¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.

miércoles, 8 de julio de 2015

UN VIAJE INESPERADO





Muchos conocéis mi admiración y entusiasmo por la obra de J. R.R. Tolkien y su Tierra Media. Hoy quiero referirme a uno de sus primeros libros, “El Hobbit: un viaje inesperado”.

Aunque a primera vista parezca tratarse de un cuento de niños, se trata de una historia de desarrollo personal, de aprendizaje y de formación, más que de una aventura fantástica (que también).

El protagonista adquiere un sentido profundo de su identidad y una mayor confianza en el propósito de la misión gracias al viaje que decide realizar.

Tolkien describe el inesperado viaje de Bilbo como una búsqueda de madurez ante su negativa inicial a emprenderlo, dado que su acomodada, tranquila y despreocupada vida, la feliz ausencia de grandes agobios dentro en su “agujero hobbit” no le proporcionaba inquietud alguna por las grandes aventuras, llenas de inagotables dificultades e innumerables peligros.

A su vez, forman también parte de la línea argumental y moral de la historia: la superación de la codicia y el egoísmo, el alto concepto del compañerismo y la lealtad, el compromiso y el servicio a los demás, desde la mayor de las insignificancias, con momentos de duda, y muchas veces, incluso siendo ninguneado.

Volviendo a nuestro mundo, durante este curso a muchos de nosotros, nos ha ocurrido algo parecido. Nos hemos embarcado en un “viaje inesperado”, en una misión, en una aventura.

Al principio, como a Bilbo, nos invadió la duda, la desconfianza y el escepticismo, pero dimos el sí.



A lo largo del viaje, aprendimos a luchar contra las dificultades y los retos, conocimos el valor del compromiso y el servicio a los demás, nos tentaron y nos ningunearon.

Terminamos el viaje volviendo renovados y maduros en la fe, adquiriendo un profundo sentido identitario como hijos de Dios y discípulos de Cristo, disfrutando de la alegría del servicio, del valor de la unión comunitaria, de la fraternidad y del compañerismo.

Transcurridos unos meses de la finalización del curso y acabadas las "grandes aventuras", se abre ante nosotros la tentación de relajarnos, de “desacelerar”, de caer en el desánimo como le ocurrió a Bilbo, al regresar a la Comarca. Pero las cosas ya no son…no pueden ser… como antes.

“El mundo ha cambiado. 
Lo siento en el agua. 
Lo siento en la tierra. 
Lo huelo en el aire, 
pero pronto llegaría el momento 
en que los Hobbits tendrían en sus manos 
el futuro de todos...”
(Introducción de Galadriel en “El Señor de los Anillos”).

El mundo ha cambiado y nuestra visión de él, también. No podemos regresar a la rutina de siempre, a la tranquilidad de nuestra vida acomodada de antaño como si no hubiese sucedido nada.

Cristo, hallado en el ministerio del servicio, se ha convertido en alguien decisivo en nuestras vidas, como el "anillo único" para Bilbo, hallado en las profundidades de las Montañas Nubladas.

El Señor nos llama a seguir viviendo nuestra identidad cristiana con alegría, a mantener la misión en nuestra mente y en nuestro corazón y a retomar el viaje (que ya no es “inesperado”), sirviendo con un renovado dinamismo y con un reforzado entusiasmo, que surgen del encuentro con Jesús.



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