¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.
Mostrando entradas con la etiqueta verdad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta verdad. Mostrar todas las entradas

lunes, 5 de septiembre de 2022

EL BUEN SACERDOTE, AL SERVICIO DE LA VERDAD


El cardenal Robert Sarah, en su último libro titulado "Al servicio de la verdad", que (como los anteriores) está inspirado en su propia experiencia, nos cuenta su vivencia de la fe como sacerdote, desde la entrega total a Cristo y a su Iglesia. 

Para el cardenal africano, el buen sacerdote es alguien cuya vida brilla como el sol porque es el representante de Cristo. Es la imagen de la mujer vestida de sol de Apocalipsis 12: la Iglesia no es el sol, es la luna que refleja los rayos del sol que es Cristo, y por tanto, sus sacerdotes deben reflejarlo también.
 
El buen sacerdote comprende la importancia del sacrificio personal y la renuncia como seguimiento de Cristo, que es, en definitiva, lo que significa amar: sacrificar tiempo, recursos y energías por los demás y renunciar a la propia comodidad. 

El buen sacerdote es aquel que cuando no está hablando con Dios, está hablando de Dios. Habla siempre la Verdad a sus "hijos espirituales", aunque duela o no sea "políticamente correcta". Exactamente lo mismo que hizo Cristo: hablar sin medias tintas, sin tapujos. Sin miedo a la verdad.

El buen sacerdote no se deja instrumentalizar como una marioneta por el pensamiento dominante ni por lo "políticamente correcto"; cuida la liturgia y no la inventa ni la transforma a su capricho ni al de los demás, porque sabe que su misión es reproducir la liturgia que se actualiza en el mismo Cielo. 

El buen sacerdote es celoso. Sarah dice que “el celo es interés": interés verdadero por las personas. Celo por las almasEntusiasmo por la salvación de los hombres en cuerpo y alma. No se pertenece jamás a sí mismo sino al Señor. 

El buen sacerdote no es remolón ni perezoso, no malgasta el tiempo ni lo dedica al ocio ("padre del vicio"). Sabe que la pereza es un mal hábito que evita la actividad sin la que no se pueden lograr objetivos. Por eso, está siempre pendiente del cumplimiento de su misión.

El buen sacerdote no cede su pensamiento a las redes sociales ni se convierte en esclavo de internet, o en autómata del móvil, porque sabe que cuanto más se "navega", más se ahoga uno y cuanto más se "alimenta" de contenidos digitales, menos se metabolizan. Sabe que la sociedad es el más fiel reflejo de internet que consume "pasivamente" y actúa movida por sensaciones y sentimientos, que no piensa por cuenta propia, ni desde la verdad ni desde la razón. Y que es imprudente...
Sarah coincide con Francisco en ver en el clericalismo una de las mayores amenazas para la vida de la Iglesia hoy, un clericalismo que él llama "pragmatismo empresarial", un activismo que no está iluminado por la Palabra de Dios ni por la oración ni por el celo por las almas, y que se presenta como bondad cuando es, como mucho, eficacia mundana.

Lo que daña hoy a la Iglesia son los malos sacerdotes, lobos en piel de cordero”, que “dicen servir al rebaño cuando realmente se sirven de él para sus propios fines”.  Buscan, sobre todo, ser atractivos, "estar en la onda", pero están en un camino equivocado porque la Iglesia no trabaja para sí, no trabaja para aumentar los propios números ni el propio poder, sino para el hombre y para Cristo.

El cardenal nos deja claro lo que es un buen sacerdote, y análogamente, lo que significa ser un buen cristiano: alguien que brilla en un mundo de oscuridad, que se sacrifica por los demás, que habla con Dios y de Dios siempre, que no se deja manipular por el pensamiento dominante, que es celoso y comprometido por el Reino de Dios y que está iluminado por la oración y la Palabra. 

El buen sacerdote, el buen cristiano... es el que está siempre al servicio de la Verdad, al servicio de Cristo, al servicio del reino de Dios.

jueves, 27 de mayo de 2021

NECESITAMOS FORMACIÓN

"¿Hasta cuándo, ignorantes, amaréis la ignorancia,
y vosotros, insolentes, recaeréis en la insolencia,
y vosotros, necios, rechazaréis el saber?
Prestad atención a mis razones,
derramaré mi espíritu sobre vosotros,
quiero comunicaros mis palabras"
(Pro 1,22-23)
Hace algún tiempo, en un retiro de Emaús, me regalaron una pulserita verde que siempre llevo en mi muñeca y en la que está escrita una inscripción de San Alberto Hurtado que dice: "¿Qué haría Jesús en mi lugar?" 

Reconozco que esta pregunta me ha sacado de mi ignorancia, de mi insolencia y de mi necedad anteriores. Sin duda, ha sido una gran ayuda colocarme en el lugar de Cristo para saber cómo obrar en cada momento, sobre todo, cuando le sirvo, en el ámbito de la evangelización

Pero ¿Cómo responder a la pregunta si no conozco a fondo a Cristo? ¿Cómo discernir lo que Jesús haría en mi lugar si no tengo una relación lo suficientemente estrecha como para saberlo? ¿Cómo salir de mi ignorancia, de mi insolencia y de mi necedad?

La fe cristiana es el encuentro y la relación íntima con Jesucristo. Una vez que nos hemos encontrado con Él y le hemos reconocido, necesitamos establecer una profunda e íntima relación con Él, seguir dejándonos amar y rociar por el Espíritu Santo, escuchar y alimentarnos de lo que nos dice a través de su Palabra, de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, entablar un diálogo personal con Él en la oración, para finalmente, servirle y amarle.  

Porque lo que Jesús haría en mi lugar sería, sin duda, amar y servir. Pero para amar y servir tengo que conocer. Y no se puede servir y amar lo que no se conoce. Por tanto, necesito profundizar en el conocimiento de Cristo, es decir, necesito formación. Todos la necesitamos, y la necesitamos ya.
Formarme no significa convertirme en teólogo o en un erudito en cristianismo, sino conocer cuánto me ha amado Dios en Jesús, saber cómo puedo agradarle siempre más y ofenderle menos, conocer su voluntad y saber qué tiene pensado para mí. 

Como discípulo del Maestro, mi misión es estar constantemente aprendiendo de Él, entender su plan para mí, conocer la vocación a la que me llama, para así, ser sal de la tierra y luz del mundo.

Sin conocer la Verdad, sin ser fiel a la doctrina de la Iglesia, a quien Cristo ha encomendado la misión de evangelizar, no sólo no puedo saber lo que Jesús haría en cada circunstancia de mi vida, tampoco puedo ser un apóstol eficaz.
"El arte del apostolado es arriesgado. La solicitud por acercarse a los hermanos no debe traducirse en una disminución de la verdad.... Sólo el que es totalmente fiel a la doctrina de Cristo puede ser eficazmente apóstol. Y sólo el que vive con plenitud la vocación cristiana puede estar inmunizado de los errores con los que se pone en contacto(Pablo VI).
Pero no necesito dejar de evangelizar hasta alcanzar una formación completa, un conocimiento total de Cristo. Si esperara a eso, nunca haría nada. Puedo ser discípulo junto a otros discípulos, aprender mientras enseño a otros, compartir mientras comparto con otros, formarme mientras formo a otros...como hacían los apóstoles. 
"El imperativo de actuar hoy y con urgencia procede de las necesidades que son verdaderamente inmensas para quien sabe darse cuenta... He aquí la hora de los laicos. Es preciso empezar a trabajar hoy mismo, porque tal es la ley de la conciencia cristiana. Cuando se ha oído enunciar un deber no se dice: 'lo haré mañana'. Se debe actuar inmediatamente"  (Pablo VI).
En el mundo actual, el Enemigo ha cambiado el terreno original de la batalla espiritual. La Serpiente antigua ha modificado sus tácticas y sus estrategias llevándolas al plano ideológico, cultural y educacional, donde consigue mejores resultados que en el físico. 
Hoy, Satanás no busca una lucha frontal de sangre y destrucción como antaño, sino una guerra incruenta de confusión y corrupción; no quiere matar con actos sino envenenar con ideas; no quiere mártires sino apóstatas; no quiere víctimas sino desertores. 

Para poder entrar en el combate ideológico de nuestro tiempo, tenemos muchas armas que Dios pone a nuestra disposición:

Necesitamos estar alerta y vigilar a través de la oración para que nuestra fe, esperanza y caridad aumenten. 

Necesitamos leer, estudiar, meditar a través de la formación en la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. 

Necesitamos obtener los dones de sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios a través del Espíritu Santo para que nuestra voluntad se ponga en marcha.

Necesitamos recibir la gracia y la paz a través de los sacramentos para que nuestra perseverancia haga frente a las insidias y maldades con las que el Enemigo quiere hacernos caer.

Necesitamos conocer la Luz y la Verdad de Cristo a través de la Palabra de Dios para que nuestra resistencia haga frente a las mentiras y falsedades con las que Satanás pretende desvirtuar nuestras conciencias.
En definitiva, necesitamos formación y misión, oración y acción, verdad y justicia. Y en todo, amor.
"Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado; el que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios podrá apreciar si mi doctrina viene de Dios o si hablo en mi nombre. Quien habla en su propio nombre busca su propia gloria; en cambio, el que busca la gloria del que lo ha enviado, ese es veraz y en él no hay injusticia"(Jn 7,16-18).



 

JHR

viernes, 29 de junio de 2018

CARIDAD Y VERDAD

"El amor se alegra de la verdad"
(1 Corintios 13,6)

El mensaje evangélico que Jesucristo vino a mostrar al mundo es el Amor verdadero. El amor ("caritas") es una fuerza extraordinaria que proviene de Dios, Amor eterno y Verdad absoluta, y que nos mueve a comprometernos con valentía y generosidad. Es pues, también, la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley (Mateo 22,36-40).

Caridad y Verdad han de ir unidas. San Pablo propugnaba la veritas in caritate"para que no seamos niños vacilantes y no nos dejemos arrastrar por ningún viento de doctrina al capricho de gente astuta que induce al error; antes al contrario, practicando sinceramente el amor, crezcamos en todos los sentidos hacia aquel que es la cabeza, Cristo." (Efesios 4,15). 

Pero también es necesario tener en cuenta el sentido inverso y complementario de caritas in veritate con el que Benedicto XVI en su Encíclica, nos ilumina: caritas, sí, pero in veritate , es decir, según la doctrina de la Iglesia, depositaria de la Verdad revelada.
Resultado de imagen de VERITAS IN CARITATE benedicto xvi
Dar pan al hambriento y de beber al sediento, es amar pero sólo por compasión. Acoger a los marginados y discriminados, es amar pero sólo por misericordia. Hace falta algo más. Movernos sólo por compasión  o misericordia convierte la Verdad revelada en un simple "buenismo sentimental humano" que no implica un compromiso auténtico y sobrenatural, pues corre el riesgo de convertirse en una simple "limpieza de conciencia". Se queda en la tierra y no llega al cielo.

El punto está en hacerlo por y para Dios, y desde su voluntad, desde su verdad. La Caridad, desprendida de la Verdad de Cristo, se convierte en un simple afecto, en un sentimentalismo compasivo que mira al prójimo y dice: "pobrecito" 

Este engañoso "amor" corre el riesgo de quedarse en el ámbito humano de las emociones y de las opiniones arbitrarias, susceptible de ser distorsionado, de abusar de su uso y alterar su significado. ¡Cuidado! Un amor sentimental y opinable es un envoltorio muy bonito pero vacío de significado sobrenatural, que se rellena arbitrariamente con lo que cada uno quiere. Nuestro amor sólo trasciende desde el ámbito divino de la verdad.

Por tanto, la misión de la Iglesia no es convertirse en la mayor ONG del mundo; ni la nuestra, hacer un "brindis al sol por el Amor". Para eso no fundó Jesucristo su Casa sobre la Roca. Para eso no nos dio el mandato de "Id y hacer discípulos".

La verdad es luz que da sentido y valor a la caridad, a través de la razón y la fe, y así adquiere el carácter sobrenatural que Cristo quiso darle al Amor. 

Pretender buscar, encontrar y dar el Amor al margen de Dios y desde nuestro punto de vista subjetivo, es del todo inútil porque sin Dios el hombre no sabe adonde ir ni tampoco logra entender quién es. 

Cristo, que es el Amor, la Verdad, el Camino y la Vida (1 Juan 4,8; Juan 14,6) nos dice: "Sin mí no podéis hacer nada" (Juan 15,5), pero también nos anima: "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final del mundo" (Mateo 28,20). 

Sólo hay un Amor, una Verdad, un Camino y una Vida. Lo de "todos los caminos conducen a Roma" (a Dios) es, sencillamente, una falacia y una distorsión del mensaje cristiano.

Fuente: 

-Carta Encíclica "Caritas in Veritate" 
(Papa Benedicto XVI, Roma, 29 junio de 2009)

domingo, 29 de octubre de 2017

CÓMO CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS

"Por consiguiente, no actuéis como necios, 
sino procurad conocer cuál es la voluntad del Señor."  
(Ef 5, 17)

El apóstol Pablo, en la carta a los Efesios, nos dice que actuemos con inteligencia para conocer la voluntad del Señor. Entonces ¿cuál es el plan de Dios para mí? ¿Por qué estoy aquí, y que debo hacer? ¿Cómo puedo obrar con inteligencia y saber la voluntad de Dios para mi vida?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que Dios raramente nos da a conocer su voluntad de manera directa y específica. Más bien, nos permite tomar decisiones a la luz del Evangelio, que siempre redundan en nuestro beneficio y que estén de acuerdo con su Plan para nosotros. 

Cumplir la voluntad Dios es una virtud del cristiano, que haciendo éste buen uso de su libre albedrío, reconoce que sólo Dios puede proporcionarle la felicidad plena y conducirle al mejor destino eterno.

Cumplir la voluntad de Dios es una manifestación de confianza en Dios al reconocerlo como a un padre amoroso que quiere caminar de la mano con nosotros, guiarnos y protegernos.

Los seres humanos estamos encadenados y esclavizados (pecado) y existe muchas llaves distintas (caminos) para abrir esas cadenas, pero sólo Dios conoce las únicas que las abren (la Verdad, la Bondad y la Belleza). 
Resultado de imagen de voluntad
El que no hace la voluntad de Dios, es aquel que va probando una a una las llaves muriendo en el intento. 

En cambio, el que hace la voluntad de Dios, es aquel que simplemente le pregunta al que conoce todas las llaves, cuál de ellas es la que corresponde, y luego simplemente la utiliza pudiéndose liberar y salir caminando.


Por eso, hacer la Voluntad de Dios nos hace libres y no hacerla nos hace esclavos. Es una elección libre de la cual depende nuestra vida y nos permite ejercitar las virtudes cristianas de la Humildad, la Obediencia y la Fe.

El Plan de Dios (Su Voluntad) es el camino que ha trazado para cada persona desde antes de su nacimiento. Aparte de este plan particular para cada persona, dios tiene un plan general o universal que es común a todos: "La Santidad".

La voluntad de Dios sólo se encuentra viviendo y caminando a la luz de Dios: en todo lo bello, en todo lo bueno y en todo lo verdadero. (Ef 5,9):

Verdad
Vivir en la verdad de Dios es cumplir su voluntad, significa alejarse de la duplicidad, de la simulación, de la hipocresía, de la mentira. 

Santo Tomás decía que los hombres "no pueden vivir juntos sin confianza recíproca", es decir, si no se manifiesta la verdad.

Jesús dijo que los cristianos auténticos se diferenciarían de los falsos por sus frutos, es decir, por sus obras y enseñanzas (Mt 7,15-17, 20). Y es que, inevitablemente, lo que entra en la mente y el corazón de las personas determina lo que estas producen (Mt 15,18, 19).

Vivir en la verdad exige confianza. En primer lugar, en Dios, y después, en los demás. Un cristiano que confía, da frutos verdaderos.

Bondad
La bondad nos lleva a hacer el bien independientemente de nuestra intención (tan voluble) o de las circunstancias (tan cambiantes).

Por lo general, a los seres humanos no nos cuesta ser bondadosos con las personas que más queremos, como nuestros familiares, con nuestros amigos. 


Ahora bien, la bondad es en esencia una cualidad divina y, como dijo Jesús, nuestro Padre celestial no solo es bueno con quienes lo aman, sino también “con los ingratos”. De hecho, Cristo instó a sus discípulos a imitar el ejemplo perfecto de Dios cuando los animó a “ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto” (Lc 6,35; Mt 5,48; Ex 34,6).

Como hemos sido creados a la imagen de Dios, tenemos la capacidad de ser bondadosos (Gn 1,27). Eso significa que podemos imitarlo y mostrar bondad más allá de nuestro círculo familiar. La Biblia indica que esta cualidad es parte del fruto que produce el espíritu santo de Dios, su fuerza activa (Gal 5,22). 

De modo que, cuanto más bondadosos seamos mas nos acercaremos al Creador y a su voluntad.

Belleza
La mentira y la maldad van ligadas a la fealdad. La mentira presenta lo feo como bello utilizando máscaras, ofrece una belleza falsa, sin verdad; una belleza que "da el pego" momentáneamente pero que no resiste el paso del tiempo ni el deseo de ir más allá de lo superficial.

La maldad pervierte la belleza, pretende convertir en bello lo siniestro, en bonito lo feo, en lindo lo horrible. La belleza, en cambio, proporciona ilusión, alegría y placer. Motiva las emociones e impulsa a crear.
Imagen relacionada
Verdad, bondad y belleza convergen en el amor, la ley fundamental de Dios. Dios está en todo lo verdadero, en todo lo bueno y en todo lo bello.

Su plan para nuestra vida, su voluntad, no la descubrimos a través de los sentimientos. Dios no es un sentimiento ni su voluntad algo místico. Dios es real y su plan, práctico.

La voluntad de Dios para nuestra vida la descubrimos cuando comenzamos una relación y una amistad con Él y no tanto, cuando cumplimos una lista de normas y tareas.

La descubrimos cuando le conocemos a Él, cuando vemos su belleza creadora, comprendemos su verdad eterna y somos amados en su bondad infinita.

miércoles, 12 de julio de 2017

¿TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A ROMA?



La expresión "todos los caminos conducen a Roma", proviene de la época del Imperio donde se construyeron más de 400 vías (unos 70.000 kilómetros) para comunicar la capital, Roma, considerada el centro donde convergía el poder del imperio, con las provincias más alejadas.

Coloquialmente, se utiliza para indicar la posibilidad de conseguir un mismo objetivo por caminos distintos. Expresa una idea de conformidad, o lo que es lo mismo, para cada problema planteado se pueden encontrar diversos caminos que conducen a una solución.

En cuestiones de fe, muchas personas creen que todos los caminos llevan a Roma. Están convencidos que todas las religiones llevan al cielo. ¿Es cierto?

Recuerdo que, en un partido de fútbol, un jugador marcó un golazo. Fue un cabezazo perfecto en la ejecución, con los tres tiempos del salto bien diferenciados y con una potencia extraordinaria. En un principio, esto debería ser motivo de alegría y celebración ¿no? El problema es que metió gol en la portería que no debía: en la suya. ¡Pero fue un "golazo"!
Imagen relacionada
¿Hay una portería correcta y otra equivocada en el campo espiritual o podemos marcar en cualquiera? ¿Es el cristianismo la única manera de "marcar" para llegar a Dios o simplemente es una de muchas?

Para muchas personas de hoy, todos los caminos conducen a Dios, y decir que un camino es correcto y todos los demás son erróneos, significa que uno es estrecho de mente, intolerante y retrógrado. "Lo que es verdad para ti es verdad para ti, y lo que es verdad para mí es verdad para mí". Es el relativismo del mundo de hoy.


Para muchos, buscar a Dios es como escalar una montaña. 
Todas las ideas acerca de Dios en las diversas religiones del mundo son simplemente diferentes maneras de subir la montaña.

De hecho, aunque diferentes religiones tienen diferentes nombres para Dios, todos los nombres se refieren al mismo Dios. Todas se refieren a la misma montaña.  ¿Es cierto?

¿Estamos seguros de que todos estamos escalando la misma montaña?
¿Es cierto que todos los caminos conducen al cielo? 

¿Es cierto que ninguna persona ni ninguna religión tienen el mapa verdadero de la montaña? 
¿Es cierto que todas las religiones son básicamente las mismas y todas las espiritualidades llevan al mismo lugar? 

Si es así, ninguno de nosotros necesita buscar la verdad espiritual. Sólo necesitamos decidir nuestra preferencia espiritual. 

Pero si no es así, si estamos convencidos de que todos los caminos no conducen a Dios, las consecuencias pueden ser trágicas. Veamos las razones por las que la gente se aferra a esta creencia:

Existen muchas religiones
El gran número de creencias entre las que podemos escoger convence a algunas personas de que hay más de un camino hacia Dios. 

El pluralismo religioso ha existido durante siglos, pero la gente nunca ha estado expuesta a tantas opciones espirituales como las que tenemos hoy. 
Resultado de imagen de RELIGIONES
A medida que aumenta el número de opciones espirituales en la mente, la idea de que una opción representa la única verdad disminuye. 

Sin embargo, la multiplicidad de opciones tiene poco que ver con si una fe en particular puede ser verdadera, o si existe una única fe verdadera. El hecho es que una pregunta ser respondida con opciones múltiples, eso no significa que todas sean correctas.

Todas las religiones son básicamente iguales

La idea de que todos los caminos son legítimos también está alimentada por el sentimiento de que todas las religiones son básicamente las mismas. Si bien es cierto que algunas religiones contienen ciertas similitudes, también es cierto que se contradicen entre sí en áreas cruciales. 

Por ejemplo, los cristianos creemos en Dios, mientras que algunos budistas ni siquiera enseñan que hay un Dios. 

Los cristianos afirmamos que Jesús es Dios que se hizo hombre para restaurar nuestra relación con Él mientras que para los musulmanes, Jesús fue tan solo un profeta. 

Los cristianos creemos en la verdad y la mentira, el bien y el mal, la moral y la inmoralidad, Dios y Satanás, mientras que los seguidores de la Nueva Era sostienen que no hay valores absolutos y que todo es relativo. 

Por ello, se puede decir que alguien tiene razón y que alguien está equivocado, o decir que todo el mundo está equivocado, pero no se puede decir que todo el mundo tiene razón.
Resultado de imagen de igual
Si Dios existe, hay una verdad y una falsedad entre las opiniones diferentes referentes a la naturaleza de Dios, la identidad de Jesús y cómo entramos en una relación con Dios. 

Volviendo a la analogía de escalar una montaña en la que todos los caminos conducen al mismo pico, la verdad es que no hay ni un solo pico, ni tampoco una sola idea de cómo se ve el pico. La montaña tiene muchos picos diferentes, lo que plantea una pregunta importante: ¿Cómo llegar al pico más alto?

La sinceridad es lo que importa
"No es lo que una persona cree que importa, sino cómo él o ella lo cree; Todo lo que realmente importa es la sinceridad de uno". 
Imagen relacionada
Algo profundo dentro de nosotros tiene la certeza absoluta de que la verdadera fe está conectada con la autenticidad. Pero una cosa es valorar la sinceridad y otra para hacer de la sinceridad la característica única de la verdad espiritual: cómo crees, pero también qué crees. Si dices que no importa lo que creas, siempre y cuando seas sincero, te pierdes un punto muy importante: puedes estar sinceramente equivocado. 

Si tengo dolor de cabeza y voy a mi botiquín, puedo sinceramente creer que estoy tomando una aspirina. Pero si realmente estoy tomando cianuro, mi sinceridad no me salvará de los peligros del veneno que he ingerido. 

La sinceridad importa, pero no puede ser todo lo que importa porque por sí sola no puede alterar la realidad. Por lo tanto, no es sólo la sinceridad de nuestra fe lo que importa sino el objeto de nuestra fe

Ninguna religión es mejor que otra
Algunas personas se sienten ofendidas por grupos religiosos que piensan que su religión es mejor que cualquier otra. 

Creen que porque Dios es tan grande y nuestro entendimiento es tan pequeño, todas las religiones son válidas para Dios. Es la arrogancia y la estrechez de mente de un solo grupo religioso lo que les hace creer que es la única verdad. 

Predican la tolerancia en las opiniones de otras personas y niegan que algunas personas están equivocadas y algunas tienen razón, o que existe incluso "injusticia" o "rectitud". Para ellas, todo vale. 

Pero imaginemos que en un examen de matemáticas nos preguntan "¿Cuánto es 2 + 2?" La respuesta, por supuesto, es "4." Pero digamos respondemos "37." ¿Es el maestro intolerante, estrecho de mente e intolerante si corrige la respuesta?
Resultado de imagen de 2+2=4
Todos debemos evitar cultivar un espíritu de rechazo a las personas con diferentes creencias o negarles su libertad religiosa. Pero tener este espíritu de tolerancia es muy distinto a creer que todos los puntos de vista son válidos.

 Volviendo a nuestro examen de matemáticas, hay una y una sola respuesta correcta a" 2 + 2 ", pero hay algunas respuestas están mucho más cerca de la correcta que otras: por ejemplo, "5" está más cerca que "37", pero ambas son incorrectas.

No existe la verdad absoluta
En última instancia, la pregunta es si la gente cree en una verdad absoluta, y lo cierto es que hoy en día muchos dicen que no. Algunos estudios realizados demuestran que el 66% de las personas hoy, niegan la existencia de una verdad absoluta. 

La definición más aceptada de la verdad es la correspondencia entre nuestras ideas o percepciones, y la realidad. Si digo "está lloviendo", es cierto si miro hacia afuera y descubro que está lloviendo. Lo que es verdad es lo que realmente es. La creencia de que hay más de un camino hacia Dios es realmente una afirmación de que la verdad no existe o, más aún, que no importa. 

Sin embargo, en ninguna faceta de la vida podemos hacer cualquier elección que deseemos, dentro de una amplia gama de opciones, y lograr el mismo resultado o experiencia. 

La pregunta, por lo tanto, no es "¿existe la verdad?" y si existe, "¿dónde se puede encontrar?". La afirmación espiritual más contundente en toda la historia humana la dijo Jesús: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí "(Jn 14, 6). No dice que haya muchos caminos, ni muchas verdades ni muchas vidas, sino que Él es el camino, la verdad y la vida. Esta es la idea central que marca la fe cristiana. 

En el libro de los Hechos leemos al apóstol Pedro: "En virtud del nombre de Jesucristo ...no hay salvación en ningún otro, pues no se nos ha dado a los hombres ningún otro nombre debajo del cielo para salvarnos" ( Hch 4, 10,12).

Si bien hay muchas religiones donde elegir, difieren radicalmente unas de otras, y por eso, elegir dónde colocar nuestra confianza espiritual no define ni la tolerancia ni la amplitud de mente. La verdad existe, y es importante identificarla.

Si todos los caminos no conducen a Dios, entonces una búsqueda espiritual errónea te llevará a la cruda realidad tarde o temprano. El único camino que conduce a Dios es Jesucristo.

domingo, 21 de agosto de 2016

¿SON TODAS LAS RELIGIONES VERDADERAS?




Hoy en día, muchos piensan que el cristianismo está muriendo en las sociedades tradicionalmente cristianas y afirman que otras religiones, poco a poco, están sustituyéndole o que el mundo occidental se está secularizando.

Lo cierto es que el cristianismo es la religión más numerosa a escala mundial con más de 2.200 seguidores en todo el mundo, lo que supone algo más de el 31% de la población mundial. 

Existen 1.600 millones de musulmanes, 1.100 millones de hinduístas y 500 millones de budistas y el resto está repartido en otras religiones como el judaísmo, sijiísmo, bahaísmo y otras religiones tradicionales o tribales. 

El ateísmo está representado por el 16% de la población mundial.



A pesar de que el cristianismo predomina en el mundo, debemos preguntarnos sobre cuál es su postura en relación al resto de las religiones.

¿Es Jesús el único camino a Dios?

El Nuevo Testamento lo afirma categóricamente, cuando Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí". (Juan 14,6).


Cristo afirmó ser el camino a Dios, el único camino. Jesús es el único nombre que puede salvar: "Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2,5).

Ni siquiera  la Virgen María o el Papa, como se nos dice en Mateo 12,46-50 y Juan 14,16-17. 

Jesús deshace la distancia que hay entre Dios y la humanidad. Es el único capaz de franquear el abismo del pecado:


  1. Por ser quien es. Pedro lo proclamó el "Santo y Justo", el "autor de vida", "quien ha sido anunciado por los profetas", el "autor de vida" "el Mesías"(Hechos 3,14-15,18  y 20).Sin duda, Jesús es alguien único e irrepetible.
  2. Por lo que ha hecho. Pedro nos dice: "En ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos" (Hechos 4,12). Ninguna otra religión afirma siquiera tener un salvador.
  3. Por su resurrección. Pedro lo describió como quien fue "resucitado por Dios" (Hechos 4:10). La resurrección es un hecho único en la historia universal: Jesucristo es el único que ha resucitado de entre los muertos para salvarnos.
¿Cuál es nuestra postura respecto a otras religiones?

El hecho de que Jesús sea el único camino a Dios y que en Él se encuentra la máxima verdad no significa que las demás religiones estén totalmente equivocadas, sean erróneas o demoníacas, ni que haya fragmentos de la verdad en ellas. 

Así, es comprensible que encontremos el bien en muchas religiones por tres razones:
  1. Aunque, como nos dice la Biblia, Dios se ha revelado en Jesús a sí mismo, también se ha revelado parcialmente en la creación. A partir de ella, la humanidad puede encontrar la verdad sobre su existencia e intuir su naturaleza, su poder y su gloria.
  2. Los seres humanos están creados a imagen y semejanza de Dios, quien nos ha dado una conciencia con la que distinguir el bien y el mal. Por eso, no es extraño que la regla de oro: "Tratad a los demás tal y como queréis que ellos os traten" (Mateo 7,12) esté presente prácticamente en todas las religiones.
  3. En todos los corazones hay hambre de Dios. Existe un vacío que tiene la forma de Dios y nos induce a buscarle
No obstante, se puede afirmar que no todas las religiones son igualmente verdaderas o que todas llevan a Dios, como lo demuestra el hecho de que algunas de ellas se declaran no teístas y "una religión difícilmente puede llevar hasta Dios si niega explícitamente la existencia de cualquier dios".

Tampoco se puede sugerir que una religión que afirma la existencia de un ser divino y otra que la niega puedan ser ambas verdaderas.

Un cristiano no debe creer que todas las demás religiones están totalmente equivocadas, pues hasta las más extrañas tienen al menos algún indicio de verdad. Pero allí donde el cristianismo difiere del resto, sí tiene razón y el resto están equivocadas.

¿Qué pasa con los que nunca han oído hablar de Jesús?

Si es una realidad que no existe salvación sino es por medio de Jesucristo ¿debemos pensar entonces que los demás se condenarán?
  1. La Biblia es un libro práctico, no filosófico y no responde preguntas hipotéticas.
  2. Podemos estar seguros de que Dios será justo. En el día del juicio, todas las personas de recta conciencia dirán, como Abraham " Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia? (Génesis 18:25).
  3. Lo que sabemos con seguridad, es que nadie se salvará por su comportamiento religioso sino por el amor de Dios, que no merecemos y que nos salva a través de la fe en Jesucristo (Efesios 2:8).
  4. Cualquier persona puede ser salvada por la gracia, a través de la fe, aunque no haya oído hablar de Jesús. Esto es posible porque la cruz es eficaz para todos los que vinieron antes y después de Cristo.
  5. Hay bases bíblicas que nos invitan a ser muy optimistas: la descendencia de Abraham (tanto espiritual como física) "será como las estrellas del cielo y como la arena del mar"  (Génesis 22:17). En Romanos 5:12-21, Pablo nos asegura que serán muchos más los que se salvan que los que se pierden porque la obra de Jesús para obrar nuestra salvación será más eficaz que la obra de Adán al pecar y provocar nuestra ruina y porque la gracia de Dios al provocar la vida es mayor que la trasgresión de Adán al provocar la muerte.
¿Por qué hablar a otros de Jesús?
  1. Porque estamos obligados a proclamar la gloria de Jesucristo, quién es, qué hizo y qué implica su resurrección.
  2. Porque Jesús nos mandó que fuéramos por todo el mundo para anunciar la buena nueva
  3. Porque sin saber de Jesús, nadie puede tener la seguridad absoluta de perdón y de la vida en abundancia que Él ofrece, tanto en esta vida como en la futura.
¿Qué debemos hacer?

No tenemos excusa ni tampoco es una opción: nuestra misión es anunciar la buena nueva de Jesús con humildad y sensibilidad, sin considerarnos mejores que otros miembros de otras religiones o que los que no se identifican con ninguna.

Debemos ser respetuosos con todos porque ellos también está hechos a imagen y semejanza de Dios y también los ama. 

Y a la vez, ser valientes y no avergonzarnos de ser testigos y reflejo del amor de Jesús, aunque hoy en día esté mal visto o se piense que está anticuado.
























martes, 29 de marzo de 2016

MIS CHARLAS EN ALPHA (2): EL CRISTIANISMO ¿FALSO, ABURRIDO E IRRELEVANTE?

Buenas noches y bienvenidos a Alpha. 

Ante todo, quiero agradeceros, en nombre de todo este extraordinario y voluntario equipo de La Madona, vuestra asistencia esta noche. Estamos a vuestro servicio para lo que necesitéis.

Muchos de vosotros os estaréis preguntando ¿Qué hago aquí un jueves por la noche? ¿Quién me manda venir aquí? ¿Qué es esto de Alpha? y sobre todo, ¿Qué hay detrás de todo esto?

Bueno, alguno de los “cabritos que os han empujado a esta piscina” os habrán comentado que en Alpha hablamos sobre Dios y sobre si la vida tiene algún propósito. Alpha es un evento que organizamos laicos para laicos. Y aunque estamos en una sala de una parroquia, aquí no hay curas.

Os miro y me pongo en vuestro lugar: qué me va a contar éste… pero mi intención no es soltaros un rollo sobre lo que tenéis que hacer o cómo debéis ser, tampoco daros normas y mandamientos, ni de lo pecadores que sois por no ir a misa, porque eso es aburrido y cabrea. Os pido que me escuchéis y luego… no estáis satisfechos, os devuelvo el dinero.

Podríamos hablar de política o de fútbol, pero no. Hoy vamos a charlar y a debatir sobre si el CRISTIANISMO es mentira, si es un coñazo o si tiene o no incidencia en nuestras vidas. Si me pongo serio o en "modo cura", me lo decís ¿ok?

En realidad, el cristianismo no trata tanto de una FILOSOFÍA ni de una MORAL, trata de una PERSONA; más que de NORMAS, nos habla de RELACIONES. Lo que os voy a contar no es más que parte de mi experiencia, que he recibido como un regalo, como una certeza que no me pertenece, y que debo y quiero compartir con todos vosotros. Tomad lo que queráis de ella.

El otro día, escuchando una gran canción de mi grupo favorito de música, Depeche Mode, que se titula I just can´t get enough (no tengo suficiente), comentaba con Mariajo que es cierto que nunca estamos satisfechos con lo que tenemos y siempre queremos más; y es esa insatisfacción, muchas veces la que nos ciega para no apreciar lo que tenemos, porque estamos más pendientes de lo que nos falta.

Hay una frasecita que yo antes decía y ahora que me saca de mis casillas: ¡Es que no me da la vida!   

¿Cómo que no te da la vida? ¿Por qué? Porque nos llenamos de cosas, de actividades, de planes pensando que así debe ser la vida… y al final ¿para qué? ¿Soy más feliz? ¿Eso es vida?

Yo me he pasado media vida buscando la respuesta y el propósito de mi vida. He ido dándome respuestas parciales a mí mismo, encogiéndome de hombros, tapándome los oídos o pasando de todo… 

Sin embargo, es cuando en la vida, algo te impacta (una muerte, una enfermedad, una ruina económica) cuando empiezas a plantarte… y ¿por qué? ¿para qué? ¿Para qué estoy en esta vida? ¿Es este el sentido de mi vida? ¿Malvivir unos cuantos años y luego palmarla? 

Y hablando de preguntas, el logo de Alpha es, precisamente, un interrogante porque no damos respuestas ni sermones. 

Lo que pretendemos es saber si tú te cuestionas lo mismo, o si ¿te preguntas el sentido de todo? 

El título de la charla de hoy es EL CRISTIANISMO ¿FALSO, ABURRIDO E IRRELEVANTE?

Y en el siglo XXI, ¿Quién puede tener interés en la fe o en la Iglesia? ¿Para qué, si es un rollo? Y además, a mí ¿en qué me afecta? 

Hace poco, vi una película de ciencia ficción cuyo título es “Tomorrow Land”. 

Un padre le dice a su hija que la vida es la lucha entre dos lobos hambrientos: uno, es oscuridad y desesperación; otro, es luz y esperanza. Y la hija le pregunta: Papa y ¿quién ganará? Él le contesta: A quien alimentes, porque se hará más fuerte y vencerá al más débil.

Dicen los que me conocen que soy un provocador. Es posible! Yo he pasado de provocar a las chicas para provocar a los curas y ahora intento provocar a otros. 

Hablaros de Dios hoy no me da ninguna vergüenza, hablaros de mi experiencia de fe no es algo íntimo y personal, tampoco es algo que me haga más débil o más friki. Yo creo que soy un tipo normal ¿no?

Lo que sí os digo es que para ser cristiano hay que ser un valiente y un provocador. Pero, cuidado, ser cristiano es muy peligroso, porque si descubres lo que hay detrás de verdad, te “engancha”. 

Yo os propongo que, como yo, os preguntéis: ¿Existe Dios de verdad? Y si existe ¿qué? ¿Interviene en mi vida y me ayuda?¿Merece la pena la religión? ¿Qué me aporta?

Marx decía que “las religiones son el opio del pueblo”; Nietzche, que “Dios está muerto” y Freud decía que “Dios es una proyección de la fragilidad humana que busca la figura de un padre protector”. Yo estaba de acuerdo con las tres. Y mucha gente supongo que también afirma alguna de ellas.

Para otros, las religiones son la respuesta a esa búsqueda del sentido último de nuestra vida. Nos hallamos pues ante muchas opciones y posibilidades.

La realidad religiosa es que, según algunos estudios, la población mundial está compuesta de:

· 2.200 millones de cristianos (la mitad, católicos) (32%)

· 1.600 millones de musulmanes (23%)

· 1.000 millones de hindúes (15%)

· 500 millones de budistas (7%) 

· 600 millones de personas (8%) practican diversas religiones incluyendo el jainismo, el sijismo, el sintoísmo, el taoísmo, etc.

Al mismo tiempo, una de cada seis personas en todo el mundo (1.100 millones, es decir el 16%) no se identifican con ninguna religión, aunque sí tienen algunas creencias religiosas o espirituales (Dios, espíritu, energía, etc.).

Lo que empezó Jesús con un grupo de amigos, a quien llamó discípulos, en un sitio perdido del extremo Oriente, hoy es un fenómeno global, o no es cierto que, en nuestro occidental establecemos nuestros calendarios en base a la figura de Jesucristo (a. C. / d. C.). Por lo menos, este judío ha dejado su nombre en un lugar importante de la historia ¿no? 

Evolución del cristianismo



Pero con independencia de lo que suponga para otros el cristianismo, yo os pregunto… para vosotros… ¿Es relevante? ¿Creéis que es falso? ¿Pensáis que es aburrido?

En esta España tradicionalmente cristiana, muchos piensan que el cristianismo es todo eso. Yo, al menos lo he pensado.

Hoy, sé que estaba dando de comer al lobo equivocado, porque por ignorancia, mi conocimiento de Jesús se limitaba a lo “razonable”, a lo “intelectual”, a lo “ideológico”, a lo “moral” y eso me llevaba a la oscuridad y a la desesperación. 

Pero ¿qué crees tú que es el cristianismo? ¿Es creer en Cristo? ¿Es un conjunto de ideas morales o religiosas? ¿Es hacer el bien? Es todo eso, pero yo he descubierto algo más: NO SE TRATA DE UNA IDEA sino de UNA RELACIÓN PERSONAL. 

Para conocer a Jesús, es preciso saber cómo se manifiesta, qué dice, qué hace: Si no le llegas a conocer personalmente, es imposible comprenderle. Para mí, se trata de bajarle de la cabeza al corazón, lo mismo que en el amor o en la amistad. El cristianismo es eso. 

Una vez que comprendes cómo es una persona y lo que te ofrece, puedes decidir si es lo que dice ser, si esa amistad o ese amor cumplen las expectativas. 

El propio Jesucristo, provocador y radical por antonomasia, resumió el cristianismo en una frase que aparece en el evangelio de Juan 14, 6: "Yo soy el camino, la verdad y la vida".

¿Qué quiere decir con todo eso? ¿Está loco? ¿Es un iluminado? 

YO SOY EL CAMINO 

Cuando Jesús dice YO SOY EL CAMINO se refiere a que él da dirección a un mundo perdido y da sentido a nuestras vidas. 

Asegura que es el único medio capaz de conducir al hombre a su plenitud, que Él es el único de satisfacer el hambre del corazón humano.

Muchos (y antes, yo también) pensamos ir por el buen camino es vivir razonablemente bien, con una vida más o menos organizada: trabajo, dinero, casa, coche, mujer o marido, familia, amigos y estatus social aceptable. Todo parece ir bien "por fuera". ¿Para qué preocuparse por nada más?

Pero estaréis conmigo en que algo falta. Hay siempre un vacío que no nos llena. Al menos a mí, aunque no era muy consciente de ello, algo me ronroneaba. Y empecé a provocarme a mí mismo.

¿Cómo? Insólito!!! Gracias a mi mujer y a un cura que es un crack, me fui acercando poco a poco a la fe, a la Iglesia, a Dios 

¿Cuándo? Cuando murió mi bendita suegra, empecé a acompañar a Mariajo (mi mujer) a misa, porque creía que era mi deber para con ella y para con mi suegra, por lo justa, cristiana y buena persona que fue toda su vida, por ejercer de madre conmigo, y porque justo antes de morir de cáncer y en la cama del Ramón y Cajal, me dijo al oído: Cuídala!

¿Por qué? No sabría deciros pero, mira por dónde... (Hasta incluso hoy me sorprendo) yo creo que en su último aliento me habló Dios mismo. Vale, ahora me estoy poniendo un poco friki, ¿verdad?

Mi certeza es que Dios, poco a poco, sin presión, sin agobiarme puso en mi camino a personas que cambiaron mi forma de ver a la Iglesia. Y una vez, en ella, conocí a Jesús.

No me importa gritároslo si hace falta: Yo quiero y sigo a Jesús, le tengo a mi lado y ha llenado mi corazón, estoy tan lleno… a pesar de que a los ojos del mundo soy poca cosa. Pero me da igual, de este mundo nada me voy a llevar cuando muera.

Sé que para ir al destino elegido hay que ir por la carretera correcta. Si no, o te pierdes o te equivocas.

Cuando Jesús dice YO SOY EL CAMINO es por que cuando uno se encuentra con Él uno siente un impulso desde su amor hacer un camino nuevo.

YO SOY LA VERDAD 

Cuando Jesús dice YO SOY LA VERDAD se refiere a que es una realidad en un mundo confundido. NO es una “idea”.

Vale, tal vez puedas decirme: "no importa lo que creas con tal de que seas sincero". Bueno, también uno puede estar sinceramente confundido: Pablo Iglesias es muy sincero en sus convicciones pero eso no quiere decir que vaya a solucionarnos la vida. Yo puedo estar firmemente convencido de que por la A4 llegaré a Barcelona, pero eso no significa que vaya a llegar.


O decirme: "El cristianismo será bueno para ti, pero no para mi". Es como decir que la gravedad me afecta a mí pero no a ti. Yo te digo que de la misma forma que si te tiras de un 5º piso, te afecta, Cristo también te afecta a ti.

O puedes creer en que Jesús es verdad pero no tienes ni idea de cómo es. 

Y es que si Cristo no es verdad, no pasa nada, sigue tu vida, no problem! Pero: ¿y si es verdad...? entonces pasa mucho: porque lo que Él promete y dice, permite alcanzar la plenitud interior y exterior. 

Te reto a que te cuestiones lo mismo que yo me cuestioné ¿qué pierdo por intentar descubrirlo? 

El concepto de la verdad puede definirse como conocimiento intelectual sobre algo o alguien, pero además es conocimiento personal sobre algo o alguien: yo sé, que comer adecuadamente es bueno para la salud, pero si no como, si no lo experimento personalmente, ¿cómo sé que es bueno?, ¿sólo porque lo digan otros?

Cuando Jesús dice YO SOY LA VERDAD, la palabra hebrea que se traduce como “verdad” se refiere a una “realidad experimentada”. 

Dejadme que comparta con vosotros una historia:

Yo aparte de cabezón y provocador, siempre he sido un “loco” del fútbol, ahora menos. Mi equipo es el Real Madrid, aunque les pese a muchos de aquí, y mi ídolo, Carlos Santillana, quien representaba un ejemplo para mí. El Marca y Estudio Estadio me mostraron su historia, sus goles, su palmarés, sus ganas de luchar hasta el final. Yo tenía conocimiento intelectual de Santillana, jugador.

Con el paso de los años, llegué a conocer personalmente a Carlos, sí a Santillana. Somos íntimos amigos; conoce a toda mi familia y yo a la suya, voy a su casa y él a la mía, compartimos vivencias, tomamos el aperitivo, salimos a comer o a cenar juntos, vamos al Bernabéu juntos, veraneamos juntos desde hace años e incluso jugamos juntos al fútbol (él mejor que yo, claro). Es decir, tengo conocimiento, experiencia personal de Carlos, persona.

Lo mismo ocurre con Jesús: la Biblia nos habla de Él, de su vida, de su carácter, de su forma de hablar y de enseñar, de sus milagros, etc. Nos aporta conocimiento intelectual sobre Cristo. 

Cuando le conoces, hablas con Él…joer…él va y habla contigo…es la leche!!!! Cuando estás con Él, amplias todo lo que dice la Biblia sobre Él, porque vuestra relación te aporta conocimiento personal de Jesús.

Cuando Jesús dice YO SOY LA VERDAD, nos dice que es real, que está aquí y que espera conocernos personalmente.

YO SOY LA VIDA 

Cuando Jesús dice YO SOY LA VIDA se refiere a que nos invita a salir de un mundo de tinieblas y de muerte, y nos promete dar sentido a nuestra vida.


¿Es posible estar vivo pero no vivir realmente? Pasamos más de 20 años de nuestra vida durmiendo, 10 años viendo la tele, 8 años comiendo, 6 años viajando, 2 años haciendo colas o llevando a nuestros hijos al cole o a actividades deportivas, y un año en atascos. ¿Es esto vida? ¿Este tipo de vida tiene algún sentido? 

Jesús vino al mundo a morir para liberarnos de las cosas que destruyen la vida, de todo lo malo de la vida. Murió en nuestro lugar, por amor a todos los seres humanos, creamos en Él o no. Así de grande es su amor. ¿Quién puede rechazar ese amor tan grande? ¿Quién no se enamora de una persona así?

A mí nunca me ha gustado pensar sobre la muerte. Y menos sobre la mía, pasaba de pensar en ella. Pero lo cierto es que todos vamos a morir. 

Cuando Jesús dice YO SOY LA VIDA se refiere a que, con su resurrección venció a la muerte y nos promete vida eterna que comienza aquí, sobrevive a la muerte y sigue para siempre. 

CONCLUSION

¿Por qué es tan importante esto? ¿Quieres hacer algo importante en tu vida? ¿influir en un mundo, que urgentemente necesita ser transformado?

Conocer a Jesús, ser cristiano:

· Implica un compromiso, renunciar a uno mismo, estar dispuesto a darlo todo, para ganarlo todo, según Su promesa. 

· No es nada aburrido; si fueran normas sería un coñazo, pero no es eso: es tener al mejor amigo con quien vivir la vida al máximo. 

· No es falso; es tan verdad y tan real como la vida. Tú rétale, provócale y verás….

· No es irrelevante; es que transforma tu vida y te cambia completamente.

Ya lo decía Chiquito de la Calzada: Venga, atrévete, cobardeeeeeee