¿QUIÉN ES JESÚS?
martes, 6 de agosto de 2024
MEDITANDO EN CHANCLAS (7): SEÑOR, AYÚDAME
lunes, 26 de junio de 2023
CREO QUE HA LLEGADO EL MOMENTO...
viernes, 4 de noviembre de 2022
¡AHORA HA VENIDO "ESE" HIJO TUYO...!
¡Ahora ha venido ese hijo tuyo...! Es lo que le dice el hijo mayor de la parábola al Padre, al regresar su hermano (Lc 15,30). No dice "ese hermano mío" sino "ese hijo tuyo...", una expresión despectiva que parece hacerse eco de otra similar: "La mujer que me diste..." (Gn 3,12). El hombre, cuando se siente "destronado" o "interpelado", siempre se excusa y culpa a Dios.
Las palabras del evangelio de Lucas muestran una terrible realidad que muchos, que hemos estado alejados y hemos regresado arrepentidos a la Iglesia, sufrimos con frecuencia: las miradas de recelo y desprecio de algunos de nuestros "hermanos mayores" por recibir la gracia de Dios. Incluso le increpan por alegrarse y recibirnos con una fiesta.
miércoles, 10 de agosto de 2022
MEDITANDO EN CHANCLAS (11): NO TE DIGO HASTA SIETE, SINO HASTA SETENTA VECES SIETE
El perdón es permitir que Jesús entre en mi corazón y me llene de paz. “Si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda” (Mateo 5, 23-24) .
El perdón no es olvidar la ofensa ni guardarla en un cajón, sino transformar heridas de odio y rencor, en amor y misericordia. Si olvido, programo mi mente para no recordar aquellos sucesos que me han herido, pero es una “programación” ficticia porque, en el fondo, ese recuerdo permanecerá siempre en el cajón de mi memoria, y saldrá en cualquier momento.
miércoles, 14 de abril de 2021
MILLONARIO EN MISERICORDIA
jueves, 28 de enero de 2021
HIJO PRÓDIGO Y BUEN SAMARITANO
El camino de Jericó a Jerusalén era conocido en tiempos de Jesús como el "Camino de sangre" por el grave peligro de ser asaltado y asesinado por los ladrones que lo acechaban. Esto mismo ocurre hoy en el "camino de maldad" que caracteriza nuestro mundo actual, donde el egoísmo y el individualismo nos convierten en hombres indiferentes y codiciosos que buscan su propio interés, que matan al prójimo, y por otro lado, nos convierten en cristianos teóricos, sin caridad ni misericordia ante la desgracia ajena.
Cuántas veces pensamos que el mal ajeno no "va" con nosotros, que "no es asunto nuestro". Cuántas veces damos un rodeo, mirarmos hacia otro lado y pasamos de largo. Cuántas veces nos consideramos cristianos pero ante la prueba de nuestra fe, no pasamos de la teoría a la práctica, de los dichos a los hechos. Cuántas veces somos "indiferentes" al prójimo, en lugar de ser "diferentes" al mundo.
Lo que realmente precisa y determina nuestra fe no es su definición, no es la teoría, ni la literalidad de la Ley, sino su puesta en práctica. "La fe sin obras está muerta" (Santiago 2,17). Y eso es precisamente a lo que Cristo nos invita: a poner por obras todo aquello que nos dice.
miércoles, 12 de agosto de 2020
MEDITANDO EN CHANCLAS (13)
En la Biblia, el número "siete" significa perfección, plenitud. También es descanso ("Y al séptimo día, descansó"). "Setenta veces siete" equivale a decir la perfección de la perfección...
Cristo, que nos llama a ser "perfectos como el Padre es perfecto" (Mateo 5, 38), nos invita a perdonar siempre, a mostrar compasión, a tener misericordia, a tener paciencia. Eso es la máxima expresión del Amor.
Sin embargo, ¡cuánto me cuesta perdonar! ¡cuánto me cuesta amar de verdad¡ ¡cuánto me supone mirar a quien me ofende con los mismos ojos de Dios! ¡cuánto me cuesta mostrar paciencia y misericordia con quien me hace daño o me traiciona!
Perdonar no es fácil... requiere mucho amor. Pero si no perdono ¿cómo voy a ser perdonado? Si no doy confianza ¿cómo voy a ser digno de confianza? Si no soy compasivo ¿cómo voy a ser compadecido? Si no amo ¿cómo voy a ser amado?
Jesús, en la cruz, pidió compasión por todos nosotros: "Padre, perdónales porque no saben lo que hacen".
Esa es la actitud del amor: perdonar a otros ¡siempre! porque, muchas veces, no sabemos lo que hacemos. Debo perdonar, incluso aún sabiendo lo que me hacen...
Cuando perdono, mi mente descansa. Mi corazón queda en paz. Mi espíritu se llena de amor. Mi alma se perfecciona.
miércoles, 24 de junio de 2020
LOS SACRAMENTOS EN LA PÁRABOLA DEL HIJO PRÓDIGO
- Es perdonar y disculpar de su error, a mi mujer, a mi hijo, a mi hermano, sin llevar cuenta del daño.
- Es comprender al que no es como yo y empatizar con su situación.
- Es compartir todo lo que Dios me ha dado con los que me rodean.
- Es consolar a quien está triste y herido.
- Es alimentar al que está hambriento de amor.
- Es acompañar a quien está solo y me necesita.
- Es dar la vida por los demás.
- Es hacer salir el sol (mi sonrisa) sobre el bueno y el malo, el justo y el pecador.
- Es rezar por quien me insulta, me persigue y me odia para que se convierta al amor.
- Amar al amigo o al enemigo es el mayor signo de la gratuidad del verdadero amor y la mayor prueba del amor cristiano.