¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas pero queremos que nos cuentes las tuyas.
Mostrando entradas con la etiqueta amor de Dios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta amor de Dios. Mostrar todas las entradas

miércoles, 20 de diciembre de 2017

MI GRAN PASIÓN, MI GRAN AMOR

Imagen relacionada

"Mi amado es para mí, y yo soy para mi amado." 
 (Cantar de los Cantares 2, 16)


Hoy quiero hablar de pasiones. Pero, sobre todo, hoy quiero hablar de amor.

La pasión (del latín, patior, que significa sufrir o sentir) es una emoción o sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto. Es un vivo interés, admiración, entusiasmo o deseo por una propuesta, causa, actividad, etc.

La pasión está más relacionada con una fuerte afinidad, a diferencia del amor que está más relacionado con el afecto y el apego.

El amor
 (del latín, amor, -ōris) es un sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona a la que se le desea todo lo bueno, resultante y generador de una serie de actitudes, emociones y experiencias. 

Sin embargo, el verdadero amor trasciende del sentimiento y pasa a ser la manifestación de un estado del alma o de la mente, identificada con Dios mismo. Un amor incondicional, compasivo, altruista, que no espera nada a cambio.

La imagen puede contener: una persona, de pie, en el escenario, noche, concierto y de trajeUna de mis grandes pasiones desde hace 35 años ha sido Depeche Mode. Tengo todos sus discos y jamás me he perdido ninguno de sus conciertos en sus giras por España, desde el año 1982. 

El pasado sábado, estuvieron en concierto en Madrid. Esta vez no fui. No quise ir.

Imagen relacionadaOtra de mis grandes pasiones ha sido el Real Madrid. Soy socio y abonado desde hace 25 años y tengo dos buenas localidades en el Bernabeu que siempre he utilizado. 

El próximo sábado, es el clásico R. Madrid-Barcelona. Esta vez no iré. No quiero ir. 

Durante gran parte de mi vida he pensado que lo tenía todo para ser feliz, que mis pasiones me llenaban el corazón. Pero un buen día me di cuenta que me faltaba algo. Ahora soy consciente que lo que yo creía que me hacía feliz, ya no me ilusiona.

Algo (o todo) ha cambiado en mi vida...radicalmente. He abandonado muchas de mis formas de vivir y de pensar, de entusiasmarme y de apasionarme... Me he liberado de muchas esclavitudes que tenía, de muchas cadenas en forma de emociones, que me ataban a pasiones efímeras que no terminaban de saciarme del todo.

He descubierto mi gran amor: Dios.

Antes, mis conversaciones giraban en torno a la música o al fútbol. Hoy, mis conversaciones y mis escritos giran en torno a Dios. Ahora, el deseo ferviente de mi corazón es acercarme más y más a Dios; mi gran pasión es hablar con Él y de Él, ir a verle, a adorarle...


Resultado de imagen de madre teresa de calcuta nunca te detengasY es que cuánto más le conozco, más le amo. Cuanto más descubro lo mucho que me quiere, más deseo servirle y hacer su voluntad. Cuánto más consciente soy de que todo lo que tengo es porque Él me lo regala, más libre soy. Cuánto más veo su grandeza, más pequeño me veo.

Son, sin duda, síntomas evidentes de "estar enamorado". No encuentro otra explicación.

El verdadero amor te hace más fuerte, valiente, audaz, rebosante de vida y de alegría, y saca lo mejor de ti.

El verdadero amor te hace tener sólo ojos para el otro y olvidarte de ti mismo.

El verdadero amor hace que el tiempo deje de existir, que el universo se colapse al ritmo de cada eucaristía, de cada adoración, de cada visita al Santísimo...y las palabras, cesan ante Su grandeza.

Dios ha cambiado mi vida y no puedo quitármelo de la cabeza. No quiero. Mi gran amor, mi gran pasión es Dios. Y lo más importante...no es que yo esté enamorado de Él sino que Él está enamorado de mi.

"Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. 
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor (...)

Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído. 
Dios es amor; y el que está en el amor, está en Dios, y Dios en él. 
En esto consiste la perfección del amor en nosotros: 
en que tenemos confianza absoluta (...) 

Nosotros amamos porque él nos amó primero." 

(1 Juan 4, 7-8, 16 y 19)

domingo, 25 de junio de 2017

¿QUIÉN CONTRA NOSOTROS?


Resultado de imagen de dos bandos espirituales

"Si Dios está por nosotros ¿quién estará contra nosotros?" 
(Romanos 8, 31)

Hoy quiero reflexionar sobre la carta del apóstol Pablo a los Romanos capítulo 8, donde narra unas circunstancias muy parecidas a las de hoy día. Pero antes, pongámonos en antecedentes.

Como todos sabemos, Satanás engañó al primer hombre y su mujer para que se rebelaran y no acataran las instrucciones de Dios. Y ellos aceptaron la mentira en su corazón, relativizando lo que Dios les había dicho.

Como resultado de esta trágica decisión, el hombre se separó del Creador y se unió al Enemigo. Desde ese momento, Dios establece dos bandos en enemistad: el de la serpiente y el de la mujer, y el de sus respectivas descendencias. Y ya entonces, nos da la clave de quién vencerá (Génesis 3,15).

Miles de años después, continúa la misma situación. Dos bandos enemigos. No se puede pertenecer a ambos. Hay que elegir. Entonces, ¿de qué lado estamos? ¿estamos con los ganadores o con los perdedores? ¿con la luz o con la oscuridad? ¿con lo correcto o de lo incorrecto? ¿con Dios o con Satanás?

En el pasaje que hoy reflexionamos, los seguidores de Cristo estaban siendo perseguidos y oprimidos en RomaPor ello, el apóstol Pablo lanza un mensaje de consuelo, confianza y esperanza para los que asumieron el compromiso de seguir a Jesucristo.

Hoy, en nuestro mundo, lleno de maldad y gobernado por el padre de la mentira, ocurre lo mismo: somos perseguidos y denostados. Por eso, es un gran consuelo saber que Dios está de nuestro lado y que, por medio de Jesucristo, ya ha vencido. Entonces, ¿y a mi qué...quien esté contra mí? Sé quién está conmigo. Eso es lo que importa.

La pregunta de Pablo es: “Si Dios está por nosotros” ¿qué importa quién este contra nosotros?, y sigue preguntando en los siguientes versículos: "¿Quién podrá acusar a los hijos de Dios? ¿Quién será el que condene?"¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo?" ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? (Romanos 8, 32-35),

La respuesta está en Dios y
 en sus obras, especialmente en el sacrificio de Jesucristo en la cruz. "Dice la Escritura: Por tu causa estamos expuestos a la muerte todo el día, somos como ovejas destinadas al matadero. Pero en todas estas cosas salimos triunfadores por medio de aquel que nos amó. Porque estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes ni las futuras, ni las potestades, ni la altura ni la profundidad, ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor."(Romanos 8, 36-39)

Jesús es Emanuel "Dios con nosotros" ¡Que tranquilidad! Nada en el mundo puede separarnos de Cristo. Sí, ¡estamos en el bando ganador! Somos más que vencedores porque nada puede separarnos del amor de Dios, que es lo único importante en nuestras vidas. 

Imagen relacionadaNuestra mirada debe estar puesta en nuestro Dios, no en el enemigo. El enemigo (Satanás) quiere llamar nuestra atención pero solamente quiere distraernos y hacernos mal. Con nuestra alma y espíritu fijados en Dios, los ataques del enemigo no tienen efecto. 

Cristo es quien habilita nuestra confianza en Dios. "Cristo es el que murió . . . resucitó . . . e intercede por nosotros." El punto central de nuestra fe es el sacrificio de Cristo. Jesús, al derramar su sangre, venció y condenó al príncipe de este mundo. Por medio de Cristo permanecemos firmes en Dios. Por medio de Cristo nos enfocamos en la justicia de Dios. Por medio de Cristo somos más que vencedores. 

Por causa de nuestra fe sufrimos los ataques del enemigo, pero la buena noticia es que Dios está siempre presente y de nuestro lado. Él dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman (v. 28). ¿Y quienes son los que lo aman?: aquellos que, por la fe, hemos asumido el compromiso de seguir a Jesucristo. 

Ante toda oposición que pretenda quitarnos lo que Dios nos ha dado, Cristo es nuestra garantíaEl Señor está en el lado de su pueblo. Nuestra confianza debe estar solo en Dios, sin importarnos quien sea el enemigo.

Nada podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor, sino que por encima de todos los sufrimientos, los cristianos somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó, manifestado a través del sacrificio de su hijo Jesucristo.



sábado, 17 de junio de 2017

"ID Y PROCLAMAD LA BUENA NUEVA A TODA LA CREACIÓN"

Resultado de imagen de id por todo el mundo y haced discipulos

"Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación." 
(Marcos 16, 15)

Dios me habla. Continuamente. A través de las personas, de las circunstancias y por su puesto, a través de Su Palabra.

Me da "zascas" y "collejas" pero también me da ánimos y esperanza. Pero sobre todo, me da amor, mientras me acompaña. siento su amor, sus brazos. Sé que no estoy solo. Estoy completamente seguro.

Me gustaría reflexionar y compartir una serie de pasajes de la Biblia, a través de los que me habla. A mí...a todos...

Resultado de imagen de id por todo el mundo y haced discipulosHoy, concretamente, quiero detenerme en Marcos 16, 15: 

"Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación." 

El capitulo 16 del Evangelio de Marcos narra algunas de las apariciones de Jesús: a la Magdalena (vs. 9-11), a los dos discípulos que iban por el campo (vs. 12-13), a los once apóstoles (vs. 14-18) y la del pasaje de hoy que describe la ascensión de Jesús al cielo (vs. 19-20).

Jesús se me aparece para reprenderme por no haber creído en las personas que lo habían visto resucitado. Me insiste en mi resistencia en creer en el testimonio de quienes han experimentado la resurrección de Jesús para enseñarme: 
  • que la fe en Jesús pasa por la fe en las personas que dan testimonio de él.
  • que el sí de uno se convierte en el sí de muchos.
  • que no debo desanimarme cuando la duda surge en mi corazón.
  • que para Dios no hay nada imposible. 
Después de recriminarme mi falta de fe, Jesús me confiere la misión y me enseña los signos que me definen como bautizado y cristiano:

expulsarás demonios: Lucho contra el poder del mal que mata la vida. Mi vida es infinitamente mejor después de haber entrado en la familia de Dios y de tenerle siempre presente. Y ahora, trato de hacer lo mismo con los demás y luchar contra el mal que mata sus vidas.

- hablarás lenguas nuevas: Trato de comunicarme con los demás con un lenguaje nuevo: el lenguaje del amor, a diferencia del lenguaje del odio y el egoísmo que utilizaba antes y que son tan habituales en nuestra sociedad de hoy.

- serás inmunes al veneno: hay muchas cosas que envenenan la vida: la envidia, la crítica, los chismes, las murmuraciones, la vanidad, el orgullo, el egoísmo, etc. y que causan estragos en las relaciones humanas. Este punto es uno de los que más me cuesta, porque me dejo envenenar muchas veces por todo eso. Tengo que trabajar más en esto.

- curarás a los enfermos: Dios me transforma hacia el amor y el servicio a los demás. Me intereso, acojo y cuido a las personas excluidas y marginadas, a los enfermos y los que sufren. Al amarles de verdad, les sano de sus heridas, revelando así el amor del Padre.

Jesús ha resucitado y sigue vivo en medio de nosotros y a través de nosotros quiere revelar el amor de Dios a la humanidad.
Como testigo de la Resurrección tengo que ser reflejo de amor y de vida; tengo que luchar contra el odio y el mal; tengo que creer que otro mundo es posible; tengo que ser una prueba viva de la esperanza y del amor divino que salva al mundo.

Resultado de imagen de resurrecciónJesús, con su Resurrección, hace todo nuevo, me transforma y me da esperanza. Por eso, antes de volver al Padre, se despide, pero me da la misión de seguir sus pasos; de ser sembrador de luz, de justicia, de paz y de amor; predicar el evangelio a todos los hombres, suscitar la fe, transmitir la salvación mediante el bautismo: he aquí la misión de los apóstoles, de la Iglesia, del pueblo de Dios. La de todos los bautizados. La mía...

Las palabras de Jesús unen el cielo y la tierra. Con su Ascensión al Padre, asciendo con Él, al amor de Dios. Vivo el gozo de su presencia y de la unidad con Él. Desde el cielo, trabaja conmigo y me acompaña en la tarea de proclamar la Buena Nueva.

En ningún momento me siento solo porque Él esta en comunión conmigo. Ve que estoy desanimado, que me siento huérfano, desamparado y me envía su Espíritu. Él cuenta conmigo, confía en mi madurez y mi apoyo incondicional, porque soy parte de su pueblo elegido.

Estoy llamado de un modo u otro, a ser "otro Cristo"; a dar a conocer y repartir el amor de Dios por el mundo. Dios tiene cosas que hacer en el mundo, que sólo pueden hacerse a través de cada persona. En mis oraciones le pido a Dios que me ayude a usar los dones y talentos que me ha dado, para su servicio y su gloria.

Es verdad que en mi vida he abandonado a Cristo muchas veces; le he dejado solo; le he visto morir por mi y he dudado de que haya resucitado y de que está vivo. Jesús me da un "toque" para que espabile, para decirme: "Estoy contigo".
Resultado de imagen de id por todo el mundo y haced discipulos
Luego, me llama a predicar su mensaje de amor con un corazón en ascuas, con un ardor apasionado que me impele a contar a los demás la verdad que he encontrado. 

Hoy es un día de conversión. Todos los días lo son. No esperaré más, debo convertirme en otro apóstol resucitado; pido esa fe y ese amor que me convierta también en luz y fuego en medio de la oscuridad del mundo.

¿Cuál es mi campo de servicio?
  1. El primer campo de servicio y de apostolado es mi propio hogar, con mis hijos y familiares. Aquí es donde tengo que ser, especialmente, testigo de Jesús e imprgnar ese buen aroma a Cristo.
  2. El segundo es el trabajo, ahí donde realizo mis actividades diarias, sea en la oficina, en el campo, en la carretera... ahí donde esté, daré testimonio de que Jesús ha resucitado, que está esperándonos con las manos abiertas para darnos la felicidad eterna.
  3. Finalmente, los ámbitos más cercanos de evangelización y apostolado que me permitan llevar a más personas, a más almas a Dios: amigos, conocidos, compañeros, vecinos, etc. ¿Cuántas personas de mi entorno no conocen a Jesús y no hay nadie que se lo muestre? Ahí estaré yo, como apóstol, ayudando a los demás a que descubran, encuentren, conozcan y se enamoren del Señor.
La vocación al apostolado es para todo los cristianos. No puedo quedarme con las manos cruzadas cuando tantos y tantos enemigos de Dios andan por ahí, confundiendo a los demás.


Resultado de imagen de id por todo el mundo y haced discipulos
Todos los cristianos estamos llamados por vocación a la evangelización, al apostolado. 

Todos recibimos el mandato divino de ir y predicar el Evangelio a toda criatura. Pero el apostolado ha de ser inspirado por la oración, pues nadie podemos dar lo que no tenemos. Lo que llevamos a los demás es al mismo Jesucristo a través de la acción del Espíritu Santo. 

Y, ¿cómo llevarlo, cómo hablar de Él, como invitar a los demás a que lo conozcan si yo no lo conozco? ¿cómo pretender hacer todo por mis méritos sin la ayuda del Espíritu Santo? Al Señor se le conoce en la oración, en el trato cercano y familiar. Al Espíritu Santo se le conoce al pedir su efusión. 

Teme al que habla mucho de Dios pero no habla con Dios. 
Recela del que todo lo intenta por sus propias capacidades y méritos.

Hoy, más que nunca, debo comprometerme generosamente a servir a Dios y a los demás. No puedo quedarme sentado, esperando, mientras el mal crece en el mundo. No puedo dejar a los sacerdotes y catequistas toda la tarea de evangelización. No. Nos corresponde a todos como cristianos colaborar con la evangelización.





miércoles, 26 de octubre de 2016

ORANDO CON LOS SALMOS. SALMO 27: EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN

Resultado de imagen de salmo 27 10

“El Señor es mi luz y mi salvación.”
(Salmo 27)

En el ultimo retiro de Emaús, Dios me dijo, de forma contundente (como siempre), que me contentara con lo que tengo, porque Él no me dejará ni me abandonará (Hebreos 13, 5-6).

Hoy, abro el portátil y leo el correo. Y, de nuevo, vuelve a hablarme: “Aunque tu padre y tu madre te hayan abandonado, Yo te he recogido” (Salmo 27, 10). Asombroso!!! Un hecho que, particularmente, hago mío. Es una herida sin cicatrizar que arrastro desde pequeño: el "sentirme" abandonado y poco querido por mis padres. 

¿Casualidad o Providencia? Nada es casualidad. Dios no para de sorprenderme. Él, en su Plan perfecto, obra día a día, minuto a minuto en mi vida. No puedo más que darle gracias, porque Él nunca me desampara. 

Siempre ha estado y está a mi lado para ayudarme a levantarme si caigo, para iluminar mi senda cuando la oscuridad se cierne sobre mí, o simplemente, para llevarme en sus brazos. Aunque me ha costado darme cuenta casi 50 años.

A sus pies, reconozco mi debilidad, mi fragilidad y mi torpeza, y quizás por interés (debido al carácter egoísta del ser humano) busco su rostro, sí…quizás, por interés... pero con humildad, sintiéndome muy pequeño ante Su majestuosidad, y con la absoluta certeza que me ofrece mi fe cristiana, que solo no puedo, que sin Él nada puedo, nada hay.

Por eso hoy, Dios me interpela a analizar, o más bien, a orar el Salmo 27, tan conocido y tan profundamente espiritual y que podemos dividirlo en dos partes principales:
  1. Versículos 1 al 6. Dios nos da aliento, estímulo y confianza.
  2. Versículos 7-14. Dios nos ofrece la oración como ayuda y sustento. 
Este salmo contiene un mensaje para todos los corazones que necesitan profundizar en la fe y alcanzar la madurez espiritual. Es una oración del rey David que comienza con una afirmación maravillosa que enfatiza la relación entre Dios y el hombre,que nos introduce a una meditación sobre el fundamento para la oración y los sacramentos.

Versículos 1-6

(1) Guía, Salvación y Fortaleza: "El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién podré temer? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿ante quién puedo temblar?"

  • "El Señor es mi luz", es el que me dirige y me guía a la luz de Su Palabra. Más adelante, en el Salmo 119,105 nos dice: "Tu palabra es una luz para mis pies, y una antorcha para mi camino". 
  • "El Señor es mi salvación", lo cual nos habla del amor de Dios, porque fue Su amor el que pensó una salvación para nosotros, por medio de Jesucristo. Juan 3,16: " Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo único, para que quien crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna." 
  • "El Señor es la fortaleza de mi vida". Dios no sólo me da la vida, sino que me da el poder y la fuerza para vivirla en este mundo. 
  • "¿Ante quién puedo temblar?" Cuando uno teme a Dios, ya no hay nada ni nadie a quién temer. El Temor de Dios como don del espíritu, significa, no miedo, sino que todo nuestro ser se alinea para obrar según su voluntad.
(2) Protección: "Cuando me asaltan los criminales para destrozarme, son ellos, mis opresores y enemigos, los que tropiezan y sucumben. 

El Rey David rememora una época pasada de su vida en la que corrió grave peligro. Como un joven pastor de ovejas tuvo que proteger a sus ovejas de un león y un oso. Todos nos encontramos a diario con un león o un oso, que intentan devorarnos. San Pedro, en su primera carta 5,8 también nos habla del león rugiente, el diablo, que anda alrededor buscando a quién devorar.  Pero Dios nos protege haciéndoles sucumbir.

(3) Confianza: "Aunque un ejército acampe contra mí, mi corazón no teme; aunque una guerra estalle contra mí, estoy tranquilo."

La confianza de David estaba depositada en Dios, y la nuestra, también debe estarlo. Cada vez que Jesucristo hablaba a sus discípulos tras su resurrección les decía: "No temáis". Con Cristo resucitado, nada debemos temer.

(4) Eucaristía: "Una cosa pido al Señor, sólo eso busco: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida para gustar la dulzura del Señor y contemplar la belleza de su templo."

Resultado de imagen de adoracion eucaristicaEl Rey David había reducido su vida a pedirle al Señor una sola cosa: vivir la presencia y la comunión con Cristo. El apóstol Pablo hizo lo mismo con su vida. Filipenses 3, 13-14: "Hermanos, yo no creo haberla alcanzado ya; de una cosa me ocupo: olvidando lo que queda atrás, me lanzo en persecución de lo que está delante; corro hacia la meta, hacia la vocación celeste de Dios en Cristo Jesús."

En nuestros días, nos sentimos frustrados una y otra vez por la tensión y presión de la sociedad. 

Necesitamos misericordia, compasión y piedad, por lo que debemos reducir nuestra existencia a aquello que es realmente importante: a vivir eucarísticamente. Accedemos a Dios y a su Gracia en la Eucaristía, donde Cristo se hace presente, y por ello, debemos alegrarnos y dar gracias (eucaristía, del griego εὐχαριστία, eucharistía, "acción de gracias").

(5) Santísimo: "Él me dará cobijo el día de la desgracia, me esconderá en lo oculto de su tienda, me subirá a lo alto de la roca".


¿Cuál era ese lugar reservado, secreto, en el tabernáculo? El Santísimo. Nadie podía entrar en ese lugar excepto el sumo sacerdote. Allí estaba el arca revestida de oro y sobre ella, en la parte superior, había una tapa elaborada, que Dios designó como el propiciatorio para que la sangre fuera rociada sobre él. Hoy día, por el sacrificio de Cristo, tenemos un propiciatorio al cual podemos ir: el Santísimo. Y allí es donde está ÉL. allí es donde nos esconde. ¡Qué lugar tan seguro!.

(6) Adoración y Alabanza: "así mi cabeza dominará a los enemigos que me cercan, en su tienda podré ofrecer sacrificios entre aclamaciones, cantando y ensalzando al Señor."


Cuando contemplamos este hermoso cuadro y reconocemos lo que Él ha hecho por nosotros, surgirán canciones y alabanzas en nuestro corazón. Es en la Adoración Eucarística donde le aclamamos, le bendecimos y le glorificamos.

Versículos 7-14

.
(7) Confesión: "Escucha, Señor, mi grito suplicante, ten compasión de mí, respóndeme

En este lugar secreto hay compasión, hay misericordia. Y Dios ha preparado este lugar reservado para nosotros hoy, donde podemos recibir la misericordia de Dios, a través del sacramento de la reconciliación.

(8) Oración: "De ti mi corazón me ha dicho: "Busca su rostro"; es tu rostro, Señor, lo que yo busco".

El Rey David puso esa invitación en boca del Señor, según le dictaba su corazón. Y eso es lo que David hizo, buscarle mediante la oración. Cuando Dios le dijo a David: "te amo", él le respondió,"yo también te amo, Señor". Cuando Dios le dijo: "quiero tener una relación íntima contigo", él respondió: "yo también quiero tener esa relación, Señor".

Dios tiene un anhelo por cada uno de nosotros. ¿Le responderemos? ¿Expresaremos nuestro amor por Él? ¿Nos comunicaremos con Él? ¿Tendremos una relación íntima con Él?

(9) Misericordia: "no me ocultes tu rostro, no rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio, no me abandones, no me dejes, oh Dios, salvador mío."

Cuando el Rey David pecó, experimentó lo que significaba que Dios escondiera Su rostro de él. Perdió su relación estrecha con El. Perdió su alegría. Fue entonces cuando oró en el Salmo 51: "Señor, ten piedad."

(10) Acogida: "Mi padre y mi madre me han abandonado, y el Señor me ha recogido."

David sabía que aún si existiera la posibilidad de que lo abandonaran sus padres, el Señor lo recogería. 

Dios siempre está dispuesto a extender su brazos y recogernos. Jamás nos abandonaría aunque todo el mundo nos diera la espalda.

(11) Palabra de Dios: "Enséñame, Señor, tus sendas y guíame por el camino recto, pues me están acechando."

El Rey David quería dar un buen testimonio, causar una buena impresión, ante el enemigo, porque sabía que le criticarían. Y quiso que Dios le guiara y le ayudara a no avergonzarle por lo que él hiciera.

Hoy, nosotros tenemos la Palabra de Dios para aprender las sendas del Señor y conocer cuál es el camino, Quién es el Camino.

(12) Apoyo y Paz: "no me entregues al capricho de mis perseguidores, pues se han alzado contra mí testigos falsos que respiran violencia."

El Rey David, acosado y rodeado de enemigos que buscaban su destrucción, le pide a Dios amparo, apoyo y paz ante ellos. Y su oración sería respondida, como lo será la nuestra, si nos sentimos acosados de tal forma que parezca que no tenemos apoyo de nadie. En el momento oportuno, Dios intervendrá.

(13) Fe: "Yo estoy seguro que he de ver los bienes del Señor en el mundo de los vivos."

El Rey David tenía una fe firme en la bondad y misericordia de Dios. Hoy, incluso en el mundo actual, nuestra fe nos hace ver la bondad de Dios a nuestro alrededor: en la creación, en las personas... Una certeza que podemos ver en la tierra, aquí mismo.

(14) Esperanza: "Espera en el Señor, ten ánimo, sé fuerte, espera en el Señor."

Hoy día, muchos cristianos en ocasiones nos sentimos débiles, desanimados, desesperanzados, descorazonados, o incluso tibios. ¿Y cómo puede uno curarse de ese estado? Pues, pidiéndole a Dios que nos de valor, fortaleza, y esperanza en sus promesas. Esperar en el Señor. ¿Y qué es lo que Él hará? Él fortalecerá nuestro corazón. Él es en realidad el mejor cardiólogo que existe.





Gracias, Señor, 
por las oscuridades que Tú transformas en luces,
por las noches que Tú vuelves en amaneceres,
por las luchas que Tú tornas en victorias,
por los anhelos que Tú haces realidades,
por los dones que Tú conviertes en bendiciones,
por la misericordia que Tú reviertes en perdón,
por el amor que Tú tornas en refugio 
por todo lo que me das,
Gracias, Padre Celestial.




jueves, 25 de agosto de 2016

¿QUÉ LE DIRÍA JESÚS A UN HOMOSEXUAL?

"No te acostarás con un hombre 
como se hace con una mujer; 
es una acción infame" 
Levítico 18,22

Hay mucha controversia en las noticias y en la sociedad sobre el matrimonio homosexual, la ideología de género y los gays. Todo el mundo tiene una opinión sobre lo que está bien y qué está mal.  Si uno no está de acuerdo con las prácticas y comportamientos homosexuales, es un homófobo e intolerante. Y si lo está, contradice la voluntad de Dios.

Pondré un ejemplo que creo que aclara bastante la situación: Yo, como "esclavo fumador", ¿Tengo derecho a exigir a otros que acepten y toleren mi vicio nicotínico? ¿Tienen que transigir con mi conducta, con mi humo, con mi mal olor? ¿Deben aprobar mi hábito aún a pesar de que va en contra de mi salud o de la suya? ¿Tengo derecho a hacer apología de mi vicio? O más bien, ¿me aceptarán como amigo, me querrán por mi mismo a pesar de mi mal hábito? Sinceramente creo que no se trata de una cuestión personal sino de conducta.

Pero ¿Qué diría Jesús? ¿Cómo hablaría Jesús con un hombre gay o con una lesbiana? 

Observando la Biblia, podemos tenerlo bastante claro (Levítico 18,22), pero eso no quiere decir que Dios odie a los homosexuales:

"Te quiero"

Nunca dudes de que Jesús te ama más de lo que puedas imaginarte, a pesar de lo que seas, a pesar de tu conducta. Jesús nos ama tal y como somos. El amor de Jesús no tiene requisitos previos, es incondicional. Incluso si le odias o te comportas en contra de su Ley, Jesús te ama y quiere lo mejor para ti. El amor es la esencia del mensaje de Jesús. El amor de Jesús es puro, no tiene que ver con el sexo. (Juan 3,16; 1 Juan 4, 8-10; Romanos 5, 8; Salmo 86,15).

"Entiendo tu discriminación"

Jesús sabe muy bien cómo se siente un marginado social. Los líderes religiosos de su tiempo podrían haber sido sus mejores amigos, sin embargo, le odiaban hasta el punto de matarlo.

Pero, además en los momentos de mayor necesidad, sus amigos más cercanos lo abandonaron.

De la misma forma, un homosexual se siente rechazado por la sociedad y por la iglesia en este momento, pero Jesús le entiende. Su corazón siempre se encoje por los rechazados y marginados. Jesús quiere abrazarte y hacerte saber que Él te ama. 

"Yo también fui tentado"

Jesús fue tentado en todos los sentidos. Él no sintió vergüenza o rechazo debido a sus tentaciones y sus sentimientos. Se enfrentó a ellos cuando estuvo en la tierra. Nunca se casó, y se enfrentó a la tentación diaria en todas las formas imaginables. Jesús realmente era perfecto y aún así se enfrentó a la tentación. Luchó contra el deseo de huir del plan de Su Padre.

"Quiero algo más para ti"

Dios creó el matrimonio y el sexo para su disfrute. El sexo fue creado para el hombre y la mujer dentro del matrimonio, y ha sido así desde el principio. Todo lo demás, nos contamina. Puedes pensar que Jesús está tratando de quitarte la única cosa con la que disfrutas o que quiere fastidiarte, pero no es así. Él ha definido claramente el matrimonio y el sexo en la Biblia, porque quiere lo que es mejor para ti.

No te dejes arrastrar por argumentos políticos, Jesús quiere que confíes en él. Él quiere lo mejor para ti. Antes de decidir que lo que crees que es correcto, confía en Él (Mateo 19, 4-6; Efesios 3,17-21; 1 Timoteo 2, 4).

"Yo estoy contigo siempre"

Puedes estar en desacuerdo con los pensamientos de Jesús sobre el sexo y el matrimonio, pero aún así, Él no se apartará de ti. Puedes disfrutar de la vida que vives en este momento, incluso si no estás de acuerdo con sus directrices, Jesús entiende tu duda. Él no nos abandona. Durante mucho tiempo, las personas han estado en desacuerdo con él, le han gritado e insultado, pero él espera pacientemente. Jesús es paciente con nosotros porque Él quiere que le conozcamos. Jesús quiere que vivas la vida que Él ha planeado para ti. Cuando hayas terminado de hacer las cosas a tu manera, él estará ahí. Vuelve a él y pídele ayuda, y Él estará allí antes de que parpadees.
No hay alegría permanente fuera de Jesús. Jesús quiere lo mejor para ti, y Él quiere que experimentes una vida plena. Jesús no quiere discutir contigo para convencerte ni te obliga a hacer algo que no quieras hacer. Jesús quiere que sepas que su amistad es mejor que cualquier otra cosa. Hasta llegar a ese punto, él estará aquí pacientemente, esperándote (Romanos 2, 4; 2 Pedro 3,9; 1 Pedro 5, 7; Oseas 14).

El debate finaliza cuando entendemos que es el quebrantamiento de nuestra voluntad la que nos lleva al pecado. Jesús no condena a las personas sino sus conductas. De igual forma, Cristo no condena a los fumadores, sino el hecho de fumar; ni a los que tienen problemas con el alcohol o las drogas, sino el hecho de consumirlos. 

Es nuestra decisión, nuestra voluntad la que nos acercará o nos alejará a Jesús. Él, a pesar de nuestros comportamientos, nos ama. Y nos ama incondicionalmente, no porque seamos buenos o por nuestros méritos. Si el amor de Dios dependiera de algo que hay en mí, ya no sería incondicional. Solo depende de Él, porque Dios es el fundamento de su amor por mí. Su amor por ti, no depende de ti. Aceptar que somos amados incondicionalmente es un acto de fe. 

Si Dios me ama y me acepta tal como soy, también yo debo amarme y aceptarme a mí mismo.

viernes, 8 de julio de 2016

¿POR QUÉ CREO EN DIOS?



¿Por qué creo de todo mi corazón y completamente en Dios? ¿Por qué tengo la certeza de que existe y de que está vivo? ¿Por qué me he convertido en un cristiano? ¿Dios es real? ¿Es fe o emoción? o ¿Es todo lo anterior? 

Dios es real, salva, protege, perdona, guía...pero sobre todo, me ama.

Ahora tengo la certeza de su existencia, me siento seguro, me siento a salvo, me siento perdonado, reconfortado, guiado, esperanzado y amado. 

He comprendido que mi vida tiene un propósito que va más allá de mi propia humanidad, de mi propio criterio y de mis propias expectativas.

Mi creencia de que Dios es real, que está vivo y que vive en mí, no es una frase hecha: Es reconocer en mi lo que Él es y lo que ha hecho por mí. 

Ahora soy capaz de ver claramente cuándo, cómo y dónde Dios ha intervenido, me ha guiado, y me ha interpelado durante toda mi vida. 

Es una cuestión, no tanto de abrir los ojos, sino de abrir el corazón. La distancia más larga de la fe: los 28 cm que van desde la cabeza (razón) al corazón (sentimiento). 

Y es que la fe no es una cuestión de razonar (que también) sino de experimentar. Para creer en alguien, hay que conocerle y luego, todo transcurre naturalmente...llegas a amarle (con locura).

No sólo puedo verlo actuando en mi vida, sino que también le siento. Sí. Siento su presencia. Suena raro, tal vez irracional, excéntrico o "friki", pero cualquier persona que ama de verdad a Jesús sabe lo que es sentir la presencia del Espíritu Santo.

Una vez que se experimenta a Cristo, no hay lugar a la duda, no se puede negar, no se puede falsificar ni olvidar... y lo más importante, no puedes perdértelo. Una vez que uno descubre y experimenta al Señor, siempre quieres más. Se trata de amor puro y en abundancia.

Según progresas en el conocimiento de Dios, te vas transformando. La vida ya no es como antes. Ya no soy quien solía ser. Soy una nueva creación. Un hombre nuevo. Una nueva criatura. 

Estoy tan lejos de quien solía ser, que a veces, hasta me sorprendo. No estoy seguro de que las personas cambiemos por nosotros mismos. Es más, estoy seguro de que no es así. Existe un catalizador y es Jesucristo.

Mi fe ha crecido y madurado, se me han abierto los ojos y sobre todo, el corazón. Veo con absoluta nitidez la evidencia de la existencia de Dios por todas partes y siento como actúa en mi vida y en las de los demás a mi alrededor. Lo que antes pensaba que eran casualidades o el "destino", ahora sé quien obra: Dios.

Ahora, me fijo en cosas que antes pasaban totalmente desapercibidas para mi mente, preocupada por la rutina del día a día. Mi visión se ha dimensionado, soy capaz de ver con una perspectiva mucho más amplia: desde la naturaleza, las personas que voy encontrándome en mi vida, el profundo amor de mi mujer, de mis hijos y de todos mis hermanos en la fe.

Sin duda, la vida es un milagro, es una maravilla, sólo hay que...estar atento. Atento a Dios. A lo que me dice, hacia donde me guía y me dirige, y cuanto me quiere.

Veo a Dios en todas partes. La evidencia de su acción es inconfundible. Y en ello estoy, preocupándome y sirviendo a otros, rezando por aquellos que todavía no han abierto sus ojos y dando gracias a mi Dios, que me quiere con locura.





lunes, 13 de junio de 2016

EL CAMINO DE MEDJUGORJE: MI EXPERIENCIA DE PAZ





El pasado mes de febrero, mi querida mujer celebró su 50º cumpleaños. Ante tan importante conmemoración, se me ocurrió hacerla un regalo muy especial: un viaje a Medjugorje.

Al principio, me pareció una ocurrencia original, sin más. Ella, consagrada a la Virgen, estaba entusiasmada por visitar a la Reina de la Paz. Por supuesto, yo no pensaba ir y ella no quería ir sin mí. Mi corazón era reacio a viajar a un lugar donde se aparece diariamente la Virgen Maríadesde hace más de treinta años,  y de donde muchos vuelven diciendo que han "visto y experimentado milagros". Me costaba mucho creerlo y además...era un gasto económico con el que yo no contaba.

Algunos amigos que ya habían decidido ir, me animaban (mejor dicho, se empeñaban) para que fuera porque en el peor de los casos, volvería igual que me iría, y en el mejor...quién sabe!!! 

El caso es que, sin pensarlo mucho, me animé a acompañarla porque entre otras cosas, siempre vamos juntos a todas partes y porque además, hemos iniciado un hermoso y fructífero camino de fe y servicio.

Aquí comienza mi camino de peregrinaje, aunque evidentemente, trataré de resumirlo, pues lo que allí ocurrió daría para escribir un libro. Tan sólo contaré las circunstancias que más me "tocaron" el corazón y desde luego, sin ningún ánimo de sugestionar, convencer o alarmar a nadie. La intención es recordar y no olvidar.

Día 1 - Jueves: Llegada a Medjugorje


Nos levantamos el último jueves de abril, a las 04:oo de la mañana para coger un vuelo a las 07:00.

Siempre he odiado volar, a pesar de tener que hacerlo en muchas ocasiones. Pues bien, despegamos de Barajas rumbo a Alemania.

Tras hacer escala durante cinco horas en Munich, volamos a Split, y de allí en autocar a Medjugorje, donde por fin, llegamos sobre las 19:30. Más de 15 horas hasta que llegamos.

Una odisea de viaje, aeropuertos, aduanas y rosarios. "Mal empezamos"- pensé-.

Nos acomodamos en una humilde pero limpia pensión, regentada por gente fantástica y servicial, siempre con una sonrisa de cálida acogida en sus rostros; algo que a primera vista, me sorprendió y me agradó especialmente. 

 No me sentí turista ni extranjero ni tampoco protesté por la sencillez de las instalaciones.

Como el tiempo acompañaba y aún no había anochecido, un pequeño grupo fuimos a dar una vuelta de reconocimiento sobre el terreno.

Inmediatamente, algo me provocó una cierta hilaridad, una sensación negativa: la multitud de tiendas con artículos religiosos (vírgenes, rosarios, medallas, ángeles, etc) que había cada cinco metros y que me llevó a pensar negativamente (otra vez): "Mal seguimos, esto no es más que un negocio" -pensé-. 

Continuamos hacia la explanada donde se encuentra la parroquia con miles de bancos en el exterior, en busca de la escultura del Cristo Resucitado, que al parecer, se encontraba en su sitio de siempre, pero que mi queridísima amiga Loreto (veterana en Medjugorje) no terminaba a encontrar (¿casualidad?). Yo seguía en una actitud "poco católica", mientras anochecía.

De repente, llegaron oscuras nubes y comenzamos a ver relámpagos y a escuchar truenos. Me puse a contar después de cada relámpago. "Seguro que la tormenta se aleja, rodeando los dos montes" - pensé-. 

Pero no. No sólo no se alejó sino que en cuestión de segundos, cayó tal cantidad de agua como yo nunca había visto antes. 

Las calles eran auténticos ríos, nos empapamos por completo a pesar de ir preparados con ropa de lluvia y paraguas, y sentimos una cierta inquietud e incluso un cierto temor, por lo que, con cierta ironía y mientras huíamos buscando refugio, dije en voz alta: "entendido, ya dejo de protestar". 

No me vais a creer pero, al cabo de no mucho tiempo, dejó de "diluviar". Y nos fuimos, como pudimos (empapados) hacia la pensión.

Ahora tengo la certeza de que La Reina de la Paz nos lavó primero "por fuera", para irnos preparando a lo que habría de acontecer después y que debíamos experimentar en nuestras propias carnes, porque nuestra actitud (la mía y la de alguien más) comenzó a cambiar en el momento en el que abrimos el corazón y se lo entregamos a Ella. 


Día 2 - Viernes: Castillo de Patrick y Nancy


Son las 6:00 y nos despertamos con música. Brilla el sol y vemos todo de manera distinta: "después de la tempestad, viene la calma"

Experimentamos un clima de paz, de calma, de serenidad que se intuye en las personas, en las tiendas, en el ambiente...mientras nos encaminamos a la misa matutina.

Después de la Eucaristía y tras desayunar, nos dirigimos al castillo de Patrick y Nancy, dos canadienses afincados en Medjugorje desde hace unos años. Nancy nos cuenta su experiencia de vida y Patrick, su testimonio de conversión; nos habla de "su vida mundana, de "sus mensajes" y de su "llamada".

Comemos y por la tarde vamos a la explanada a rezar el Rosario y a venerar la Cruz. Más tarde, de compras. 

Lo que el día anterior veía como "el negocio", hoy lo veía como una oportunidad de acercarnos más a la Virgen. Pensando en todas las personas por las que hemos rezado e intercedido, aprovechamos la variedad de tiendas y el amplio surtido de objetos y nos aprovisionamos de regalos para ellos.

Vuelta al hotel. Conocemos al P. Roel, un joven sacerdote mexicano, legionario de Cristo, "marianólogo" que dejó el Vaticano para instalarse en Medjugorje. 

Su charla de bienvenida, es apasionante: nos introduce en la espiritualidad que se vive allí, nos habla de la apertura del corazón, de la paz y del perdón.


Día 3 - Sábado: Una jornada muy completa

Son las 04:00 y nos despertamos con música. Aún es de noche. Hoy tenemos un plan afortunado y nada fácil de conseguir: vamos en autocar a un pueblo cercano, Krehin Grac.

Allí vamos a conocer y a escuchar a Vicka Ivankovic-Mijatovic, una de las 6 videntes a la que se le aparece la Virgen todos los días.



Dicen que tiene uno de los dones más extraños del Espíritu Santo: un fenómeno que se conoce como bilocación, la posibilidad de estar presente en más de un lugar al mismo tiempo.

La intención que la Virgen le confió a ella en particular es orar por los enfermos y junto con Jacob, fue llevada por Ella al Paraíso, al Purgatorio y al Infierno.

La vida de Vicka ha estado marcada por el sufrimiento físico, pero sobre todo por la alegría radiante con la que siempre impresiona a las personas que la conocemos. Ella ha tomado el sufrimiento voluntariamente para sí misma con el objetivo de avanzar en los planes de la Virgen María, pero siempre mantiene la cautela de no hablar de ello.

Lo que nos contó no voy a escribirlo pero lo que sí os diré es que hemos rezado, y mucho: 7 Padrenuestros, 16 Avemarías y 7 Glorias. En mi vida he rezado tanto en una sola mañana. Hemos orado por todos los sacerdotes, por todos los enfermos y también por ellos, los videntes.

Son las 10:00 y volvemos a la explanada para la Eucaristía. El P. Ramón nos obsequia con una homilía espectacular.

Después, visitamos la estatua del Cristo Resucitado, sí aquella que no encontrábamos el primer día. 

Se trata de una escultura de bronce, de seis metros de altura y cuatro de ancho y cuyo peso es de tres toneladas. Allí experimentamos un fenómeno fuera de toda razón y lógica humanas: una estatua que "llora".

La estatua, colocada en 1998, comenzó a gotear líquido de una de sus piernas en el 2001, y de la otra pierna lo comenzó a hacer en el 2012, pero siempre en forma intermitente. 

Si bien la naturaleza del líquido en sí es un misterio, el goteo del líquido ha demostrado ser impredecible  puesto que en varias ocasiones, se ha detenido durante períodos prolongados de tiempo, en otra ocasión salía copiosamente y en otra, la sustancia que emanaba de la rodilla era de color rojo.

Algunos dicen que se trata de líquido sinovial humano y otros que tiene poderes curativos. Uno tiene reticencias a la llamada "fe mágica" pero al final, el Espíritu de Dios te abre los ojos y entiendes.

Después, vuelta al hotel a comer y a descansar.

Son las 14:00 y nos encaminamos a la Comunidad del Cenáculo, otra visita experiencial y testimonial que no contaré tampoco por su carácter confidencial. Una experiencia ejemplarizante.

Son las 17:00 y nos encaminamos al monte Podbrdo. Un lugar "sobrenatural".


Allí es donde la Virgen se apareció el 25 de Junio de 1981 por primera vez a los niños Ivanka Ivankovic, Mirjana Dragicevic, Vicka Ivankovic, Ivan Dragicevic, Jakov Colo y Marija Pavlovic. Nos dividimos en dos grupos, los que ya han estado anteriormente y los que venimos por primera vez y comenzamos la "ascensión".


Los "veteranos" suben guiados por el P. Luis José y los "novatos", subimos dirigidos por el P. Roel en las meditaciones en cada una de las cinco estaciones que realizamos hasta llegar a la Virgen Blanca. ¡Maravilloso!

Allí, en el monte ocurrieron (ocurren) milagros, sí; algunos, externos, sobrenaturales, que todos pudimos ver pero que carecen de importancia si los comparamos con otros más íntimos y personales que experimentamos. 

Como mi pretensión es contar este viaje desde mi experiencia, obviaré lo que nuestros ojos vieron y me limitaré a contar lo que yo experimenté allí arriba: un aluvión de paz y de sosiego y me sentí totalmente perdonado y aliviado. 

Es difícil expresarlo con palabras. No queríamos bajar de allí, como si se tratara de nuestro "Monte Tabor" personal.

Pero bajamos para cenar puesto que la jornada aún no había terminado. Después, todo el grupo fuimos de nuevo a la explanada para disfrutar de otra experiencia motivadora y espectacular: la Adoración del Santísimo.

Miles de personas de distintas nacionalidades, en silencio absoluto, orando y agradeciendo, escuchando una música celestial que penetra el alma y nos dispone a la maravillosa presencia del Señor. 

¡Un silencio que "clamaba al cielo"!

Día 4 - Domingo:  reflexión y testimonios

Son las 07:00 y nos levantamos con la intención de subir el Via Crucis del monte Krizevac, 
también llamado el Monte de la Cruz.

Resultado de imagen de krizevacSu nombre es debido a la presencia en su cima de una gran cruz de cemento colocada el 15 de marzo de 1934. 

En ella, está grabada la leyenda: "A Jesucristo, Redentor de la humanidad, como signo de nuestra fe, de nuestro amor y de nuestra esperanza, y en memoria del 1900 aniversario de la Pasión de Jesús".

Nos aconsejan hacer el Via Crucis en la explanada de Medjugorje, alrededor del cementerio terminando en el Cristo de las velas, al lado de la parroquia. 


El P. Roel nos guia a lo largo de las 15 estaciones que nos colman de paz, amor y perdón.



Terminamos y vamos al hotel a comer y a descansar.
Son las 16:00 y quedamos en una cafetería para compartir testimonios. Tres horas de comunión fraterna, lloros, abrazos y mucho amor.

Por la noche y después de cenar, charla teológica sobre la Intercesión de la Virgen María, dirigida y guiada por nuestros sacerdotes, el P, Ramón y el P. Luis José. Después nos despedimos del otro grupo y del P. Roel.

Día 5 - Lunes:  estamos de vuelta

Son las 05:00 y nos apresuramos a desayunar para tomar un autocar que nos lleve al aeropuerto de Zadar, a unos 300 kms de Medjugorje.

De allí a Frankfurt, donde comemos unas salchichas típicas en el aeropuerto pues no hay mucho tiempo en el enlace a Madrid.

Aterrizamos en Madrid sobre las 19:30, exhaustos pero inmensamente felices. Nuestra experiencia ha sido absolutamente maravillosa. No somos los mismos. Volvemos volando (y no me refiero al avión) al mundo real, al ruido, a las prisas, al desasosiego. Nos sentimos completamente extraños, como si no perteneciéramos a él.

La única pretensión de este testimonio es rememorar de nuevo mi vivencia en Medjugorje. Una experiencia  inolvidable, que ha marcado en mí un antes y un después. 


Lo importante no es si uno cree lo que allí sucede o no, o si la Iglesia se ha pronunciado o no, lo trascendente es vivir la espiritualidad que existe en Medjugorje y volver con el corazón colmado de gozo, alegría, paz y perdón.

Allí se viven los sacramentos con una intensidad fuera de lo normal, tanto la eucaristía, como la adoración y la confesión. Allí reina la paz, la serenidad y la calma. Allí se respira armonía y conciliación. Allí se experimenta el amor misericordioso de Dios.

Un deseo unánime subyace en el grupo: ¡Queremos regresar a Medjugorje ya! ¡Dios está allí! Y no queremos perdérnoslo.