¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

viernes, 20 de mayo de 2016

LA BIBLIA, ESA GRAN DESCONOCIDA



La Biblia es la Palabra viva de Dios, el libro de instrucciones que Dios nos ha dejado para aprender a saber manejar nuestras vidas.

Es el libro más vendido de la historia en el mundo, traducido a más de 2,300 idiomas y a pesar de ello, la gran mayoría de las personas que tienen una Biblia no la han leído. 

QUÉ ES LA BIBLIA

La Biblia es una colección de 73 libros escritos en hebrero, arameo y en griego, bajo la inspiración del Espíritu Santo, que contienen la Palabra de Dios y están divididos en dos grandes bloques: 

  • Antiguo Testamento (46 libros)
  • Nuevo Testamento (27 libros)
La palabra “testamento” ha reemplazado a la palabra “alianza”. Se trata, pues, de dos alianzas o pactos:

  • A.T. : Hacia el 1200 a.C., en los inicios de la independencia del pueblo judío, tuvo lugar la alianza que Dios hizo con su pueblo a través de Moisés. Los libros del Antiguo Testamento nacieron en la comunidad judía y pertenecen a esa época de la “antigua alianza”.
  • N.T. : Con la venida del Mesías, tuvo lugar otro “pacto”, otra “alianza”, nueva y eterna por medio de Jesucristo. Los libros del Nuevo Testamento nacieron en la comunidad cristiana. Esta nueva alianza va más allá del pueblo de Israel, se hace extensiva a toda la comunidad universal, de todas las épocas.
CÓMO LEER LA BIBLIA

Para leer la Biblia, podemos hacerlo siguiendo distintas claves:

Clave cristiana

Jesucristo es la figura central y angular de la Biblia, situado en el vértice de ambos testamentos. Ambos tienen cumplimiento y plenitud en Él y no se puede entender el uno sin el otro. 

Conociendo las Escrituras, conocemos a Cristo porque la razón de ser de la Biblia es la figura de Jesucristo.

Por ello, su lectura debe ser una lectura cristiana que descubra la presencia de Jesucristo en cada una de sus partes. 

Podemos decir que la Biblia es Cristo revelado en persona y obra.

Clave sacramental

La Biblia es como un sacramento porque en ella encontramos a Dios y su lectura debe hacerse con la misma actitud que mantenemos en la Eucaristía.

La Iglesia da siempre el mismo culto y honor tanto a la Biblia como a la Eucaristía. De hecho, la Biblia es “luz para el alma” y la Misa “pan para el cuerpo”.

Clave de justicia

Dios habla en la Biblia a través de los profetas y la palabra profética proclama la justicia como norma fundamental de convivencia humana y la implantación de ésta garantiza la defensa de los derechos humanos.

El Dios de la Biblia es el Dios de la Justicia (Jeremías 23,6) e interviene en la historia del hombre para hacer justicia (Salmos 119,172).

El pueblo de Dios tenía como misión servir de paradigma y ejemplo a todos los pueblos de la tierra, un modelo donde imperara el amor y la justicia; Pero no fue así y por ello Israel sufrió castigos y calamidades. Dios prefiere que haya amor y justicia a sacrificios (Proverbios 21,3 y Oseas 6,6)

Jesucristo ha sido llamado para restablecer la justicia (Isaías 42,6) y revelarse como justicia en sí misma (Isaías 56,1). Vino a establecer el Reino de Dios y su justicia y eso es precisamente lo que debe buscar el cristiano.

Clave de salvación

La Palabra de Dios nos muestra el camino a la salvación: nos habla de nuestro origen y nuestro destino, de la redención realizada por Jesucristo y de cómo conseguir la salvación final y definitiva. La misma Biblia es “palabra de verdad, palabra que salva” (Efesios 1,13 y Santiago 1,21). 

Es la revelación y realización del misterio de la salvación de Dios a través de personajes concretos (Noé, Moisés, etc.) siempre bajo su intervención pero sobre todo, de la salvación que nos trae Jesucristo (Juan 12,47).

Clave de liberación

La Biblia es la historia de la liberación del hombre: Dios interviene en la historia del hombre, liberándolo de todas las esclavitudes. Eso mismo es la redención de Jesucristo.
  • Liberación socio-económica: rompe la opresión y esclavitud de su pueblo y crea fuentes propias de riqueza.
  • Liberación socio-política: Dios hace de su pueblo un pueblo libre e independiente.
  • Liberación teológica: libera al hombre del pecado, causa de todas las esclavitudes.
La Biblia es un libro vivo y dinámico que sirve para hombres y mujeres de todos los tiempos y de todos los espacios. También hoy. Nos habla a cada uno de nosotros.

La Palabra de Dios está escrita para creer en ella, aceptarla, acatarla, vivirla, practicarla y encarnarla.

El reino de Dios que ha venido a establecer en este mundo es el reino de la igualdad, de la libertad, del amor fraterno y de la justicia social.

Clave de amor

Toda la Biblia es un canto al amor (Cantar de los Cantares). Dios es amor (Juan 4,8-16) y elige a su pueblo en matrimonio, como esposa, por puro amor.

Pero la mayor prueba de amor de Dios al mundo que nos relata la Biblia es que le dio a su Hijo único (Juan 3,16 y 1 Juan 4,9) y Jesucristo, a su vez, nos manifestó el amor más grande que existe, al dar su vida por nosotros (Juan 15,13).

A este amor, el hombre debe responder con amor a Dios y al hombre, pues aquí está resumida toda la Ley de Dios (Marcos 12, 28-31 y Romanos 13,8). 

Debe ser un amor hasta el extremo, pleno, radical, sin “medias tintas”, con todo el corazón y con toda el alma. Un amor a todos, incluso a los enemigos, de la misma manera que Cristo nos ha amado (Juan 13,34).

El distintivo del cristiano es el amor (Juan 13,35), sin él, no hay nada. El que está en el amor está en Dios (1 Juan 4,16).

Clave de Iglesia

La Biblia es donde debe reflejarse la Iglesia. La Iglesia nace de la Biblia y a la vez, es autora de la Biblia. 

La Iglesia tiene la obligación de una continua purificación mediante la puesta en práctica de los postulados de la Biblia.

La Biblia es la vida de la Iglesia y el alimento vital donde se fundamentan todas sus disciplinas: la teología, la moral, la espiritualidad, la catequesis, la pastoral y la liturgia.

La Iglesia no sólo es la depositaria de la Biblia, sino también es su intérprete. La Biblia hay que leerla desde la Iglesia y para hacer Iglesia.

Clave de Oración

La Biblia nos prepara para oír a Dios. Es interpelante y exige respuesta.

Hay que escucharla con actitud orante: humildad, disponibilidad, respeto y amor; esto es hacer oración de la lectura de la Biblia (1 Juan 4,7-8).

Debe ser un libro de lectura diaria de todos los cristianos, de todo el pueblo de Dios y no debe quedarse en el ámbito de la historia o de la inteligencia sino debe centrarse en el ámbito del corazón. Es un libro de vida nos enseña a vivir mejor.

ANTIGUO TESTAMENTO

I. PENTATEUCO

La Biblia comienza por el Antiguo Testamento y sus cinco primeros libros reciben el nombre de Pentateuco y son: GÉNESIS, ÉXODO, LEVÍTICO, NÚMEROS Y DEUTERONOMIO.

En la tradición judía se denomina el Torá o Ley y en la cristiana se definen como libros históricos. Ambos, ley e historia, se entrelazan a lo largo de los cinco libros.

La línea histórica abarca desde la creación del universo hasta la muerte de Moisés, momento en que Israel se dispone a cruzar el Jordán y entrar en la tierra prometida.

Los relatos del Pentateuco están impregnados de la experiencia de Dios y distinguimos seis etapas:

1. Historia de los orígenes (Génesis caps.1-11)
2. Historia de los patriarcas (Génesis caps.12-50)
3. Historia del éxodo (Éxodo caps. 1-15)
4. Sinaí: Ley y Alianza (Éxodo caps. 19-24)
5. La marcha a través del desierto (Éxodo caps. 16-18 y Números caps. 10-20)
6. Conquista de la tierra (Números caps. 20-36)
7. Despedida de Moisés (Deuteronomio)

Entre ellas, se establece el culto a Dios, sacerdocio, leyes, fiestas y sacrificios.

II. LIBROS HISTÓRICOS Y NARRATIVOS

A lo largo de los siguientes libros se revela a Dios como el verdadero artífice de las historias, más allá de las múltiples intrigas humanas que forman la historia del pueblo de Israel.

Los libros históricos (también proféticos) pueden dividirse en varios grupos dependiendo de su origen, forma y contenido:
  • JOSUÉ, JUECES, 1 y 2 SAMUEL, 1y 2 REYES
  • RUT
  • 1 y 2 CRÓNICAS, ESDRAS Y NEHEMÍAS
  • 1 y 2 MACABEOS, TOBÍAS, JUDIT Y ESTER.

III. LIBROS SAPIENCIALES Y POÉTICOS
  • Sapienciales: Constituidos por el mâsal o proverbio, la instrucción y el poema:
- Sabiduría antigua: PROVERBIOS Y SABIDURÍA DE SALOMÓN. 
- Sabiduría crítica: JOB y ECLESIASTÉS (QOHÉLET).
- Sabiduría religiosa: ECLESIÁSTICO (SIRÁCIDA) 
  • Poéticos: SALMOS, CANTAR DE LOS CANTARES, LAMENTACIONES.
IV. LIBROS PROFÉTICOS

Profeta en hebreo es nâbî, “llamado”. Mientras que un sacerdote, por elección, por sangre o por pertenencia a una familia es un hombre para ejercer una función, un profeta es un hombre llamado por vocación divina, que ha recibido una misión de Dios y es un instrumento de Dios. El profeta es carismático, un elegido.
  • El profeta, la voz de DiosProfeta es el que habla en lugar de Dios. No anuncia el futuro sino que proclama la palabra de Dios, es intérprete entre Él y los hombres. Unas veces, anuncia felicidad y bienandanza; otras, vicios morales e injusticias sociales. Es la voz de Dios y la de quienes no tienen voz, de los oprimidos, los marginados, los explotados, los pobres, etc. Dice lo que “el Señor dice”.
  • El profeta, el hombre del espírituEl profeta es un hombre inspirado, es decir, poseído y sublimado por el Espíritu, al que no se puede resistir y se ha de doblegar.
  • El profeta, un hombre de DiosEs de Dios y habla de Dios. El objeto de la profecía es Dios mismo, que castiga y perdona, que interviene en la historia del hombre y le dice lo que tiene que hacer. Da a conocer lo que Dios quiere, el el “representante de los intereses divinos”.
  • El profeta, un hombre de palabra y de acciónEs el hombre de la palabra, de la Palabra eterna, viva y eficaz, con efecto y que realiza lo que significa y lo que anuncia. Es un predicador, un proclamador de la Palabra de Dios.
  • Maneras de recibir y expresar el mensaje proféticoEl profeta recibe el mensaje de Dios a través de sueños o de visiones. Éstas pueden ser objetivas, subjetivas o intelectuales. Las más habituales son las subjetivas: Dios actúa en la imaginación del profeta, el cual, llevado por su fantasía, elabora imágenes visuales y auditivas cargadas de significados, que han de ser transmitidos y explicados al pueblo. En las intelectuales, el profeta conoce, sin necesidad de imágenes, la verdad que Dios le comunica. El profeta expresa el mensaje de Dios de muchas maneras: con lenguaje poético y brillante, con elocuentes discursos, coplas, canciones, elegías, himnos, sentencias rítmicas, con gestos y acciones simbólicas que inciden de manera efectiva en el corazón y en la memoria de los oyentes. 
Profetas Mayores: escritos u oráculos extensos: ISAIAS, JEREMÍAS, EZEQUIEL Y DANIEL

Profetas Menores: escritos u oráculos reducidos: 
-Período asirio: AMÓS, OSEAS (reino de Israel) y MIQUEAS (reino de Judá).
-Período babilónico: SOFONÍAS, NAHÚN, BARUC, HABACUC (reino de Judá).
-Período persa: AGEO, ZACARÍAS, MALAQUÍAS.
-Período incierto: JOEL, ABDÍAS Y JONÁS

NUEVO TESTAMENTO
Los libros del Nuevo Testamento son:

Los 4 Evangelios. Narran los hechos más importantes de la vida de Jesús y sus enseñanzas. Cada Evangelio recibe el nombre de su autor: MATEO, MARCOS, LUCAS (los llamados sinópticos)  y JUAN.

Hechos de los Apóstoles. Narra la vida y acontecimiento de los 12 apóstoles después de la ascensión de Jesús al cielo, y el nacimiento de la Iglesia.

Las Epístolas (Cartas). Fueron escritas con el fin de dirigir, aconsejar e instruir a las iglesias recién formadas, o ayudar a los responsables de pastorearlas y administrarla. 

La mayoría fueron escritas por Pablo ("Epístolas Paulinas") con el fin de adoctrinar a  las comunidades a las que iban dirigidas. Muchas de ellas fueron escritas estando en prisión:  


  • ROMANOS (58 d.C.)
  • I CORINTIOS (56 d. C.)
  • II CORINTIOS (57 d.C.)
  • GÁLATAS (57 d.C.)
  • EFESIOS (61 d.C.)
  • FILIPENSES (52 d. C.)
  • COLOSENSES (60 d.C.)
  • 1 TESALONICENSES (50 d.C.)
  • 2 TESALONICENSES (51 d.C.)
  • 1TIMOTEO (65 d.C.)
  • 2 TIMOTEO (67 d.C.)
  • TITO (65 d.C.)
  • FILEMÓN (62 d.C.)

Las demás cartas o epístolas fueron escritas por las personas que llevan su nombre: SANTIAGO, 1 y 2 PEDRO, 1, 2 y 3 JUAN, JUDAS.


El Apocalipsis o libro de las revelaciones. Es considerado por la mayoría de los eruditos, el único libro del Nuevo Testamento exclusivamente profético.

ALGUNOS DATOS CURIOSOS
  • La Biblia se escribió durante un periodo de 1,500 años. 
  • Dios inspiró a más de 40 hombres para escribirla.
  • Originalmente fue escrita en hebreo, arameo, y griego. Luego, en latín y finalmente a otros idiomas.
  • Fue el primer libro impreso en el mundo (en la imprenta de Johannes Gutenberg en el año 1,454).
  • Ha sido traducida a más de 2,303 idiomas y dialectos.
  • Es el libro más publicado, vendido, distribuido y leído del mundo.
  • Ha sido y es el libro que ha sufrido más persecución a través de la historia.
  • Ha sido y es el libro más reverenciado de la humanidad.
  • En Jesús se cumplieron aproximadamente más de 300 profecías, todas ellas anunciadas de manera asombrosa siglos antes: La primera anunciada aproximadamente 4.000 años antes de su nacimiento, en Génesis 3,15, cumplida en Lucas 1,35. La última anunciada 425 años antes, en Malaquías 4,6 y cumplida en Lucas 1,16-17.
La Biblia tiene:
  • Libros: 73 (46 en el A.T. y 27 en el N.T.).
  • Capítulos: 1,189
  • Versículos: 31,163
  • Palabras: más de 700.000 (entre 773,692 y 783,137, según la versión e idioma).
  • Letras: más de 3 millones.
  • Personajes: casi 3,000 (2,930).
  • El libro más largo: los Salmos (150 capítulos).
  • El libro más corto: 2 Juan (13 versículos); seguido por 3 Juan (15 versículos); Abdías (21 versículos) y Judas (25 versículos).
  • El capítulo más largo del A. T.: Salmo 119 (176 versículos).
  • El capítulo más corto del A. T.: Salmo 117 (2 versículos).
  • El capitulo más corto del N. T.: 1 Juan capítulo 1 (10 versículos)
  • El versículo más largo: Ester 8,9.
  • El versículo más corto: Éxodo 20,13 (No matarás); seguido por Éxodo 20,15 (No robarás) y Juan 11,35 (Jesús lloró).
  • Dos capítulos iguales: Salmos 14 y 53.
  • El centro de la Biblia: Salmo 118,8 (Hay 594 capítulos antes y después del Salmo 118).
  • El libro más antiguo en escribirse: Job (aprox. 1,500 A.C.)
  • El último libro en escribirse: el evangelio de Juan (aproximadamente 100 D.C.). 
  • Moisés fue el autor de más libros del Antiguo Testamento (5 libros del Pentateuco).
  • El apóstol Pablo fue el autor de más libros del Nuevo Testamento (14 cartas).
  • En el libro de Ester no se menciona la palabra "Dios".
  • El Antiguo Testamento termina con una maldición y en el Nuevo Testamento termina con una Bendición.
La Biblia es un libro único. Es "el Libro".




jueves, 19 de mayo de 2016

EL YOGA: ¿COMPATIBLE CON CRISTO?



"Tienen apariencia de sabiduría por su afectada piedad, 
su humildad y la mortificación corporal; 
pero no tienen valor alguno: 
solo sirven para cebar la carne.”
(Colosenses 2,23)

En el mundo individualista y relativista de hoy, donde "todo vale", existe un interés creciente por el Yoga, incluso entre los cristianos, y que también se extiende a otras prácticas esotéricas y de la Nueva Era como el Reiki, la reencarnación, la acupuntura, la sanación, la reflexiología, etc. 

Métodos sobre los que el Vaticano ha prevenido y avisado en su documento "Jesucristo, portador del agua de la vida".

Para algunos el Yoga es algo bueno, un medio de relajación y de alivio de la tensión, un ejercicio para la salud y para estar en forma e incluso, es una curación de enfermedades.

Pero el Yoga es, principalmente, una disciplina espiritual de meditación y por tanto, los cristianos debemos informarnos sobre su compatibilidad con la fe católica.

¿Qué es el Yoga?

La palabra Yoga significa "unión". El objetivo del Yoga es unir el yo transitorio (temporal), "JIVA", con el (yo eterno) infinito, "BRAHMAN", el concepto hindú de Dios, que no es un Dios personal, sino una sustancia impersonal espiritual en unión con la naturaleza y el cosmos.
El Yoga es radicalmente contrario e incompatible con la espiritualidad cristiana porque es panteísta (Dios es todo y todo es Dios). 

No es sólo un sistema elaborado de posturas y de ejercicios físicos, sino una disciplina espiritual que afirma que el hombre y Dios son uno. El cristianismo establece claramente una distinción entre Creador y criatura, entre Dios y hombre.

En el Hinduismo, el bien y el mal son uno y lo mismo. En el Cristianismo, el Bien y el mal no son lo mismo. El pecado es una ofensa contra la Santidad de Dios y la razón por la que necesitamos un Salvador. La Encarnación, la Vida, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesús son para nosotros medios de salvación, es decir, para liberarnos del pecado y de sus consecuencias. 

En el mejor de los casos, el Yoga es una práctica pagana y en el peor es una práctica oculta"No os maravilléis, pues también Satanás se disfraza de ángel de luz" (2 Cor 11, 14).
El yoga es la religión del anticristo: el hombre que se hace Dios. Con el Yoga no se acepta otra cultura, sino otra religión que excluye a Dios Creador, para convertir a cada uno en su propio Dios. 

El deseo de llegar a ser Dios es el primer y el segundo pecado en la historia de la creación:
  1. Rebelión de Satanás.
     "Subiré hasta el cielo y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios, me sentaré en la montaña donde se reúnen los dioses, allá donde el Norte se termina;
    subiré a la cumbre de las nubes, seré igual al Altísimo" (Isaías 14, 13-14).
  1. Rebelión del hombre. "La serpiente le dijo a la mujer: ¡No, no moriréis! Antes bien, Dios sabe que en el momento en que comáis se abrirán vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal" (Génesis 3, 4-5).
La filosofía y la práctica del Yoga están basadas en la creencia de que el hombre y Dios son uno. Se enfatiza la figura de uno mismo, en lugar de en el Único y Verdadero Dios.

El Yoga anima a buscar las respuestas de la vida en nuestra mente y conciencia, en vez de buscar soluciones en la Palabra de Dios a través del Espíritu Santo.

¿Debe un cristiano practicar yoga?

Las dudas y confusiones, la apostasía y la infidelidad, la frialdad religiosa y la indiferencia han llegado a Occidente de la mano de la mística y las meditaciones orientales, de las prácticas esotéricas y de la Nueva Era, del yoga y del reiki... 

Un cristiano no puede en ningún caso aceptar la filosofía y la práctica del yoga, ya que el Cristianismo y el Yoga se excluyen mutuamente.

Para un cristiano, la oración es el diálogo con nuestro Dios Creador, que es una persona distinta a nosotros y a quien necesitamos.

Para un cristiano, el pecado es el principal problema del hombre, lo que le distancia de Dios y por eso, necesita la reconciliación, a través de Jesucristo "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo". Por la muerte de Jesús en la cruz, Dios ha reconciliado consigo al mundo. 

Para un cristiano, la redención es un regalo gratuito que sólo puede ser recibido  por Dios y nunca ganado o alcanzado a través del propio esfuerzo o con obras

Sólo Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida.

miércoles, 18 de mayo de 2016

EL CAMINO DE EMAÚS, MI EXPERIENCIA DE AMOR


Hoy hablaré del retiro de Emaús como una experiencia de conversión inolvidable que viví y sigo viviendo, que me ha marcado el camino correcto, aunque no desvelaré ni sus dinámicas ni sus secretos, pues la confidencialidad es una de sus esencias. 

¿Qué es?

Emaús es, ante todo, una maravillosa cita íntima y personal con el Amor de Dios. 

¿En qué se basa?

Basado en la lectura del evangelio según San Lucas 24: 13-35, el camino a Emaús no es un movimiento, ni una espiritualidad, sino un método de apostolado impulsado por laicos para laicos, en el marco de la nueva evangelización, que cuenta con el acompañamiento espiritual de sacerdotes de las parroquias que lo organizan y cuya finalidad es llevar a las personas al encuentro con Cristo. 

¿Qué ofrece?

Ofrece una oportunidad para que todo aquel que esté buscando, que no conozca a Jesús, que lo conozca y no le quiera, o se haya peleado con él, o que simplemente vive agobiado en la prisa, el consumismo, el yo, el ansia de poder, posición y dinero que ofrece el mundo de hoy … Vivir un regalo impresionante: un fin de semana transformador, producto del encuentro con el amor de Jesús. 

¿Qué supone?

Supone retirarse del mundo del viernes por la tarde al domingo por la tarde en una casa de espiritualidad y ser testigos de una serie testimonios y experiencias personales de laicos, recibir la efusión del Espíritu Santo y salir del retiro con un sentido renovado de prioridades y propósitos.

¿Cuál es su objetivo?

El objetivo es reconocer que Jesús vive entre nosotros, amándonos con amor infinito y eterno, caminando a nuestro lado, en nuestra propia vida. Con Él, nos convertiremos en luz del mundo, en faros del Espíritu Santo para otros de nuestro entorno y transformarlo.

¿Por qué cambia la vida?

Emaús permite comenzar a vivir una vida llena de amor a Dios, de esperanza, que se materializa en grandes beneficios personales: matrimonios rotos que se perdonan y recuperan el amor, hermanos que se reconcilian, personas que no entendían su sentido de la vida ahora comprenden que Dios los ama, gente alejada de la Iglesia que desean recibir los sacramentos e implicarse en la fe, enfermos que dan gracias a Dios por su enfermedad, desesperanzados que abrazan el amor de Dios...

A menudo, muchos asistentes cuentan que han acudido al retiro obligados por sus amigos o familiares y sobre todo, por sus mujeres. Algunos, van a ciegas y con ciertas reticencias. Pero, una vez el retiro finaliza, todos salimos alegres, como aquellos discípulos de Emaús, damos gracias a Dios por esta experiencia de fe y amor, por haber reconocido de nuevo a Dios caminando a nuestro lado y nos convertimos en transmisores del amor de Cristo.


Volvemos felices, con la cara iluminada, a nuestras casas, con nuestras familias, a nuestros entornos sociales y profesionales, con la imperiosa necesidad de transmitir esta experiencia, esta gracia. Cuando Dios transforma tu corazón y cambia tu percepción de la vida no puedes sino contarlo a todo el mundo.

Emaús es un camino de peregrinaje, donde uno se encuentra con Jesús de una forma casual y al que tantas veces no reconocemos en nuestra vida, tan vacía y tan llena de cosas materiales.

¿Quién puede participar?

Puede participar todo el mundo. Los retiros se organizan para hombres y mujeres, de manera independiente.

Al retiro vienen gente de todas las sensibilidades de la Iglesia, personas de las parroquias, incluso sacerdotes y consagradas. 

Asisten laicos, personas no católicas o de otras confesiones, personas alejadas de la fe y de la Iglesia o personas con una vida sacramental más tibia.. El amor de Dios no pone barreras a los hombres. 

Todos necesitamos experimentar el amor de Dios en nuestra vida.

¿Cuántas veces se puede participar?

Estos retiros se hacen una sola vez en la vida, como caminante y cuantas veces se quiera, como servidor en los siguientes retiros.

Cuando, como caminante, dejas tu parroquia (Jerusalén) sientes que te embarcas en una peregrinación a Emaús y en el camino te encuentras con Jesús, pero al principio no le reconoces.

Al igual que los discípulos, durante 
el camino, se vaciaron contándole a Jesús “todas las cosas que pasaron esos días”, en el retiro, los caminantes nos vaciamos totalmente, le entregamos a Jesús todo lo que nos ha pasado en nuestras vidas. Jesús escucha y seguidamente nos ofrece la Eucaristía, en ese momento es cuando lo reconocemos: cuando parte el pan. 

Los discípulos se levantan e inmediatamente regresan a Jerusalén a contarles a otros la Buena Nueva, que Jesús está vivo y que está con nosotros. Y eso mismo es lo que haces como caminante.


¿Cuál es su consecuencia?

La consecuencia lógica, es la implicación
 de los caminantes en las diferentes actividades de su parroquia y la participación activa en la comunidad. De esta forma, se revitaliza la vida de las parroquias donde se proponen los retiros de Emaús, al integrar y recoger en las mismas, el ímpetu apasionado de estas personas, que desean transmitir y compartir su encuentro con Cristo.

¿Qué nos cuenta el relato?

El último capítulo del "Evangelio de la misericordia" nos narra un acontecimiento que se ha repetido en numerosas ocasiones, que ha inspirado obras de arte, que ha suscitado conversiones e inspirado a los cristianos en el camino a la santidad.

Comienza con dos discípulos desencantados (uno es Cleofás y el otro...) que están abandonando, cabizbajos, la causa por la cual, tres años antes, habían dejado todo. 

Pero ahora, después de tres días de esperar al Maestro en el que habían creído, tenían miedo y pesar, y volvían a casa para tratar de reconstruir las vidas que habían dejado atrás. En un fin de semana se les había escapado el único ideal que había llenado sus jóvenes corazones.

En su camino se les aparece Cristo, pero aunque lo veían, algo les impedía reconocerle. ¿Por qué? ¿Por qué no reconocen su rostro después de haberlo seguido por tres años? ¿Por qué no reconocen su voz después de haber dejado todo el día que escucharon su llamada? ¿Por qué no reconocen sus palabras después de haberlo oído predicar?

Tal vez es porque, como ellos mismos admiten, Él ha desilusionado las esperanzas que tenían, de que Él fuera el libertador de la nación de Israel. 

El obstáculo no es que no tengan a Jesús al lado, caminando con ellos, es que ellos esperan ver a alguien diferente. Así nunca verán a Jesús, por más claro que se les aparezca. ¡Su fe y su esperanza, pequeña y a su medida, no les deja aceptar la gloria y el gozo de la resurrección!

Pero Jesús no los deja alejarse. Quiere conquistárselos para siempre. Se hace el encontradizo para caminar junto a ellos y para que lo inviten a cenar. 

Y ahí, en la intimidad de un pequeño cuarto, se les revela al entregarse en la Eucaristía. Eufóricos, corren hasta Jerusalén bajo la luz de las estrellas. 

¡Ha resucitado, y vive con ellos para siempre! Se dejaron conquistar por la esperanza que les ofrece Jesús, y en la Eucaristía lo llevan consigo para siempre.

Cristo ha resucitado, está vivo y camina conmigo. ¡Qué maravilla! ¡Qué experiencia! Mi corazón rebosa de gozo y quiero cantar, quiero gritar, quiero trasmitir a otros esta certeza. No estoy solo, Cristo quiere estar conmigo. Está vivo en la Eucaristía, esperándome pacientemente. No puedo ser indiferente o pasivo ante tanto amor, por eso corro a compartir con los demás esta Buena Nueva.


JHR

viernes, 13 de mayo de 2016

EL CAMINO DE DAMASCO, MI EXPERIENCIA DE CONVERSIÓN



¿Qué es la conversión? ¿Por qué necesito convertirme? ¿Cómo llegar a ser un verdadero cristiano? ¿Hay una sola conversión o es un proceso de múltiples conversiones?

En Hechos 3,19, el apóstol Pedro habla de la importancia de la conversión: “arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados”. Pero, ¿qué significa “convertirse”?

Muchas personas creen que para convertirse o para "nacer de nuevo" sólo deben aceptar una vez a Jesucristo en su corazón, profesar la fe sólo con palabras o sencillamente, ir a misa. 

Pero, ¿qué significa “nacer de nuevo”? ¿basta sólo con palabras? ¿qué significa realmente ser cristiano?  ¿Es algo instantáneo o un proceso? ¿Tiene el Espíritu Santo algo que ver en esto? 

La conversión cristiana es un tema importante en las enseñanzas de Cristo y de sus discípulos. Cuando una persona se convierte quiere decir que cambia. Convertirse quiere decir “dejar de ser una cosa para ser otra”.

La conversión

“Vivíamos también todos nosotros en otro tiempo en medio de las concupiscencias de nuestra carne, siguiendo las apetencias de la carne y de los malos pensamientos, destinados por naturaleza, como los demás, a la cólera...” (Efesios 2,3). 

Todos somos pecadores y por ello, estamos alejados de Dios. Para volver a Él es necesario que se produzca una transformación, un cambio en nuestra forma de pensar y actuar, en los deseos de nuestro corazón, en nuestra actitud y en nuestra relación con Dios.

Y para que se produzca esa conversión es preciso arraigar un amor nuevo en nuestro corazón y una vida nueva, es necesario experimentar a JesucristoCuando uno conoce realmente al Señor, su vida cambia, se pone en camino, desecha todos los hábitos pecaminosos y los frutos del Espíritu se manifiestan

La conversión es una actitud diaria, es un proceso, un camino y una sucesión de transformaciones que duran toda la vida, una experiencia real de Jesucristo resucitado y presente en la Eucaristía y desde ahí en todos los aspectos de tu vida. 

El camino de Damasco (Hechos 9,1–18)

El ejemplo más claro que aparece en la Biblia sobre la conversión de un ser humano es el de Saulo de Tarso (nombre judío), Pablo (nombre romano), el apóstol de los gentiles. 

Pablo de Tarso había recibido el mandato de las autoridades judías de perseguir a los cristianos de Damasco. Mientras cabalgaba hacia allí, un resplandor del cielo le hizo caer del caballo dejándolo ciego, mientras él y los que cabalgaban con él oían una voz que decía "Saulo, Saulo, por qué me persigues"

Tras esta fuerte experiencia, Pablo se encuentra en Damasco con Ananías, que le impone las manos en nombre de Jesús, lo que le devuelve la vista. Inmediatamente, Pablo es bautizado.

Al ser convertido, Pablo dejó de oponerse al cristianismo y llegó a ser un gran defensor de Cristo. El arrepentimiento sincero, la humildad, la entrega completa, la obediencia a Dios, el deseo de aprender y la voluntad de sufrir por causa del Señor fueron algunas de los cambios que Saulo experimentó en su vida, desde el momento de su conversión.

Pablo, aún después de convertirse siguió teniendo el entusiasmo, energía, valor y celo que tenía antes de su conversión. Su conversión consistió en pasar de su fe farisea a la fe cristiana, de su lealtad a la ley judía a la fidelidad en Cristo y de su propia justicia a la justicia de Dios. La conversión significa dejar las normas del mundo para ir en pos de las de Dios. Significa cambiar de forma de vida, no de personalidad.

Fue la gracia de Dios la que envió la luz resplandeciente al enemigo de la fe cristiana en el camino a Damasco. Sólo la gracia de Dios puede convertir los corazones de los que tienen la voluntad de recibir el poder transformador del Señor. Jesús dice: Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día". (Juan 6,44).

Pablo era un hombre “bueno”, bien educado e inteligente, con una personalidad dominante, poseía una “buena conciencia” (Hechos 23,1) y era celoso de la ley. Creía sinceramente que estaba persiguiendo a una secta débil, ignorante y fanática. Creía que su tarea era ayudar a Dios, purificando a Israel de la corrupción religiosa. Pero necesitaba experimentar a Jesucristo para obtener su salvación. Su obediencia cuidadosa de la ley y el celo con que se entregaba al servicio religioso no eran más que “paño sucio” (Isaías 64,5) porque "era impuro". 

Pablo fue consciente de que debía apartarse de todas sus formas y de todos sus intereses personales para recibir a Cristo. Debía olvidar su propia justicia para recibir, por la fe, la justicia de Dios (Filipenses 3,1–9). Es decir, Pablo tuvo que convertirse para ser salvo.

El hombre hace su papel, someterse a Dios y obedecerlo, pero es Él quien hace el milagro por su gracia en el corazón del mismo. Pues Dios es el que produce en ustedes tanto el querer como el actuar para agradarle.” (Filipenses 2,13). “Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día". (Juan 6,44). 

Mi camino de Damasco

Personalmente, me siento un privilegiado. Yo he experimentado mi propio camino de Damasco. He vivido una vida pensando que yo era bueno, que no hacía mal a nadie, que todo dependía de mi y de mi talento. Seguía la corriente de este mundo” (Efesios 2,2), “en las pasiones humanas (1 Pedro 4,2). Dios no estaba en mi vida. Ahora soy consciente. Por eso, he abandonado mi anterior vida desorientada. 

Cuando encuentras el amor verdadero, el amor desinteresado, el amor con mayúsculas, desaparecen las dudas y emerge el sentido de todo: EL AMOR. No es posible callártelo, quieres gritarlo a los cuatro vientos. Yo he experimentado el amor humano con mi ángel, con mi mujer, a quien quiero profundamente y lo más importante, he experimentado el amor divino, con mi Padre, con mi Creador a quien quiero con toda mi alma.

Yo estaba ciego, pero con humildad y obediencia escuché su voz. Dios me miró a los ojos y dijo mi nombre: ¿Me amas Alberto? Ante tal pregunta, uno se desmorona, se rompe, cae de rodillas y con lagrimas en los ojos, dice: "Tú sabes que te quiero, Señor".

Pero lo importante, lo trascendente no es si yo te quiero, Señor. Lo fundamental es que Tú me quieres, aún a pesar de mí, de mis defectos, de mis infidelidades y pecados, me quieres antes de yo conocerte. Ese es el centro del universo, que Tú me amas desde siempre y para siempre.

Por eso, me entrego a ti, a tu voluntad, a tu amor inagotable, a tu misericordia infinita, desde mi pequeñez, desde mi insignificancia, desde mi torpeza.

Mi amor, pequeño y humano, es importante para Ti, el Hacedor de todo y eso no se puede corresponder con palabras ni con hechos mortales. 

Yo, que soy un átomo en tu propósito eterno, para Ti soy vital. ¿Existe un amor más grande?

Señor, gracias por convertirme día a día, por moldear mi carácter, por dejarme conocerte y experimentarte.

Gracias por otorgarme la gracia de amarte, de servirte y de servir a los demás. 

Gracias por el privilegio de ser instrumento tuyo en Tu plan de salvación. 

Gracias por curar mi ceguera y permitirme darte gloria. 

Gracias por iluminar mi camino y sacarme de las tinieblas.

Gracias Señor. 

Tú sabes que te quiero.


jueves, 5 de mayo de 2016

LA RESURRECCIÓN DEL AMOR

We all need a love resurrection
Just a little divine intervention
(Alison Moyet)



"Todos necesitamos resucitar al amor, tan sólo basta una pequeña intervención divina". Lo que Alison Moyet desconocía es que ya la hubo y no fue pequeña, precisamente. 

Jesucristo, con su muerte y resurrección, nos ha enseñado el verdadero significado del amor: nos amó hasta el extremo, incondicionalmente, tal y como somos, y a la vez, nos perdonó.

Con Él, resucitamos al amor. Con su perdón, somos restaurados en el amor. Jesús no esperó a que le pidiéramos perdón, se lanzó a nosotros con los brazos abiertos.

Este fin de semana escuche al padre Roel preguntar "¿Quién debe dar el primer paso, el que debe perdonar o el que debe ser perdonado?" Su respuesta fue muy sencilla: "Quien más ame".  

Si tú eres el que más ama, lánzate y perdona. Cristo lo hizo.

Nuestro Padre misericordioso nos ofrece como gracia, la posibilidad continua de ser perdonados en el sacramento de la reconciliación. 

Reconcíliate con el Señor y corre a perdonar a tu hermano.

Alguien dijo en una ocasión que "el amor es una planta que se riega con paz y con perdón". ¡Qué gran verdad!

El amor no puede crecer con raíces de rencor ni con ramas de odio. 

El prejuicio y la intolerancia son males que se han convertido en una epidemia que destruye bosques enteros de humanidad. 

El odio ha matado al amor. Por ello, necesitamos regarlo con ríos de perdón y torrentes de paz.

El amor todo lo perdona, no lleva cuenta, no es rencoroso, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo (1 Corintios 13, 4-8).

El amor alienta.... el odio destruye. 
El amor atrae.... el odio rechaza. 
El amor confía.... el odio sospecha. 
El amor tranquiliza.... el odio altera. 
El amor espera.... el odio desespera. 
El amor consuela.... el odio crispa. 
El amor perdona.... el odio intriga. 
El amor vivifica.... el odio mata.
El amor es dulce.... el odio es amargo.
El amor es pacífico.... el odio es guerrero.
El amor es luz.... el odio es tiniebla.
El amor es humilde.... el odio es vanidoso.
El amor es espiritual.... el odio es carnal.
El amor es sublime.... el odio es triste.