jesucristo resucitado, que nos tiende la mano, a todos los miembros de su Iglesia de todos los tiempos, de forma comunitaria, pero también de forma individual. Jesucristodesde el cielo, nos está hablando a cada uno de nosotros.

San Juan, "arrebatado en espíritu", escribe este libro para combatir la verdadera muerte del cristiano, la muerte espiritual, que el mal suscita, de forma sutil y gradual, en su corazón

Cristo, a través de su discípulo amado,  a través de sus cartas a la Iglesia, nos muestra todos los acontecimientos a los que su cuerpo místico se va a enfrentar en la lucha espiritual que se mantiene entre la serpiente y la Mujer, entre su linaje y su descendencia.

Estructura

Desde un punto de vista cristocéntrico, la estructura del libro podría dividirse en:

-Prólogo. Capítulo 1Presentación y saludo.

-Jesucristo resucitado es presentado. Capítulo 1. Descripción de Jesucristo resucitado.

-Jesucristo habla a la Iglesia. Capítulos 2 y 3. Las siete cartas o instrucciones de Jesús a la Iglesia.

-Jesucristo abre el libro. Capítulos 4 y 5Apertura de los siete sellos.

-Jesucristo desarrolla el Plan de Dios. Capítulos 6-22. Desarrollo del Plan de Dios.

Una guía espiritual

El Apocalipsis es una guía espiritual que nos enseña las estrategias para combatir el mal, resistiendo a su influencia. Se trata, no de una lucha activa por las armas (como pensaban los discípulos), sino de una resistencia interior: la perseverancia. El Apocalipsis es el manual de la perseverancia cristiana. 

Todos lo
s escritos apocalípticos cristianos, desde Isaías hasta Juan, describen una misma situación: el mundo como escenario de la lucha entre las fuerzas del bien y del mal, entre la Iglesia, encabezada por Cristo resucitado y presente, y la descendencia de la serpiente, encabezada por Satanás

Y que nos dirigen hacia una lucha espiritual orante y perseverante del pueblo de Dios contra una fuerza mundana y anti-divina, es decir, el Anticristo.

Un manual hacia la felicidad

Apocalipsis no significa tanto “catástrofes”, “plagas”, "bestias" y “suplicios”. A lo que se refiere San Juan es, sobre todo, a la catástrofe espiritual interior, la que sucede en nuestro corazón

Cristo nos llama a una verdadera llamada a la conversión para desechar la esclavitud del Imperio del mal (del mundo, de la Bestia, del Dragón...), descartar la confianza en nuestras propias fuerzas y engendrar la fe en Jesucristo en nuestro corazón, y provocar el nacimiento del reino de los cielos en él.

San Juan nos revela que algo importante está a punto de suceder. Y va a suceder en nosotros: un gran cambio. El gran cambio (catástrofe) que nos propone San Juan es acoger e instaurar en nuestro corazón el reino de los Cielos, la Nueva Jerusalén.

El Apocalipsis es el manual pa
ra encontrar la felicidad, a través de la santidadEs el camino que nos conduce a la santidad, a entrar en la ciudad celeste, la Nueva Jerusalén, el Reino de los Cielos, conocer al nuevo Rey y dejarnos desposar por Él. 

El libro contiene 7 Bienaventuranzas, es decir, pautas para ser feliz. Comienza con una, al principio (Apocalipsis 1,3) y otra al final (Ap. 22,7):

1ª: Bienaventurado (dichoso/feliz/santo) el que lee y escucha (quien interioriza lo que Cristo dice) las palabras de esta profecía y observa su contenido, porque el tiempo está cerca (porque si lo hacemos, el reino de los cielos se instaura inmediatamente en nuestros corazones.

Por eso va a acontecer pronto, por eso el tiempo está cerca. En el momento en que “leamos y escuchemos con el corazón”, en el momento en el que le “abramos la puerta a Cristo”.

2ª: Bienaventurado (dichoso/feliz/santo) el que guarda la palabra de la profecía de este libro.

Un modelo perfecto de perseverancia

San Juan no utiliza casualmente la frase “Leer, escuchar y guardar”Lo hace refriendo a la "Mujer vestida de sol", a la Virgen María, como nuestro modelo perfecto de perseverancia.

Nuestra Señora escuchaba, meditaba y guardaba la Escritura en su corazón. Conociendo perfectamente el Antiguo Testamento, confrontó éste con su vida, y de ahí encarnó en su seno la Palabra, es decir, al mismo Jesucristo. 

La Virgen encarnó espiritualmente a Jesucristo antes de hacerlo físicamente.

A eso estamos llamados nosotros, a confrontar estas palabras del Apocalipsis con nuestra vida y así, encarnar a Jesucristo en nuestro seno, a instaurar al reino de los cielos en nuestro corazón. Este es el cambio que Jesucristo, haciéndonos entender mejor la simbología por medio de su Madre, nos propone.

El Apocalipsis debemos leerlo y escucharlo, invocando al Espíritu Santo para hacerlo con el espíritu con que fue escrito, agarrarnos a las manos de la Virgen Santísima, que nos invita a seguir su modelo perfecto, y así, nos iluminará el camino para guardarlo en nuestro corazón.

Sólo así, se podrá cumplir la promesa hecha por La Virgen María en Fátima: "Al fin, mi Inmaculado corazón triunfará".

Una visión mística y litúrgica

El Apocalipsis cita o parafrasea frecuentemente al Antiguo Testamento y utiliza muchos símbolos de su lectura. Pero, fundamentalmente, nos habla de la liturgia.

En algunos puntos, pareciera como si la intención del autor fuera que se leyera el libro en comunidad, con un lector que haga las veces de Cristo, otros haciendo las veces de otros personajes, y el resto de la comunidad respondiendo en las partes que les correspondan (alabanzas, doxologías, oraciones, peticiones, etc. Por ejemplo: Ap. 1,1-8Ap. 4-5Ap. 11,15-19Ap. 22,14-21, etc.

De hecho, tomand
o como contexto el "Día del Señor", en que el autor dice haber recibido la visión (Ap. 1,9-10), puede verse una imagen de una liturgia cristiana primitiva en todo el libro. La parte penitencial (la que pide y mueve a conversión) serían las cartas a las Iglesias (Ap. 2-3), mientras que el resto del libro hablaría a la comunidad sobre la necesidad de hacerse actora en la historia, llena, sí, de malos momentos, pero siempre acompañada del Cordero.

Práctic
amente todos los elementos de la celebración del sacramento de la Eucaristía en la Iglesia Católica son tomados de una u otra forma de figuras del Apocalipsis, convirtiendo así al libro en una especie de guía figurada de la liturgia cristiana primitiva.

La liturgia se ve reflejada en muchos símbolos a lo largo
 de los pasajes del libro. Por ejemplo, las oraciones. Al inicio éstas se presentan ante el trono de Dios en copas (Ap. 5,7-8), tal vez inmerecidas, pero purificándolas un ángel con incienso, adquieren su valor y su fuerza verdaderos (Ap. 8,3-5). Y precisamente estas mismas copas son las que posteriormente llevan ahora la furia de Dios (septenario de las copas), una respuesta a las oraciones de los cristianos (los consagrados y los santos que elevaron en un principio sus oraciones).

S
cott Hahnn, escritor, teólogo, biblista y apologista católico converso estadounidense, en su libro "La Cena del Cordero" (Editorial Patmos, 2001), explica la celebración de la Eucaristía a la luz del Apocalipsis, y ofrece claves litúrgicas que iluminan el sentido de este último libro del Nuevo Testamento: Culto dominical (1,10), Sumo sacerdote (1,13), Altar (8, 3-4; 11,1; 14,18), Sacerdotes (4,4; 11,16; 14,3; 19,4), Ornamentos (1,13; 4,4; 6,11; 7,9; 15,6; 19,13-14), Célibes consagrados (14,4), Candeleros (1,12; 2,5), Penitencia (2,3), Incienso (5,8; 8,3-5), Libro (5,11), Hostia (2,17), Cáliz (16,15; 21,9), Señal de la Cruz (7,3; 14,1; 22,4), Gloria (15, 3-4), Aleluya (19,1; 3; 4,6), Levantemos el corazón (11,12), Santo, Santo, Santo (4,8), Amén (19,4; 22,21), Cordero de Dios (5,6), Virgen María (12,1-6 y 13-17), Intercesión de ángeles y santos (5,8; 6,9-10; 8,3-4), Arcángel Miguel (12,7), Antífonas (4,8-11; 5,9-14; 7,10-12; 18,1-8), Lecturas de la Escritura (2; 3; 5; 8, 2-11), Sacerdocio de los fieles (1,6; 20,6), Catolicidad (7,9), Silencio meditativo (8,1), Cena nupcial del Cordero (19,9-17).

También, en otro l
ibro suyo "La cuarta copa" (Editorial Patmos, 2018) Hahnn nos desvela el misterio de la última cena y la cruz. Nos muestra la importancia crucial de la Pascua en el plan de salvación diseñado por Dios, donde la cuarta copa de vino, al final de la celebración, proporciona una clave fundamental para entender el misterio.

Continuaremos estos días indagando el Apocalipsis.

Bibliografía:

-"Para leer el Apocalipsis" (Jean-Pierre Prévost, Editorial Verbo Divino, 1991).
- "La Cena del Cordero" (Scott Hahnn, Editorial Patmos, 2001).
- "Las siete cartas del Apocalipsis" (Bea Ozores, entrevista en "Marcando el Norte").

domingo, 29 de octubre de 2017

CÓMO CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS

"Por consiguiente, no actuéis como necios, 
sino procurad conocer cuál es la voluntad del Señor."  
(Ef 5, 17)

El apóstol Pablo, en la carta a los Efesios, nos dice que actuemos con inteligencia para conocer la voluntad del Señor. Entonces ¿cuál es el plan de Dios para mí? ¿Por qué estoy aquí, y que debo hacer? ¿Cómo puedo obrar con inteligencia y saber la voluntad de Dios para mi vida?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que Dios raramente nos da a conocer su voluntad de manera directa y específica. Más bien, nos permite tomar decisiones a la luz del Evangelio, que siempre redundan en nuestro beneficio y que estén de acuerdo con su Plan para nosotros. 

Cumplir la voluntad Dios es una virtud del cristiano, que haciendo éste buen uso de su libre albedrío, reconoce que sólo Dios puede proporcionarle la felicidad plena y conducirle al mejor destino eterno.

Cumplir la voluntad de Dios es una manifestación de confianza en Dios al reconocerlo como a un padre amoroso que quiere caminar de la mano con nosotros, guiarnos y protegernos.

Los seres humanos estamos encadenados y esclavizados (pecado) y existe muchas llaves distintas (caminos) para abrir esas cadenas, pero sólo Dios conoce las únicas que las abren (la Verdad, la Bondad y la Belleza). 
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El que no hace la voluntad de Dios, es aquel que va probando una a una las llaves muriendo en el intento. 

En cambio, el que hace la voluntad de Dios, es aquel que simplemente le pregunta al que conoce todas las llaves, cuál de ellas es la que corresponde, y luego simplemente la utiliza pudiéndose liberar y salir caminando.


Por eso, hacer la Voluntad de Dios nos hace libres y no hacerla nos hace esclavos. Es una elección libre de la cual depende nuestra vida y nos permite ejercitar las virtudes cristianas de la Humildad, la Obediencia y la Fe.

El Plan de Dios (Su Voluntad) es el camino que ha trazado para cada persona desde antes de su nacimiento. Aparte de este plan particular para cada persona, dios tiene un plan general o universal que es común a todos: "La Santidad".

La voluntad de Dios sólo se encuentra viviendo y caminando a la luz de Dios: en todo lo bello, en todo lo bueno y en todo lo verdadero. (Ef 5,9):

Verdad
Vivir en la verdad de Dios es cumplir su voluntad, significa alejarse de la duplicidad, de la simulación, de la hipocresía, de la mentira. 

Santo Tomás decía que los hombres "no pueden vivir juntos sin confianza recíproca", es decir, si no se manifiesta la verdad.

Jesús dijo que los cristianos auténticos se diferenciarían de los falsos por sus frutos, es decir, por sus obras y enseñanzas (Mt 7,15-17, 20). Y es que, inevitablemente, lo que entra en la mente y el corazón de las personas determina lo que estas producen (Mt 15,18, 19).

Vivir en la verdad exige confianza. En primer lugar, en Dios, y después, en los demás. Un cristiano que confía, da frutos verdaderos.

Bondad
La bondad nos lleva a hacer el bien independientemente de nuestra intención (tan voluble) o de las circunstancias (tan cambiantes).

Por lo general, a los seres humanos no nos cuesta ser bondadosos con las personas que más queremos, como nuestros familiares, con nuestros amigos. 


Ahora bien, la bondad es en esencia una cualidad divina y, como dijo Jesús, nuestro Padre celestial no solo es bueno con quienes lo aman, sino también “con los ingratos”. De hecho, Cristo instó a sus discípulos a imitar el ejemplo perfecto de Dios cuando los animó a “ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto” (Lc 6,35; Mt 5,48; Ex 34,6).

Como hemos sido creados a la imagen de Dios, tenemos la capacidad de ser bondadosos (Gn 1,27). Eso significa que podemos imitarlo y mostrar bondad más allá de nuestro círculo familiar. La Biblia indica que esta cualidad es parte del fruto que produce el espíritu santo de Dios, su fuerza activa (Gal 5,22). 

De modo que, cuanto más bondadosos seamos mas nos acercaremos al Creador y a su voluntad.

Belleza
La mentira y la maldad van ligadas a la fealdad. La mentira presenta lo feo como bello utilizando máscaras, ofrece una belleza falsa, sin verdad; una belleza que "da el pego" momentáneamente pero que no resiste el paso del tiempo ni el deseo de ir más allá de lo superficial.

La maldad pervierte la belleza, pretende convertir en bello lo siniestro, en bonito lo feo, en lindo lo horrible. La belleza, en cambio, proporciona ilusión, alegría y placer. Motiva las emociones e impulsa a crear.
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Verdad, bondad y belleza convergen en el amor, la ley fundamental de Dios. Dios está en todo lo verdadero, en todo lo bueno y en todo lo bello.

Su plan para nuestra vida, su voluntad, no la descubrimos a través de los sentimientos. Dios no es un sentimiento ni su voluntad algo místico. Dios es real y su plan, práctico.

La voluntad de Dios para nuestra vida la descubrimos cuando comenzamos una relación y una amistad con Él y no tanto, cuando cumplimos una lista de normas y tareas.

La descubrimos cuando le conocemos a Él, cuando vemos su belleza creadora, comprendemos su verdad eterna y somos amados en su bondad infinita.

domingo, 1 de enero de 2017

EL NACIMIENTO DE JESÚS PUSO AL MUNDO PATAS ARRIBA

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El Evangelio de San Lucas nos muestra las características asombrosas e inauditas del plan salvífico de Dios para la humanidad, a través del nacimiento de Jesús.

Jesús nació en una aldea extraña simbolizando 
que Él no es de este mundo. Nació en un pesebre (en una cuadra) sucio y maloliente simbolizando que quiso hacerse sitio en el corazón humano. Nació en el seno de una familia pobre y humilde, rodeado de personas "non gratas" para el pueblo judío que simboliza a quienes primero Dios dirige su mirada misericordiosa.

Esto debe hacernos discernir y pensar en el cambio de valores que hay en la figura de Jesucristo y en su mensaje. Ya desde su nacimiento Cristo no pertenece a ese ambiente, que según el mundo es importante y poderoso. Y, sin embargo, precisamente este hombre irrelevante y sin poder se revela como el realmente Poderoso, como aquel de quien a fin de cuentas todo depende.

Un ángel es quien anuncia al mundo la llegada de Dios y lo hace a través de unos pastores. Según el evangelista "en torno al ángel apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres en quien él se complace”.

Lucas nos dice que los ángeles "hablan", aunque evidentemente, el habla de los ángeles es un cantar, en el que se hace presente de modo palpable todo el esplendor de la gran alegría que ellos anuncian.

Dios, que siempre hace todo nuevo, asombroso y completamente diferente al pensamiento humano, vendría al mundo de una forma que la mentalidad de la época (incluso la de hoy), no entendería. Y es que Dios envió a Jesucristo para poner el mundo patas arriba a través de:

Una virgen

Lucas nos da una versión más detallada de la historia del nacimiento de Jesús que los otros evangelios. 

Sabemos que María era una muchacha humilde y desconocida, que vivía en una zona menos conocida de Israel (Nazaret), cuando el Ángel del Señor le comunicó la noticia de que todo un Dios iba a ser concebido dentro de ella, de que lo imposible para el hombre no lo es para Dios y a pesar de ser virgen concebiría un hijo.

Lucas nos dice que el ángel vino a una “virgen”, no a otro tipo de mujer, sino a una mujer sexualmente pura. No es casualidad que en el mismo texto se repite dos veces la palabra “virgen” para describir la clase de persona que fue escogida por Dios para su propósito eterno. Esto significó que Dios envió al que es hoy nuestro Salvador a través del vientre de una mujer virgen para que tuviera un cuerpo humano, pero no nuestra naturaleza, en lo que respecta al pecado. A través de la concepción virginal, Dios le dio un cuerpo y su propia naturaleza humana a su Hijo. 


No sólo se trata de un hecho milagroso, sino que la idea de que una niña tan pobre jugara un papel tan importante en la llegada de Dios a la Tierra, para convertirse en la madre del Mesías es inaudita y sorprendente para la mentalidad judía, puesto que el centro de la vida de Israel era Jerusalén, y dentro de la ciudad, el Templo, morada santa de Dios.

Es pues algo inconcebible para una mente judía pensar que Dios enviaría al Mesías, a Cristo a la tierra en el seno de una familia pobre y que nacería en una cueva sucia y maloliente, en lugar de en Jerusalén...

La Virgen María representa el modelo más adecuado, bello y puro para que el Dios del Universo venga al mundo. 

Unos pastores

Fijémonos también en los pastores, a quienes se les aparecen ángeles que les comunican, en primer lugar, la gran noticia del nacimiento de Jesús. ¿Por qué a los pastores en primer lugar? ¿No le correspondería tal derecho al Sumo sacerdote de Jerusalén?

Habitualmente, tenemos una imagen de los pastores dulce y pura pero la realidad era que, para el pueblo judío y sus dirigentes religiosos, los pastores eran personas de la más baja condición social, sucios, despreciados y considerados impuros, al vivir entre animales y muy alejados del Templo Santo de Dios. Algo que en el pueblo de Israel era de suma importancia. 


Una vez más, vemos como Dios en su infinita sabiduría hace realidad su sentencia de "que los últimos serán los primeros", sacando a la gente del escalafón social más bajo y colocándola en los puestos de vanguardia, en la historia más increíble que el mundo haya visto y oído.

Los pastores son los primeros en recibir la gran noticia porque "están en vela", tienen una fe sólida que les mueve a salir corriendo hacia donde les ha nacido el Salvador.

Estos hechos constituyen la coherencia de la posterior conducta de Jesús: incluso durante sus primeros momentos en la tierra, Jesús eligió a los marginados, a los pobres y a los humildes para que fueran los protagonistas de su historia. 

Los pastores representan a las almas sencillas, los pobres, los predilectos del amor de Dios.

Una cueva

El Reino de Dios fue revelado en un pueblo de orden secundario, Belén; nuestro Salvador vino al mundo a una cuadra (establo) mugrienta, sucia, fría y maloliente; y el Dios del Universo se abajó a nuestra impureza e indignidad, al nacer entre animales y porquería.



En el Antiguo Testamento, el profeta Isaías ya habló sobre el buey y el asno que están junto a Jesús en su nacimiento: "Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo" (Isaías 1, 3).

Jesús no sólo vino a un sitio recóndito, un lugar sucio, entre los pobres y los indignos, entre animales, sino que además lo hizo en la oscuridad de la noche, sin hacer ruido y sin que lo supiera demasiada gente

¿No es paradójico? Dios, en su infinito amor misericordioso viene al hombre despojándose de su poder, gloria y estatus, y se hace impuro, pobre y humilde para acercarse a nosotros. Y lo hace sin alardes.

La cueva (portal, cuadra, establo) representa la indignidad del corazón humano ante los ojos de Dios. Y aún así, Él quiere habitar en ella.

Y es que Jesús vino a la tierra para traer salvación cambiando los roles, redefiniendo los méritos y invirtiendo la importancia de la pirámide social y poniendo la mentalidad del hombre al revés.


Una estrella

Benedicto XVI, en su libro "La infancia de Jesús"explica que entre los años 7-6 a. C., se considera el momento verosímil del nacimiento de Jesús.

Resultado de imagen de supernova de belenDurante ese período, se produjo una conjunción de los planetas Júpiter, Saturno y Marte en el signo zodiacal de Piscis. Según el astrónomo Johannes Kepler, a ese fenómeno, reflejado también en "tablas cronológicas chinas" se añadió la aparición de una supernova creando un acontecimiento astronómico muy singular.

El Papa emérito también señala que la paradoja de que Jesús haya nacido seis años antes de la "era cristiana" se debe a un error de cálculo del monje Dionisio el Pequeño, quien hizo en el siglo VI la conversión del calendario basado en la coronación del emperador Diocleciano a uno nuevo centrado en el nacimiento de Jesucristo.

Unos Magos


La tradición ha ido enriqueciendo la figura de los Reyes Magos. En un principio, y según relata el Evangelio de Mateo, las personas que iban a adorar a Jesús eran Magos de Oriente.

Sin embargo, en el Salmo 72 y en el Libro del profeta Isaías en el Antiguo Testamento se menciona "a unos reyes que venían de Oriente y le traían regalos".

Los hombres de los que habla Mateo no eran únicamente astrónomos. Eran sabios persas que, aunque no pertenecían a la clase sacerdotal, tenían sin embargo, un conocimiento religioso y filosófico muy desarrollado.

Según Benedicto XVI, estos hombres representaban "el dinamismo inherente a las religiones de ir más allá de sí mismas; un dinamismo que es la búsqueda del verdadero Dios". 

Los Reyes Magos representan a los buscadores de la verdad propios de todos los tiempos.


Unos regalos


El Papa emérito Benedicto XVI en su libro sobre Jesús explica que "ante el niño regio, los Magos adoptan la proskýnesis, es decir, se postran ante él"

De ahí se explica que los regalos que ofrecen los Magos no son dones prácticos, que en aquel momento tal vez hubieran sido útiles para la Sagrada Familia.

Los regalos representan un reconocimiento de la dignidad regia de aquel a quien se ofrecen:
  • el oro hace referencia a la realeza de Jesús.
  • el incienso hace referencia a su dignidad de Hijo de Dios. 
  • la mirra hace referencia al misterio de su Pasión.