¿QUIÉN ES JESÚS?

La vida de Jesús siempre ha suscitado preguntas a lo largo de los últimos dos mil años.

¿Cómo pudo un carpintero que fue ejecutado por los romanos convertirse en el hombre más famoso de la historia?
¿Fue Jesús alguien verdaderamente real?
¿Cómo puede Dios ser un hombre al mismo tiempo?
¿De qué manera podría esto tener algún sentido para mi vida?

Estas son algunas preguntas, pero aquí tienes un espacio para formular las tuyas.

viernes, 18 de julio de 2025

EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS: "EVANGELIO DE LA MISERICORDIA"


El evangelio según san Lucas es el tercero y más extenso de los evangelios, y 
originalmente forma una unidad con el libro de los Hechos de los Apóstoles, redactada 50 años después de la muerte de Jesús. 

Conocido como el "evangelio de la misericordia", tiene una finalidad pastoral al mostrar a Cristo como el salvador de los hombres, aquel que "vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido" (Lc 19,10). Para Lucas, Dios es el Padre misericordioso que sale al encuentro de sus hijos extraviados y se llena de alegría al volver a encontrarlos.

Desde el punto de vista pastoral y cristológico, Lucas insiste en el carácter universal de la salvación (Lc 3,6) a través de Jesucristo, el salvador del mundo entero pero insiste en la llamada a la conversión, al cambio de vida, como condición indispensable para alcanzar la salvación. 

El fruto de esa conversión es el gozo que experimentan los que creen en la Buena Noticia y se dejan salvar por ella. Por eso, san Lucas pone de relieve la acción del Espíritu Santo, que es la fuente de la verdadera alegría.

Es además, un evangelio peculiarmente escatológico: Lucas relee la apocalíptica sinóptica de Marcos, sustituyendo "el ídolo abominable y devastador" (Mc 13,14) por el asedio de Jerusalén entre terremotos, catástrofes y persecución (Lc 21,20), introduciendo un dato significativo: "pero antes de todo esto" (Lc 21,12), dando a entender que todavía no ha llegado "la hora" (frase muy típica de Lucas), es decir, que el fin no se va a producir en "su presente".

Autoría
Aunque el evangelio pudiera ser considerado anónimo porque no está firmado, desde mediados del siglo II, la Tradición de la Iglesia (Eusebio de Cesarea, san Jerónimo, san Ireneo de Lyon) atribuyó unánimemente este evangelio a Lucas, un converso del paganismo, sirio, probablemente nacido en Antioquía, discípulo de Pablo, que lo acompañó en sus viajes misioneros y que, según éste, era el "médico querido" (cf. Col 4,14; Flm 23; 2Tim 4,11).

Algunos le atributen contactos con Pedro y con Marcos para recopilar sus testimonios sobre Jesús, así como con la Virgen María, lo que le habría permitido narrar en su evangelio numerosos hechos de la infancia de Jesús e incluso haber transcrito el Magnificat de boca de la mismísima Maria.

Fecha de composición
Su composición suele datarse en torno al año 80 d.C. debido a que Lucas "describe" con posterioridad la destrucción del Templo de Jerusalén, acontecida el año 70 d.C., con lo que estaría poniendo en boca de Jesús una profecía que ya se habría cumplido (Lc 21,5-11).

Sin embargo, varios datos parecen sugerir su datación en torno a 50-60 d.C.:
  • las menciones que hacen san Ireneo de Lyon y el fragmento Muratori (180 d.C.) y su presencia en el papiro P75 (200 d.C.) parecen contradecir que el evangelio fuera de finales del siglo I, dado que habría transcurrido muy poco tiempo para haber tenido tanta difusión.
  • el libro de los Hechos de los Apóstoles finaliza con el arresto domiciliario y el proceso de Pablo (62 d.C.) pero no refiere nada sobre su muerte (64 d.C.). Por ello, es lógico pensar que Hechos pudiera haber sido escrito antes del 64 d.C. y, dado que es la 2ª parte del evangelio, éste tendría que haber sido escrito antes.
  • la referencia "nosotros" del libro de los Hechos: si Lucas viajó con Pablo, en los años 50, ¿tardó treinta años en escribirlo? 
  • Lucas parece desconocer las cartas de Pablo, ya extendidas a finales del siglo I d. C. (como atestigua la 2ª carta de Pedro), ya que si no, no daría datos que contrarios a éstas.
  • Lc 21 no da ningún detalle histórico de la destrucción de Jerusalén, sino que toma todas las imágenes de las profecías del Antiguo Testamento (Jr 21; Zac 12; 14; Esd 9; Sal 79; Ez 40–48; Dn 9,26). Además, ni el Evangelio ni Hechos mencionan de forma fehaciente la destrucción del templo, lo que supone que no había sido destruido en el momento de escribirse.
  • Las recomendaciones de Jesús de huir a las montañas de Judea no fueron seguidas, pues los cristianos de Jerusalén huyeron a Transjordania.
  • En 2 Cor 8 (escrita entre el año 54 y 57 d.C.) se alude a que Pablo envió a Corinto a Tito y "al hermano, cuyo renombre a causa del evangelio se ha extendido por todas las iglesias" y que "fue designado por elección de todas las iglesias como compañero de nuestro viaje", es decir, Lucas.
Lugar de composición
Algunos creen que se escribió en alguna región de Grecia: en Acaya, Beocia o Tebas; Otros, afirman que en Alejandría o Roma. La mayoría piensa que lo más probable es que fuera redactado en Cesarea marítima.

Lenguaje
Lucas, proveniente del mundo helenístico, por tanto, escribió su obra en griego, su lengua materna, el idioma común del Imperio Romano y de la mayoría de los escritos religiosos y filosóficos de la época. 

Estilo literario

El propio Lucas lo considera en sí mismo un género literario, la opus lucanum ("obra de Lucas"), enmarcado en lhistoriografía helenística por las referencias que hace en el prólogo relativas al proceso de predicación, de transmisión oral y de redacción que precedió a la composición definitiva de los evangelios:

  • ha investigado los hechos 
  • pretende narrar; no hablar, como Marcos
  • corrige a Marcos, no solo para mejorar el griego, sino para acercar más el texto al género histórico
  • en los inicios de su evangelio realiza una datación sincrónica (recurso historiográfico)
  • utiliza discursos en boca de personajes importantes para explicar el contenido de algunos hechos (recurso historiográfico)
Destinatarios 
La Iglesia lucana es una comunidad helenística situada en algún lugar del Imperio Romano  y formada por cristianos no judíos de 2ª generación, griegos de origen pagano y convencidos de que el cristianismo es el verdadero judaísmo, abierto a todos los pueblos y razas (universalismo).

Lucas se dirige de forma personal a Teófilo, que en griego significa "amante de Dios" o "amado por Dios". Por tanto, el nombre tiene un valor simbólico, por lo que se dirige a todos los que "aman a Dios", como comenta san Ambrosio:"el evangelio (Lucas) está escrito para aquel a quien Dios ama. Si amas a Dios, entonces está escrito para ti".

Algunos estudiosos sostienen que Teófilo era un oficial romano, porque Lucas se refiere a él como "ilustre" o "excelentísimo", palabra que se utiliza en tres pasajes de los Hechos de los Apóstoles cuando se hace referencia a un oficial romano (23,26; 24,2-3 y 26,25). 

Otros consideran la posibilidad de que pudiera haber sido el abogado de Pablo durante su juicio en Roma.​

Contexto histórico
Son momentos de crisis de identidad dentro de las comunidades cristianas a causa de la infiltración de falsos profetas y a las influencias sincretistas gnósticas, por los que la fe podía llegar a convertirse en una filosofía o en una espiritualidad especulativa.

Contenido

El evangelio de Lucas aporta materia propia que no aparece en los otros evangelios:
  • los primeros años de la vida de Jesús (1,5-4,13)
  • la predicación de Jesús en Galilea, Samaria, Judea y Perea (4,14-6.11)
  • una versión reducida del Sermón de la montañas, conocida como Sermón de la llanura (6.12-8,56)
  • un conjunto de parábolas (13,22-17.10): 
    • el buen samaritano
    • la moneda perdida
    • el hijo pródigo
    • el rico epulón y el pobre Lázaro
    • el juez inicuo y la viuda inoportuna
    • el fariseo y el publicano 
  • un relato detallado de las apariciones de Jesús resucitado, en concreto, el pasaje de los discípulos de Emaús (24,1-49)
]Lucas es el teólogo de la Historia de la Salvación, que divide en tres etapas sucesivas: 

  • el tiempo de preparación: historia de Israel (libros del AT)
  • el tiempo de Jesús (16,16): momento culminante de la salvación (Evangelio de Lucas)
  • el tiempo de la Iglesia: iniciado con la Ascensión y Pentecostés (Hechos de los Apóstoles)
Lucas, para hacer comprender la Historia de la Salvación, da una gran importancia a la acción del Espíritu Santo, tanto en la infancia y vida de Jesús como en las de la Iglesia: 
  • muchos de los personajes lucanos, en sintonía con los profetas del AT, aparecen movidos o llenos del Espíritu (Lc 1,15.35.41)
  • Jesús es obra del Espíritu Santo desde su concepción (Lc 1,35)
  • el Espíritu Santo desciende sobre Jesús en el bautismo en el Jordán (Lc 3,22)
  • el Espíritu Santo capacita a Jesús para su misión "porque le ha ungido" (Lc 4,18)
  • Jesús anuncia la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles (Lc 24,49)
  • a partir de Pentecostés, el Espíritu Santo guía y fortalece la misión de la Iglesia (Hch 1,8; 2,4.13)

Un tema importante en el evangelio lucano es el de los títulos cristológicos de Jesús: 
  • Señor" (Kyrios): el titulo más frecuente en el evangelio para dirigirse a Jesús. Tradicionalmente vinculado a su resurrección, Lucas lo aplica a su ministerio público para enfatizar su dimensión misionera, sin olvidar su dimensión divina, al ser la traducción griega del término hebreo Yahveh
  • "Profeta": el elegido por Dios para llevar la buena noticia a los pobres (Lc 4,16-30), el profeta que debe morir en Jerusalén (Lc 13,32-34)
  • "Salvador": es el único evangelio que utiliza este título para dirigirse a Jesús (Lc 1,47; 2,11; Hch 4,12; 5,31; 13,23)
También, la importancia y el interés por la mujer, uno de los marginados de Israel:
  • Isabel, la madre de Juan el Bautista (Lc 1,39-45)
  • Ana, la profetisa del templo (Lc 2,36-38)
  • la pecadora arrepentida (Lc 7,36-50)
  • las mujeres galileas que acompañan a Jesús durante su ministerio (Lc 8,2-3; 23,55-56)
  • Marta y María (Lc 10,38-42)
  • la Virgen María (Lc 1,26-38).
Y finalmente, el seguimiento de Jesús y sus exigencias
  • la vocación de Pedro (Lc 5,1-11)
  • la renuncia a los bienes materiales (Lc 5,11)
  • la parábola del joven rico (Lc 18,22)
  • las bienaventuranzas (lc 6,20-26)
  • el peligro de las riquezas (Lc 12,13-21; 14,33; 16,9-11; 18,22)
  • "Nadie puede servir a Dios y al dinero" (Lc 16,13)
  • la escucha de la Palabra de Dios (Lc 6.496-49; 8.21; 10,38-42)
  • la vigilancia a través de la oración ante las dificultades y tentaciones a imitación de Jesús (Lc 3,21; 5,16; 6,12; 9,18; 11,1; 12,35-40)
Estructura
El evangelio de Lucas puede estructurarse en 5 grandes secciones:

PRÓLOGO (1,1-4)

1.-PRESENTACIÓN DE JESÚS (1,5-4,13)
    • Anuncio del nacimiento de Juan y de Jesús (1,5-56)
    • Nacimiento de Juan y de Jesús (1,57-2,52) 
    • Actividad pública de Juan y de Jesús (3,1-4,13)
2.-ACTIVIDAD DE JESÚS EN GALILEA (4,14-9,50)
    • Cinco controversias: manifestación y rechazo de Jesús (4,14-6,11)
    • Elección de los discípulos, discurso parabólico y milagros de Jesús (6,12-8,56)
    • Revelación a los discípulos (9,1-50)
3.-VIAJE A JERUSALÉN (9,51-19,28)
    • Misión de los 70: seguimiento y confianza en el Padre (9,51-13,21)
    • Discurso parabólico: el banquete del amor (13,22-17,10)
    • La llegada del Reino: instrucciones a los discípulos (17,11-19,28)
4.-ACTIVIDAD DE JESÚS EN JERUSALÉN (19,29-21,38)
    • Entrada en el templo (19,29-46) 
    • Discurso mesiánico y controversias con los jefes de Israel (19,47-21,4) 
    • Discurso escatológico (21,5-38)
5.-PASIÓN Y RESURRECCIÓN DE JESÚS (22,1-24,49)
    • Pasión y Muerte (22,1-23,56)
      • Juicio ante el sanedrín (22,47-71)
      • Juicio ante Pilato (23,1-56)
    • Resurrección y manifestación de Jesús resucitado (24,1-49)
EPÍLOGO: DESPEDIDA Y ASCENSIÓN DE JESÚS (24,50-53) 

miércoles, 16 de julio de 2025

EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS. "EVANGELIO DEL CRISTIANO"

 
El evangelio según san Marcos es el segundo libro del Nuevo Testamento y el más breve de los cuatro evangelios canónicos, aunque es el más antiguo. Junto con Mateo y Lucas forma los llamados evangelios sinópticos, porque pueden leerse en paraleloDe los 678 versículos que componen el evangelio de Marcos:
    • 406 tienen paralelo en Mateo y en Lucas
    • 145 en Mateo 
    • 60 en Lucas
    • 51 no tienen ningún paralelo
Se trata de un evangelio cristológico que presenta de forma progresiva la identidad de Jesús, verdadero hombre y verdadero Dios, y que certifica con dos confesiones que cierran cada una de las dos partes del evangelio: la de san Pedro al proclamar "Tú eres el Mesías" (Mc 8,29) y la del centurión al decir "Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios" (Mc 15,39). 

Pero también, es un evangelio pastoral que presenta la identidad del discípulo como un seguidor comprometido escogido por Jesús (Mc 1,16-20; 2,13-14; 10,17-22), que forma un grupo más amplio que el de los "Doce" (Mc 4,10) y que está llamado a: 
    • seguir y permanecer junto a Jesús para estar en comunión con Él (discipulado)
    • ser pescadores de hombres (apostolado)
    • tener una actitud de servicio (entrega)
    • vivir una vida de renuncia y abandono total (martirio)
Autoría
Los Padres de la Iglesia (Eusebio de Cesarea, Papías de Hierápolis, san Ireneo de Lyon, san Justino) consideran a Juan (nombre judío) Marcos (nombre helenizado), sobrino de Bernabé, discípulo ("intérprete", "traductor", "secretario") de san Pedro y acompañante misionero de san Pablo, como su autor. 

Estrechamente vinculado a las dos máximas figuras del cristianismo naciente, es citado y presentado como "compañero de Pablo"​ (Col 4,10, en Flm 24, en 1 Tim 4,11, en Hch 12,12-25;13,15;15,37,) y como "hijo de Pedro" (1 P 5,13). 

Sin embargo, existen controversias sobre la autoría de Marcos y algunos autores niegan su origen apostólico, su exactitud y su unidad porque:
  • la teología presente en este evangelio parece más "paulina" que "petrina"
  • su maestro, Pedro, es presentado de manera desfavorable en algunos pasajes (Mc 8,33)
  • incurre en errores geográficos sobre Palestina, ilógicos en un judío como Marcos
  • el final del evangelio (a partir de Mc 16, 9), en el que se narran las apariciones de Jesús resucitado, es un añadido posterior por parte de un autor diferente al del texto principal
Fecha de composición
Según Clemente de Alejandría, el evangelio de Marcos se escribió al final de la vida de Pedro y según Ireneo de Lyon, tras su muerte, lo que sitúa su fecha de composición entre el 60 y el 70 d.C., un tiempo de crisis y persecución, según el propio evangelio (Mc 8,34-38; 10,30-45; 13,7-10):
    • 62 d.C.: martirio del apóstol Santiago, en Jerusalén
    • 64-67 d. C.: martirio de Pedro y Pablo, en Roma 
    • 70 d.C.: destrucción de Jerusalén
Algunos exégetas afirman que Marcos pudo haber escrito un proto evangelio en arameo a principios de los años 40 d.C., destinado a la comunidad de Judea, pues el autor parece dar por hecho que su público conoce a ciertos personajes jerosolimitanos de la época (los hijos de Simón el Cireneo) y ciertos hechos cercanos en el tiempo a la muerte de Jesús (la revuelta en la que participó Barrabás). Esto además explicaría la existencia del Papiro 7Q5.

Por otro lado, al partir Marcos junto con Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero (46 d.C.), pudo haber traducido al griego su primera versión y haber añadido algunas explicaciones sobre las costumbres judías para que fuesen comprendidas por una comunidad que no estaba familiarizada con ellas.

Lugar de composición
Desde finales del siglo II, la tradición de la Iglesia sostiene que fue escrito en Roma (Papías, Ireneo, Clemente de Alejandría, Pastor de Hermas), basándose en:
  • las explicaciones de costumbres judías (Mc 7,3-4; 14,12; 15,42)
  • las traducciones de expresiones arameas (Mc 3,17; 5,41; 7,11)
  • las apariciones de latinismos como legión, centurión, denario, pretorio, cuadrante (Mc 6,27; 7,4; 15, 39.44-45) 
  • las alusiones al derecho y horario romanos (Mc 10,12; 13,35)
  • las explicaciones de la equivalencia entre monedas hebreas y romanas (Mc 12,42)
  • las presentación de un romano como el primero en reconocer la identidad de Jesús (Mc 15,39)
En todo caso, Marcos se dirige a una comunidad:
  • doméstica, por la presentación  que se hace de  "la casa", lugar donde Jesús instruye a sus discípulos (domus ecclesiae)
  • evangelizadora, por el vocabulario misionero (Mc 13,10; 14,9) 
  • organizada y jerarquizada, por la relevancia dada al grupo de "los Doce"
  • perseguida, por la situación de persecución (Mc 8,34-38; 10,30.35-45; 13,8-10) 
Lenguaje
Aunque Marcos recurre a la Septuaginta para escribir su evangelio en griego, presenta algunos giros y expresiones de origen semítico que sugieren, según los Padres de la Iglesia, que el texto podría haberse basado, al menos en parte, en fuentes arameas orales o escritas (Mc 1,11; 2,6; 3,4.16; 4,12; 5,41; 6,38; 7,2.11.34; 9,1; 14,36) dirigidas a los judíos y que podrían explicarse por tres razones principales:
  • fidelidad a las fuentes originales: el autor pudo haber mantenido ciertas expresiones arameas y semíticas para preservar la autenticidad y la integridad de las tradiciones orales y escritas que utilizó.  
  • traducción y explicación: el autor a menudo las traduce y explica en el propio texto para que sean comprensibles, ya que se dirige a una audiencia griega que desconoce el arameo o el hebreo: "Talitha kum" (Mc 5,41), "Abba" (Mc 14,36) o Corban (Mc 7,11).
  • enriquecimiento literario y teológico: el autor pudo haber tenido la intención de enriquecer el texto literaria y teológicamente, proporcionando un sentido de autenticidad y conexión con las raíces judías del cristianismo.
Estilo literario
Su estilo es vivo, popular y espontáneo, aunque su lenguaje es pobre y rudimentario.

Contiene pocos discursos de Jesús porque está más interesado por sus acciones que por sus palabras. En cambio, los relatos se desarrollan con abundancia de detalles, y en ellos Jesús aparece con las reacciones propias de un ser humano. 

Destinatarios y Contexto histórico
Redactado para una comunidad helenística radicada en algún lugar del Imperio Romano (en Italia) y formada por cristianos no judíos, griegos de origen gentil, que no conocían las costumbres judías (razón por la que el evangelista, en ocasiones, las explica).

Situación interna: actitud crítica y negativa (como en Mateo) hacia los fariseos y las autoridades judías del Sanedrín, culpándolos de la muerte de Jesús (más que a las romanas).

Situación externa: los cristianos son calumniados, perseguidos y martirizados a imitación del Maestro. Es el comienzo de las grandes persecuciones romanas iniciadas por Nerón.

Contenido
Ante esta situación de crisis y persecución, Marcos trata de fortalecer la fe en Cristo y el compromiso misionero y de servicio de la comunidad a imitación del Maestro presentando la identidad verdadera de Jesúsmostrando la identidad verdadera del discípulo.

La respuesta a la gran pregunta latente a lo largo de todo este Evangelio: "¿Quién es Jesús de Nazaret?" está en la cruz. Jesús no es el Mesías glorioso que esperaban sus contemporáneos, sino el Mesías crucificado. La cruz era el camino obligado para llegar a la Resurrección (no hay luz sin cruz). Por ello, el discípulo de Cristo está llamado a seguirlo por el camino del martirio.

Marcos destaca especialmente la humanidad de Jesús como Hijo de hombre y, a partir de ella, nos lleva progresivamente a descubrir en él su divinidad como Hijo de Dios. Porque detrás de su Persona se esconde un gran "secreto", el "secreto mesiánico", que sólo se revela en su Muerte y su Resurrección. 

De ahí las continuas órdenes de silencio de Jesús a sus discípulos con las que trataba de evitar equívocos y conclusiones precipitadas antes de que llegara "su hora", y con las que Marcos concluye muchos episodios que "desvelan" anticipadamente el misterio de su Persona (Mc 1,25.34.43-45; 3,12; 5,43; 7,36; 8,26.30; 9,9)

Estructura
El evangelio de Marcos puede estructurarse en dos grandes secciones, además de un prólogo y un apéndice:

PRÓLOGO (1,1-13)

1.-JESÚS, MESÍAS
    • REVELACIÓN DE JESÚS A LOS DIRIGENTES JUDÍOS (1,14-3,6)
      • Predicación de Jesús en Galilea (1, 14-15)
      • Llamada de los primeros discípulos (1,16-20)
      • Autoridad que asombra (1,21-45)
      • Autoridad que exaspera: cinco controversias (2,1-3.6)
    • REVELACIÓN DE JESÚS A SUS PARIENTES Y PAISANOS (3,7-6,6)
      • Actividad de Jesús (3,7-12)
      • Elección de los Doce (3,13-19) 
      • Incomprensión y calumnias (3,20-25)
      • Discurso parabólico (4,1-34)
      • Milagros (4,35-5,43)
      • Asombro e incomprensión de sus paisanos en Nazaret (6,1-6)
    • REVELACIÓN DE JESÚS A SUS DISCÍPULOS (6,6-8,30)
      • Actividad de Jesús (6,6)
      • Misión de los Doce y muerte de Juan el Bautista (6,7-13)
      • Herodes y el martirio de Juan (6,14-29)
      • 3 peregrinaciones y vuelta a Galilea: los panes (6,30-8,26)
      • Opiniones de la gente y confesión mesiánica de Pedro (8,27-30)
2.MESÍAS SUFRIENTE E HIJO DE DIOS
    • HACIA JERUSALÉN: REVELACIÓN DEL CAMINO DOLOROSO (8,31-10,52)
      • 1º Anuncio de la pasión y resurrección (8,31-33)
      • Instrucción catequética (8,34-9,29)
      • 2ºAnuncio de la pasión y resurrección (9,30-32)
      • Instrucción catequética (9,33-10,31)
      • 3ºAnuncio de la pasión y resurrección (10,32-34)
      • Instrucción catequética (10,35-52)
    • EN JERUSALÉN: REVELACIÓN COMO JUEZ Y SEÑOR DEL TEMPLO (11,1-13,37)
      • Acciones simbólicas mesiánicas (11,1-25)
      • Discurso mesiánico y controversias con los dirigentes judíos (11,27-12,44)
      • Discurso escatológico (13,1-37)
    • PASIÓN Y RESURRECCIÓN: REVELACION PLENA (14,1-16,8)
      • Unción entre conspiración y traición (14,1-11)
        • en el cenáculo (14,12-25)
        • en Getsemaní (14,26-52)
      • Juicio y Crucifixión
        • ante el Sanedrín (14,53-72)
        • ante Pilato (15,1-20)
        • en el Gólgota (15,21-41)
      • Sepultura y resurrección (15,42-16,8)
APÉNDICE (Mc 16,9-20)

martes, 15 de julio de 2025

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: "EVANGELIO DEL REINO"

Comenzamos hoy una serie que nos llevará a explorar la importancia para el cristianismo de los cuatro evangelios bíblicos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Y ¿por qué no? a sumergirnos y profundizar en su lectura...

El evangelio según san Mateo es el primero de los cuatro evangelios canónicos, el más judío y el más citado y comentado por los padres de la Iglesia:

  • San Ignacio de Antioquía, en sus cartas a las Iglesias de Asia, toma prestadas alguna de sus expresiones y sentencias (Mt 10,16; 12,33)
  • San Policarpo cita literalmente varios pasajes (Mt 5,44; Mt 26,41)
  • La Didajé contiene 66 pasajes de Mateo (Mt 6,7-13; 28,19; 12,31)
  • La Epístola de Bernabé cita un pasaje (Mt 22,14)
  • El “Pastor de Hermas” hace referencias a varios pasajes aunque no de forma literal.
  • San Justino (“DiálogoXCIX, 8) cita casi literalmente la oración de Cristo en el Huerto de los Olivos (Mt 26,39-40)
  • Atenágoras (“Legatio pro christianis”, XII, 11) cita casi literalmente sentencias del Sermón de la Montaña (Mt 5,44)
  • Teófilo de Antioquía (Ad Autol., III, XIII-XIV) cita un pasaje (Mt 28,32)
  • San Jerónimo (In Matt. Prol.) comenta el Evangelio de san Mateo
  • San Clemente (Homilías XVIII) cita literalmente algunos pasajes (Mt 15,13;13,35)
  • Taciano (Diatasseron) incorpora en su disertación el Evangelio de Mateo
  • San Ireneo cita numerosos pasajes y afirma que fue uno de los cuatro que constituyeron el Evangelio cuadriforme dominado por un solo Espíritu
  • Papías de Hierápolis (Eusebio, h.e. 3.39.16) afirma la autoría evangélica de Mateo
  • Tertuliano menciona a Mateo como el autor de un Evangelio (De carne Christi, XII)
  • Clemente de Alejandría (Strom., III, XIII) cita más de 300 pasajes de Mateo
Todas estas menciones de Mateo lo convierten en un evangelio profundamente enraizado en la vida de la Iglesia, es decir, es un evangelio preminentemente cristológicoeclesiológico, catequético y pastoral que se dirige a una comunidad cristiana, de 2ª generación, constituida por judíos y gentiles, para dar respuesta a los problemas a los que se enfrentaba la Iglesia primitiva.

Autoría
Papías de Hierápolis, Padre Apostólico y discípulo de san Juan, afirma que su autor es Mateo el publicano, hijo de Alfeo y Cleofás, también llamado Leví, el apóstol de Jesús (Mt 9,9). Probablemente, Mateo no fuera quien escribiese el evangelio de su puño y letra, sino más bien, un discípulo suyo, cristiano de 2ª generación, conocedor del griego y del Antiguo Testamento (Tanaj).

Fecha de composición
La fecha de composición del evangelio se puede situar entre el 70 y el 110 d.C., aunque muy probablemente se escribe entre el 80 y el 90 d.C. por varias razones:
  • el evangelio alude implícitamente a la ya ocurrida destrucción de Jerusalén en el 70 d.C. (Mt 22,7; 23,28; 24,15)
  • san Ignacio de Antioquía es el primero que lo cita en sus cartas, hacia el 110 d.C., lo que significa que ya circulaba con anterioridad por las distintas comunidades cristianas
  • la distinción que hace entre los judíos y cristianos, entre las sinagogas y las domus ecclesiae (iglesias domésticas) no pudo darse antes del 80 d.C.
Lugar de composición
Probablemente, Antioquía, capital de Siria, tercera ciudad más grande del Imperio Romano y cuna del cristianismo primitivo y de la evangelización a los gentiles. Allí:
  • residió Pedro, tras el martirio de Esteban, y fundó una de las primeras comunidades cristianas, siendo su primer obispo (Gal 2,11-14)
  • fueron enviados Pablo y Bernabé para iniciar sus viajes misioneros (Hch 11,19-30)
  • fue donde los seguidores de Jesús fueron llamados cristianos por primera vez (Hch 11,26)

Lenguaje
Aunque el evangelio de Mateo utiliza muchos semitismos, contiene muchas peculiaridades lingüísticas que indican que el texto original fue escrito en griego koiné y no que se trate de una traducción del arameo al griego:
  • utiliza 137 palabras propias y expresiones exclusivas en todo el Nuevo Testamento: 34 veces la expresión “Reino de los cielos", que no se encuentra ni en Marcos ni en Lucas, quienes la sustituyen por“Reino de Dios” (4 veces en Mateo). 
  • emplea repeticiones de palabras, frases, expresiones o construcciones especiales varias veces dentro de un intervalo bastante corto (cf. 2,1, 13 y 19; 4,12, 18, y 5,2; 8,2-3 y 28; 9,26 y 31; 13,44, 45, y 47, etc.)
  • utiliza la paronomasia, es decir, el uso de palabras con pronunciaciones semejantes pero con significados distintos, sobre todo, en los discursos de Jesús.
Destinatarios
La comunidad mateana está compuesta fundamentalmente por judíos cristianos pero también gentiles procedentes del paganismo.

Contexto histórico
Situación externa: enfrentamiento y ruptura de la Iglesia con el judaísmo (Mt 23,1-36). Mateo marca una clara distancia entre los cristianos y los fariseos, sacerdotes y maestros de la ley, entre la Iglesia Cristiana y la Sinagoga judía (Mt 4,23; 9,35; 10,17; 12,9; 13,54), y subraya el rechazo del pueblo judío y sus líderes hacia Jesús (Mt 27,15-26; 27,62-66; 28,11-15).

Jerusalén y el templo han sido destruidos y el judaísmo ha quedado reducido al grupo de los escribas y fariseos que se vuelven intransigentes con los demás grupos religiosos judíos (saduceos, esenios, etc.) y, sobre todo, con los cristianos, que son calumniados, perseguidos y martirizados.

Situación interna: choque de posturas con respecto a:
  • la interpretación de la Ley mosaica (Mt 5,17-48; 15,1-20)
  • los destinatarios de la evangelización (Mt 10,5-6; 15,24; 28,18-20)
  • la diversidad de observancia de los preceptos (Mt 15,1-20; 7,21-23) 
  • los diferentes carismas existentes (Mt 18,1-35)
  • la organización y estructura jerárquicas de la Iglesia, distintas a las de la Sinagoga (Mt 23,1-7), no piramidal en cuanto a poder y privilegios, sino de solidaridad recíproca como en las relaciones familiares (Mt 23,8-12)
  • la pérdida del entusiasmo inicial ante el retraso de la venida del Señor y la adopción de criterios mundanos (poder, riquezas, etc.) ante los que hay que estar vigilantes (Mt 6,19-24; 19,23-26; 24,42-44; 25,1-13;26,41)
Ante esta situación, Mateo trata de hallar un punto de encuentro, trata de conciliar las distintas realidades:
  • presentando a Pedro como el cabeza y maestro de la Iglesia (Mt 16,16-19; 17,24-27)
  • mencionando siempre a los paganos de manera positiva (Mt 8,5-13; 15,21-28)
  • mostrando a Jesús con diversos títulos cristológicos: Mesías (Mt 11,2), Hijo de David (Mt 22,21-46), el Siervo sufriente anunciado por Isaías (Mt 8,17; 12,15-21; 17,51), Hijo de Dios (Mt 1,18-25; 2,15; 3,17; 14,33; 16,16; 17,5 ; 27,54), Hijo del hombre y Señor de la historia (Mt 24,29-31; 25,31-46; 28,18)
  • presentando a la Iglesia como el nuevo pueblo congregado por Jesús, la verdadera descendencia de Abrahán, heredada de Israel (Mt 21,43)
  • proponiendo las actitudes principales del cristiano: la fe, la relación con Jesús y la comprensión de su mensaje (Mt 13,51; 14,33; 16,12; 17,13)
  • exponiendo en sus cinco grandes discursos (Mt 5-7; 10; 13; 18; 24-25), la nueva halaká (normas de comportamiento) para hacer la voluntad de Dios (Mt 7,15-27; 21,28-32; 24,45-25,46)
  • animando a vivir al servicio de los demás (Mt 20,26-28; 23,11-12), a la atención y solidaridad con los necesitados (Mt 18,1-14) y al perdón (Mt 5,21-26; 6,12.14-15; 18,21-35)
  • recordando el mandamiento del amor de Jesús (Mt 25,31-46)
Fuentes
Los evangelistas, para componer sus obras, contaron con una tradición que se había transmitido, primero, de forma oral y por escrito, después. Mateo utiliza:
  • materia propia. Ocupa la cuarta parte de su evangelio: parábolas (Mt 13,1-52), mandato misionero (Mt 10,5-6; 28,19), etc.
  • el evangelio apócrifo de Tomás del que obtuvo datos de la infancia de Jesús (Mt 13,1-52)
  • el evangelio de Marcos del que recoge relatos de los milagros (Mt 8-9) 
  • la Fuente Q o fuente de los dichos, del que recoge el Sermón de la Montaña, las bienaventuranzas o el Padrenuestro
Estilo literario
El estilo literario de Mateo es:
  • típicamente judío al utilizar recursos semíticos como los paralelismos, los quiasmos (paralelismos en forma de X), las inclusiones, las disposiciones concéntricas, las agrupaciones numéricas y temáticas, repeticiones de fórmulas, etc.
  • breve y claro al evitar lo accesorio y marginal, agrupando y ordenando los relatos y enseñanzas, subrayando los rasgos característicos de los personajes, etc.
  • respetuoso con las Escrituras con constantes y numerosas citas del Antiguo Testamento, que interpreta con las mismas técnicas de los fariseos: utilizando el midrash haggádico o narrativo (Mt 1-2) y el midrash halakico o normativo (Mt 5,17-48) pero no con la Ley de Moisés como clave sino Jesús.
  • peculiar en el uso de citas de reflexión para subrayar aspectos importantes: "todo esto sucedió para que se cumpliera..." (Mt 1,22; 2,15.17.23; 4,14; 8,17; 12,17; 13,35; 21,4; 27,9)
Contenido

Jesús (1-4)
Mientras en Marcos Jesús es el Hijo de Dios-hombre que actúa, en Mateo es el Dios-Hombre que enseña y habla del Padre y de su plan salvífico:
  • Jesús es el nuevo Moisés. Sus vidas tienen numerosos paralelismos: nacimientos anunciados en un sueño; Faraón trata de impedir el nacimiento de Moisés, Herodes, nuevo Faraón, trata de hacer desaparecer a Jesús (Ex 1, 15-16); Faraón consulta a sus astrólogos, Herodes a los escribas; en ambos casos, los reyes deciden matar a todos los niños (Ex 3, 14-15), pero tanto Moisés como Jesús logran escapar de la matanza; ambos ofrecen la ley de Dios al pueblo; la orden dada a José es muy semejante a la que recibe Moisés (Ex 4, 19-23); los cinco grandes discursos de Mateo evocan los cinco libros de la Ley de Moisés (Pentateuco); la transfiguración presenta claramente a Jesús como el nuevo Moisés (Mt 17, 1-4)
  • Jesús es el Hijo de Dios al que debemos recurrir en las dificultades (Mt 14, 33) y proclamarlo con firmeza (Mt 16, 16) y reconocerlo en el crucificado (27, 54).
  • Jesús es el Hijo del hombre que se identifica con todos los perseguidos, con los pequeños, los pobres (Mt 25, 36-46).
  • Jesús es el Hijo de David que da cumplimiento a lo prometido a David. 
  • Jesús es el Mesías, Salvador de la humanidad. 
  • Jesús es el Siervo que toma nuestras enfermedades y sufrimientos
  • Jesús es el Señor de la nueva comunidad: funda y construye la Iglesia apostólica.
El Reino (5-13)
Jesús predica el Reino de Dios, su cercanía y su llegada. Es el tema que ocupa mayor extensión en Mateo con una doble dimensión: histórica y escatológica, presente y futuro. 

El Reino de Dios es una comunidad de salvación cuya carta programática es desarrollada por Jesús en el Sermón de la montaña (Mt 5-7) sobre cómo deben ser sus miembros (valores) y a qué se parece (13 parábolas).

Iglesia (14-17)
La Iglesia es el inicio del Reino visible en la tierra. Jesús le confía a Pedro la misión de ser cimiento del Reino de Dios, de la nueva comunidad, de la Iglesia. Una Iglesia abierta, plural y universal, desligada de los esquemas rigurosos del judaísmo, que va adquiriendo cohesión interna y que se lanza a evangelizar a otros pueblos en cumplimiento del mandato de Jesús (Mt 28,19.

Características: la presencia de Cristo en la comunidad, la proclamación de la palabra, su carácter esencialmente espiritual y su índole universal, anunciada ya por los profetas.

Exigencias: la conversión, es decir, la aceptación de la persona de Jesús y su mensaje; la fe como entrega personal a Cristo, que ha de manifestarse en el seguimiento e imitación personal de Cristo; la nueva justicia, superior a la del Antiguo Testamento, y mejor que la de los escribas y fariseos, que habían reducido la religión a mero formalismo sin verdadero espíritu interior; nueva justicia que viene a resumirse en el amor a Dios y el amor al prójimo.

Misterio Pascual (24-28)
El Misterio Pascual inaugura el Reino: para dar vida a este nuevo Reino, a esta Iglesia, Jesús tiene que dar su vida, según la voluntad del Padre. Mateo quiere insistir en que Jesús es el justo perseguido, el Siervo de Yahvé de Isaías y los que le condenan no hacen más que cumplir con “lo que estaba escrito”.

Hay un detalle importante que Mateo no pasa por alto: “El velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo” (Mt 27, 51). con lo que quiere significar que con la muerte de Jesús, el antiguo culto mosaico se ha acabado y que ha comenzado la Nueva Alianza, sellada con la sangre del Hijo de Dios y con la que se abre al hombre la posibilidad de renacer a una nueva vida, la muerte había sido vencida por la Vida.

Estructura
Mateo organiza su evangelio de varias maneras: 
  • agrupación de unidades literarias: tres series de tres relatos de milagros (Mt 8-9), tres grupos de parábolas (Mt 13,1-52), tres signos de Jesús (Mt 21,1-27), tres parábolas (Mt 21,28-22), tres controversias (Mt 22,15-40)
  • marcas de división: tres variantes de los mismos hechos realizado por Jesús (Mt 4,23; 9,35; 11,1), tres anuncios de la pasión (Mt 16,21; 17,22-23; 20,17-19)
  • cinco discursos: que terminan siempre con una fórmula fija: "Cuando Jesús terminó..." (Mt 7,28; 11,1; 13,53; 19,1; 26,1):
    • discurso mesiánico: Sermón de la montaña (Mt 5-7)
    • discurso apostólico (Mt 10)
    • discurso parabólico (Mt 13)
    • discurso eclesiológico (Mt 18)
    • discurso escatológico (Mt 24-25)
  • repetición de una misma fórmula para señalar un nuevo comienzo: "Desde entonces, comenzó Jesús a..." (Mt 4,17; 16,2)
El evangelio de Mateo puede estructurarse en tres grandes secciones:
  1. PRESENTACIÓN DEL MESÍAS (Mt 1,1-4,16)
    • Genealogía, nacimiento e infancia de Jesús (Mt 1,1-2,23)
    • Preparación para la misión: predicación de Juan Bautista, bautismo en el Jordán, tentaciones en el desierto (Mt 3,1-4,16)
  2. ANUNCIO DEL REINO DE LOS CIELOS (Mt 4,17-16,20)
    • Actividad de Jesús en Galilea: anuncio del reino con obras y palabras (Mt 4,17-11,1): 
      • anuncio (Mt 4,17)
      • enseñanzas: Sermón de la MOntaña (Mt 5-7)
      • milagros y curaciones (Mt 8-9)
      • discurso apostólico: envío de los discípulos (Mt 9-11)
    • Rechazo de Jesús (Mt 11,2-16,20): 
      • controversias y hostilidad de las autoridades judías (Mt 11,2-12,50)
      • discurso parabólico: instrucción de los discípulos con parábolas (Mt 13,1-52)
      • Rechazo de Jesús en Nazaret (Mt 13,54-58)
      • Muerte de Juan el Bautista (Mt 14,1-2)
      • discurso eclesial: el Reino y la Iglesia (Mt 13,53-16,20)
  3. ANUNCIO DEL DESTINO SUFRIENTE DEL MESÍAS (Mt 16,21-28,20)
    • Anuncio a los discípulos el destino de Jesús (Mt 16,21-20,34): 
      • Transfiguración en el Tabor (Mt 17,1-13)
      • tres anuncios de la pasión (Mt 16,21; 17,22-23; 20,17-19)
      • sentido de la pasión y exigencias del discipulado (Mt 16,21-20,28)
    • enseñanza mesiánica: consumación del rechazo de Jesús (Mt 21,1-28,20):
      • en Jerusalén (Mt 21-23)
      • discurso escatológico: acontecimientos del fin y venida del Hijo del hombre (Mt 24-25)
      • relato de la Pascua: pasión-resurrección (Mt 26,1-28,20):
        • Complot para matar a Jesús (Mt 26,1-16)
        • Última Cena (Mt 26,17-29)
        • Monte de los Olivos (Mt 26,30-56)
        • Proceso judío: en el sanedrín (Mt 26,57-75)
        • Proceso romano: en el pretorio (Mt 27,1-31)
        • Crucifixión, muerte y sepultura (Mt 27,32-61)
        • Resurrección (Mt 27,62-28,20)
      • rechazo del pueblo y convocatoria del Nuevo Israel (Mt 28,26-20)

lunes, 14 de julio de 2025

LOS EVANGELIOS: QUÉ SON Y CÓMO LEERLOS

Los evangelios son los libros más leídos de toda la Biblia porque hablan de Jesús, de su vida, enseñanzas y milagros.

La palabra "evangelio" (en griego, "buena noticia") era utilizada por:

  • griegos y romanos para referirse a buenas noticias de la vida cotidiana y, sobre todo, para la propaganda imperial. 
  • judíos para referirse también al anuncio de buenas noticias (2 Sam 18.19.20.27.21; Jr 20,15), aunque en el profeta Isaías, la buena noticia se refiere a la llegada de Dios como rey (Is 52,7).
  • cristianos para referirse a "predicar", es decir, "anunciar la llegada del reinado de Dios por medio de Jesús, la llegada de la salvación" (Mc 1,14-15; Mt 4,23; 9,35; Rom 15,9; 1 Cor 9,12; 2 Cor 12,12), pero también para referirse a los acontecimientos de la vida de Jesús (Mc 1,1; 14,9). Tras la Pascua, la buena noticia se centró en el anuncio de la muerte y resurrección de Jesús (2 Tim 1,8.10).

Evangelios canónicos
Los evangelios canónicos son aquellos aceptados desde siempre por las primeras comunidades cristianas como inspirados y que pasaron a formar parte del canon o lista del Nuevo Testamento.

Los tres primeros evangelios canónicos (Mateo, Marcos y Lucas) tienen muchas cosa en común porque dependen de dos tradiciones y se les llama sinópticos, porque pueden leerse en paralelo

El evangelio de Juan es notablemente diferente tanto en la estructura, contenido y estilo porque pertenece a otra tradición distinta. No obstante, los cuatro narran el ministerio de Jesús, sus enseñanzas y sus acciones, así como su muerte y resurrección.
Los evangelios tienen una intencionalidad biográfica pero su criterio es pastoral: proclamar el gran acontecimiento de la salvación por Jesús. Recogen una tradición  transmitida oralmente por los discípulos de Jesús, y sólo ellos tienen un contenido organizado según un esquema común para enmarcar narrativamente los dichos y acciones de Jesús: comienzos con Juan Bautista, ministerio público de Jesús, Pasión, Muerte y Resurrección.

Evangelios apócrifos
Además de los cuatro evangelios canónicos, en los primeros siglos de la Iglesia surgieron en comunidades gnósticas otros escritos que recibieron el nombre de evangelios apócrifos, que contenían aspectos de la vida o enseñanzas ocultas escondidas de Jesús, reservadas a los iniciados, de carácter esotérico que no fueron admitidos dentro del canon.

A diferencia de los evangelios canónicos, que no señalan su autoría, los evangelios apócrifos destacan su autoría de algún personaje del círculo cercano de Jesús, buscando respaldo y autoridad con ese nombre.
Se pueden clasificar en cuatro grupos:
  • Evangelios de la infancia. Narraciones del nacimiento de Jesús o sus milagros durante su infancia: Protoevangelio de Santiago, que revela el nacimiento milagroso de la Virgen María y el nombre de sus padres, Joaquín y Ana; Evangelio del pseudo-MateoEvangelio Secreto de la Virgen María; Historia de José el carpintero, etc.
  • Evangelios de dichos. Colecciones de dichos y enseñanzas de Jesús de carácter gnóstico: Evangelio de Tomás, que contiene 114 dichos de Jesús, de los cuales 79 tienen paralelismos con los sinópticos y añadidos gnósticos o Apócrifo o Epístola de Santiago, que narra la existencia de un libro secreto en hebreo revelado por Jesús al apóstol.
  • Evangelios de la pasión y resurrección. Relatos complementarios de la muerte y resurrección de Jesús: Evangelio de Pedro; Evangelio de Nicodemo; Evangelio de Bartolomé, Evangelio de Gamaliel.
  • Diálogos del Resucitado. Escritos gnósticos con enseñanzas de carácter esotérico: Evangelio de María, que contiene las revelaciones de Jesús resucitado a María Magdalena y desarrolla los relatos canónicos de Mt 28,8-10 y Jn 20,11-18; Evangelio de Marción; Evangelio de Judas, etc.
Cómo leer los evangelios
En primer lugar, hay que tener en cuenta que los evangelios son relatos narrativos cuya intención es vincular el misterio de Jesús a la historia.

En segundo lugar, los evangelistas trataron de ser fieles a la tradición recibida y a la situación que vivían sus comunidades.

En tercer lugar, los evangelios son testimonios de fe que nos acercan a la persona de Jesús.

En último lugar, los evangelios no son sólo una noticia sobre Jesús, sino la buena noticia de Jesús.

Por eso, es importante preguntarse:
  • ¿qué quiso decir el autor a sus destinatarios? Situarse en la época, en las circunstancias, en los temas tratados y en las comunidades a las que se dirigía
  • ¿qué hizo y dijo Jesús? Conocer los relatos y enseñanzas de Jesús transmitidos por sus testigos oculares, y situar sus palabras y acciones en el contexto cultural, social y religioso de la Palestina del siglo I.
  • ¿qué me dicen hoy a mí? Descubrir el mensaje que tienen para mí, aquí y ahora, pero nunca desde una lectura subjetiva sino teniendo en cuenta cómo ha leído la tradición viva de la Iglesia cada texto.

domingo, 13 de julio de 2025

ISLAS QUE FORMAN UN ARCHIPIÉLAGO

"Sobrellevaos mutuamente con amor, 
esforzándoos en mantener la unidad del Espíritu 
con el vínculo de la paz. 
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, 
como una sola es la esperanza de la vocación 
a la que habéis sido convocados. 
Un Señor, una fe, un bautismo. 
Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, 
actúa por medio de todos y está en todos. 
A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia 
según la medida del don de Cristo" 
(Ef 4,2-7)

Existe una gran diferencia entre ser un grupo y ser una comunidad: los grupos son un conjunto de personas que comparten intereses, actitudes y creencias comunes; las comunidades, además, implican una relación entre las personas y entre los grupos.

Muchas parroquias que están formadas por un cúmulo de personas, de grupos, de realidades diferentes que hacen cosas distintas con buena intención pero, por desgracia, no son comunidad porque no están intercomunicadas ni interconectadas. Establecen instancias autónomas que no buscan "abrirse" a otras, sino permanecer como "islas separadas" en medio de un océano, que viven de la "pesca" individual pero sin compartirla con el resto de las islas, que trabajan con autosuficiencia, siempre dentro de los límites de su "zona costera". En definitiva: "son islotes aislados que no se relacionan".

Sin embargo, todas estas "islas" forman parte de un archipiélago, que es la comunidad cristiana. Tienen un mismo objetivo, forman un "todo" unitario y mantienen una dependencia unas de otras. 
Los primeros cristianos vivían en comunidad, se reunían regularmente, rezaban juntos, se servían unos a otros, se responsabilizaban los unos de los otros y se conocían entre ellos.  Se relacionaban entre ellos y con otras comunidades. Eran "islas" que formaban un "archipiélago" unido e interdependiente en medio de un hostil "océano": el imperio romano.

Soy un firme defensor de los grupos pequeños dentro de las parroquias, de catequesis, de oración, de formación bíblica, de matrimonios, de jóvenes, de evangelización...pero no existe cristianismo sin comunidad ni caridad sin relación, no existe evangelización sin unión ni encuentro con Cristo sin relación con el resto de nuestros prójimos. 

Podemos tener parroquias con muchos grupos y con muchas actividades pero, sin interrelación, sin vínculos entre ellos, no existe una verdadera comunidad de fe.
Por eso, para crear una verdadera y sólida comunidad cristiana que vincule y relacione a los distintos grupos parroquiales se requiere una "CEPA" mediante personas que actúen transversalmente a modo de vínculos entre ellos, a modo de "puentes" entre unas islas y otras. Una "CEPA" formada por:

Celebraciones conjuntas
Es necesario animar a celebrar todos juntos los sacramentos y, sobre todo, asistir a los momentos cumbres del año litúrgico (Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua, etc.) para que todos fortalezcan su sentido de pertenencia a la comunidad. 

Espacios de encuentro y diálogo
Es preciso organizar retiros, convivencias, conferencias, peregrinaciones, eventos, etc. que permitan a los diferentes miembros de la parroquia conocerse y construir relaciones sólidas de amistad y fraternidad.

Participación activa y comprometida
Es vital que invitemos a los todos los miembros de la parroquia a involucrarse y a comprometerse en las distintas actividades: grupos de liturgia, de catequesis, de voluntariado, de música, de oración/adoración, de matrimonios, de jóvenes, de mayores, etc. 

Acogida y cercanía
Es importante acoger a todos los que forman la parroquia con independencia de cuál sea su grupo, edad, situación o realidad personal. En la parroquia todos son "de los nuestros", todos somos hermanos de la misma familia. No podemos ser "hijos mayores" que no se alegran por la llegada de otros "hijos pródigos".

Crear comunidad es el único modo de edificar una parroquia (el archipiélago) formada por grupos unidos y sólidos (las islas) que cumplan con la misión de la Iglesia (el continente) de hacer presente el Reino de Dios en la tierra (la pesca) y cuyo objetivo es caminar juntos al cielo (el destino final).


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sábado, 12 de julio de 2025

300 PROFECÍAS MESIÁNICAS CUMPLIDAS EN CRISTO

"Porque tanto amó Dios al mundo, 
que entregó a su Unigénito, 
para que todo el que cree en él no perezca, 
sino que tenga vida eterna" 
(Jn 3,16)
La Biblia nos muestra la historia de la humanidad, su caída y su incapacidad para salvarse a sí misma y, por tanto, la necesidad de un salvador. Nos revela la obra y la intervención de Dios en la historia del hombre para redimirlo: a través de Jesucristo. 

Toda la Escritura habla de Cristo, profetiza su llegada, su identidad y su misión salvífica: 
  • en el Antiguo Testamento encontramos 574 versículos que hacen referencia al Mesías venidero prometido por Dios
  • en el Nuevo Testamento, el cumplimiento en Jesús de al menos 300 profecías, que hablan acerca de su identidad, sus obras, su enseñanza, su misión, su muerte, su resurrección, etc. 
Profecías anunciadas miles de años antes y que proclaman a Jesucristo como el Mesías. He aquí algunas de las más significativas y conocidas:
A pesar de que éstas y muchas otras profecías bíblicas se han cumplido plenamente en la persona de Jesucristo, existen otras que aún están por cumplirse como el juicio final (Ap 20,11-15), su segunda venida o el establecimiento de su Reino eterno (Dn 7,13-14; Mt 24,30-31; Hch 1,11).

En conclusión, el cumplimiento de todas esas profecías mesiánicas no es solo un hecho histórico fehaciente, sino también una prueba irrefutable de que la Biblia es obra de Dios, de que está inspirada por el Espíritu Santo y de que Cristo es el Hijo de Dios. 

Pero además, dan razón a nuestra fe.

lunes, 30 de junio de 2025

"PARROQUIAS QUE VAN BIEN"...PERO ¿HACIA DÓNDE ?

"Medita estas cosas y permanece en ellas,
para que todos vean cómo progresas.
Sé constante en estas cosas,
pues haciendo esto te salvarás a ti mismo
y a los que te escuchan.
Si alguno no cuida de los suyos
y, sobre todo, de los de su casa,
ha renegado de la fe
y es peor que uno que no cree"
(1Tim 4,15-16; 5,8)

Sin duda, hoy, en la Iglesia se da una gran paradoja: mientras existen parroquias cerradas, vacías o en clara decadencia, con pocas eucaristías y menos confesiones, con algunos "ascendentes" y con pocos "descendientes", sin alegría, sin celo evangelizador, sin "alma"... existen otras que "van bien", que tienen muchos fieles, muchos grupos, mucha actividad, "mucha vida", pero....¿hacia dónde van? ¿pecamos por defecto o por exceso?

A menudo me planteo si estas parroquias "en ebullición" no se habrán convertido en un conglomerado de grupos o de clubes sociales donde se consume tiempo y espacio espiritual pero donde existe escasa coherencia, interrelación o empatía entre unos y otros.

Más que comunidades cristianas que caminan en unidad y hacia el mismo destino, parecen comportarse como células aisladas o tribus independientes que "hacen la guerra por su cuenta", pero... ¿qué "guerra"?

Estas parroquias ofrecen distintas estrategias y caminos en los que los "conversos" se "reconvierten" (valga la redundancia) en meros consumidores espirituales que suponen resultados cuantitativos para el grupo, que no cualitativos.
La parroquia no puede ser una empresa que subcontrate servicios, ni que franquicie experiencias "a la carta", ni tampoco que alquile "espacios" ni que esté formada por sedes parlamentarios (otrora, consejos parroquiales) donde cada grupo "habla de su libro", pero no escucha al otro ni se relaciona con él.

La parroquia, o es una comunidad de "perdidos y hallados", de "hijos pródigos que regresan a la casa del Padre" y celebran juntos un banquete, o no es Iglesia; o es un espacio transversal que acompañe, escuche, forme, anime y envíe a sus integrantes, o no es Iglesia.

La parroquia, o es una casa familiar donde se recibe y acoge a todo el que llega, donde se establecen lazos de verdadera amistad y fraternidad, o se convierte en un apartamento turístico donde todos entran y salen, pero donde nadie se conoce, ni se saluda (si no es "de los suyos").

La parroquia, o es un "parador del Reino", un "área de servicio espiritual" donde retomar fuerzas de Dios para volver a salir "a la lucha", o se convierte en un piso de "inqui-okupas" donde todos entran y nadie sale, donde todos se "reúnen" pero nadie se "encuentra", donde todos "consumen" pero nadie "reparte".
Siempre digo que en la Iglesia "hacemos muchas cosas para Dios pero con frecuencia nos olvidamos del Dios de las cosas", porque no somos dóciles a la guía del Espíritu Santo, porque tenemos corazones que continuamente se endurecen y se olvidan de latir, porque somos "duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos" (Hch 7,51).

Por eso, creo que
  • no se trata de "hacer" cosas, sino de "ser" cristos
  • no se trata de "ser" grupo, sino de "hacer" comunidad
  • no se trata de que la parroquia "vaya bien," sino de saber hacia "dónde" va 
  • no se trata de que la parroquia "esté llena" sino de que "todos se comprometan"
Y para ello, es necesario que todos los bautizados, sacerdotes y laicos, rememos al unísono y en la misma dirección, teniendo claro lo que hacemos y por qué lo hacemos.

jueves, 12 de junio de 2025

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ EVANGELIZO?


Desde hace doce años, cuando conocí los cursos Alpha y, después, los retiros de Emaús, estoy comprometido con la evangelización, pero reconozco que hasta hace poco no me había planteado el por qué y el para qué de lo que hago.

Fue en una conferencia de una misionera de la caridad de santa Teresa de Calcuta, hermana de un buen amigo de fe, cuando escuché algo que quedó grabado en mi corazón: "todos y cada uno de nosotros tenemos una 'cuota' de almas para llevar al cielo"

Hasta entonces, servía a Dios y al prójimo en la certeza de que es la vocación a la que estamos llamados los cristianos y así lo sentía en mi corazón, pero no me planteaba las razones por las que evangelizaba ni tampoco esa "cuota" de la que soy responsable.

Esta "cuota de almas" está en función de las capacidades que Dios nos ha dado a cada uno y que nos enseña en la parábola de los talentos de Mt 25,14-30 y Lc 19,11-27. Una "cuota" diferente en cada uno de nosotros y que debemos descubrir.

En Emaús tenemos muy interiorizada una oración del cardenal Verdier en la que le pedimos al Espíritu Santo guía para saber lo que debemos pensar y decir, cómo debemos decirlo, lo que debemos callar, cómo debemos actuar y lo que debemos hacer...para la gloria de Dios, bien de las almas y mi propia santificación".

Pero ocurre que, a veces, sin meditarlo mucho, nos dedicamos a hacer cosas para Dios sin tener claro cuál es el objetivo o las razones por las que el Espíritu Santo nos ha guía en la gran tarea evangelizadora. Y en la medida en que uno adquiere ese conocimiento, es capaz de discernir y orientar mejor su vida al cumplimiento de la voluntad de Dios.

Y así, a través de la oración, el Señor nos interpela para que nos preguntemos: ¿evangelizo por una satisfacción personal, o lo hago porque siento la necesidad de llevar almas al cielo? Realmente, ¿tengo una actitud dócil al Espíritu Santo, dulce huésped del alma y protagonista principal de la evangelización, o me creo el protagonista de una tarea que realizo de manera casi automática? ¿Tengo un interés genuino por las almas o sólo "hago cosas" porque es lo que debo hacer? ¿todo lo que hago es para gloria de Dios o para gloria mía?

Ocurre que quizás vemos el "más allá" como algo lejano y obviamos que, si no tenemos muy presente nuestro destino eterno en el cielo, la evangelización no tiene sentido. Y es que muchas veces, aunque pensemos estar sirviendo a Dios, los afanes cotidianos y nuestros orgullos protagonistas (que no celo misionero), nos impiden alcanzar esa trascendencia necesaria para preocuparnos por los bienes eternos y tan sólo nos ocupamos de los aspectos terrenales y presentes, es decir, del "aquí y ahora", o del "yo y mi circunstancia".

Dice san Pablo que "Dios, nuestro Salvador, quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (cf. 1Tim 2,3-4) pero también  el propio Jesús nos dice" No todo el que me dice 'Señor, Señor' entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mt 7,21).

Por tanto, sabiendo que la voluntad de Dios es la salvación de todos hombres, nuestra misión (la mía), en palabras de Jesús, es cumplir su voluntad. Entonces, ¿Cómo cumplo yo la voluntad de Dios? ¿Tengo yo también ese celo divino para que todos los hombres se salven o pongo excepciones y excusas? ¿Mi celo depende de mis talentos con los que actúo, o de mi fragilidad, en la que el Espíritu Santo actúa?

Y otra vez, san Pablo, el gran ejemplo evangelizador, vuelve a interpelarme con su propia experiencia: "Te basta mi gracia: la fuerza se realiza en la debilidad. Así que muy a gusto me glorío de mis debilidades, para que resida en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo contento en medio de las debilidades, los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte" (1Cor 12,9-10).

Evangelizar significa aceptar mis propias debilidades y limitaciones para que Dios actúe a través mío. 

Cumplir Su voluntad y tener celo por las almas es el resultado de abrazar mi propia fragilidad, mi debilidad, las dificultades e incluso las persecuciones en la certeza de que Dios está a mi lado. 

Sólo así puedo ser capaz de servir, es decir, sólo dejándome "actuar" por el Espíritu, puedo alcanzar ese celo por las almas, configurarme a  Cristo y, en definitiva, amar verdaderamente a Dios y al prójimo.

Entonces...¿Cuál es mi "cuota de almas"? ¿Cuál es mi verdadero celo por las almas?

martes, 3 de junio de 2025

¿EMAÚS PARA SACERDOTES?

 
"Dios no hace acepción de personas, 
sino que acepta al que lo teme y practica la justicia" 
(Hch 10,34-35; cf. Rm 2,11; cf. Gal 2,6)

No se han hecho esperar... ya han llegado a España los retiros de Emaús para sacerdotes, importados de Colombia por el padre Enrique Martín, superior general de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey y por el padre Javier Siegrist, párroco de Santo Cristo de la Misericordia de Boadilla del Monte.

Honestamente, creo los retiros de Emaús para sacerdotes desvirtúan la esencia propia de Emaús a pesar de los buenos motivos esgrimidos para realizarlos: fortalecimiento de vínculos, experiencia fraterna, revulsivo afectivo, recuperación del  gozo ministerial...

Los retiros de Emaús no nacieron para fortalecer vínculos (aunque lo hacen) ni para ofrecer una experiencia de fraternidad (aunque lo es) ni un revulsivo afectivo (aunque lo proporcionan) ni para revivir el gozo del servicio/ministerio sacerdotal (aunque lo reviven), sino como una obra de evangelización, de primer anuncio (kerigma) y de conversión ante la crisis de fe existente en la sociedad actual y ante el paulatino alejamiento de creyentes de la Iglesia.

Creo que este interés en hacer retiros de Emaús para sacerdotes parte de un error de concepto a causa de un tópico que se toma como excusa para realizarlos según la vocación a la que cada uno es llamado por Dios: "Emaús es un retiro de laicos para laicos". Es una frase que se repite insistentemente pero que no refleja la verdadera realidad de estos retiros.

Aunque es cierto que está organizado por laicos (también, los retiros de sacerdotes, lo están), no es "de laicos", pues están siempre bajo el auspicio y el acompañamiento de una parroquia y, por tanto, de sacerdotes. 

Tampoco es un retiro "para laicos", puesto que está abierto a todas la personas que deseen asistir (laicos, sacerdotes, vida consagrada). Prueba de ello es que han participado cientos de sacerdotes y de consagrados/as, que se han reencontrado con el amor de Dios y han vivido una experiencia de comunión con el pueblo de Dios.

Creo que es más acertado decir que Emaús es un retiro suscitado y guiado por el Espíritu Santo para toda la Iglesia. Y su mensaje podría resumirse así: "que los que están dentro, salgan y los que están fuera, entren".

Los retiros de Emaús no hacen acepción de personas, ni distinción alguna por su estado espiritual o por su posición social, laboral o vocacional, algo que sí parecen pretender los retiros de Emaús exclusivos para sacerdotes

Los retiros de Emaús tienen una sola diferenciación: por género. Es decir, existen para hombres y para mujeres. Los motivos están más que justificados dada la diferencia emocional, identitaria, psicológica, cognitiva, expresiva o lingüística entre hombres y mujeres, pero que no existe entre laicos y sacerdotes aunque sus realidades sean, ciertamente, diferentes.

Si un laico desea hacer un retiro mixto tiene a su disposición un gran abanico de retiros de silencio, cuaresmales, ignacianos, de Proyecto Amor Conyugal (PAC) o de Effetá. De la misma manera, si un sacerdote o consagrado desea hacer un retiro específicamente para consagrados, tiene también a su disposición retiros de silencio, cuaresmales, formativos, ignacianos, etc.

Pero colocar la etiqueta de "Emaús" (que tanto "vende") con el objetivo de hacer "excepciones" y/o "acepciones" en estos retiros (que son de conversión y anuncio), desvirtúa su esencia, denota una cierta discriminación e insinúa un cierto clericalismo, esa peligrosa tentación eclesial que tanto denunciaba el papa Francisco y que es absolutamente contraria al Espíritu Santo y a la Palabra de Dios.
Si entramos en esta espiral distintiva, no sería descabezado (a la par que irónicamente absurdo) que los obispos comenzasen a reclamar retiros de Emaús exclusivos para el orden episcopal, o que los laicos reclamasen retiros de Emaús en virtud de su posición/condición social/laboral, de su situación existencial o de sus preferencias o gustos: retiros exclusivos para abogados, para políticos, para aficionados al fútbol, para amigos...¿Absurdo, vedad?

Creo que la asistencia de sacerdotes o consagrados a los retiros de Emaús tal y como fueron concebidos desde el principio, no sólo crea vínculos entre ellos y el pueblo de Dios, sino que además los acerca más a las realidades de esta sociedad en la que permanecen un tanto "al margen" y a la que tienen un acceso limitado, a través del sacramento de la confesión.

Además, si lo que estos retiros de sacerdotes pretenden es una renovación personal pero no va acompañada de una renovación pastoral y ministerial del sacerdocio (y, recordemos que Emaús no es formativo), la experiencia se queda (como muchas veces ocurre por desgracia) en un "subidón espiritual" que no es duradero ni plenamente fructífero.

Incluso, este intento de "segregación" de los pastores del rebaño tienen un consecuencia negativa: les hace perder ese "olor a oveja" que tanto mencionaba el papa Francisco. Y los pastores deben estar junto al rebaño, no aparte.
Por otro lado, cuando el apóstol Pedro dice "también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción de una casa espiritual para un sacerdocio santo", no se está refiriendo exclusivamente a los sacerdotes ministeriales sino a todos los creyentes, a todo el "linaje elegido, el sacerdocio real, la nación santa, el pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las proezas del que os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa" (1 P 2,5-9).

Por tanto, las "piedras vivas" de la Nueva Jerusalén no solo están formadas por las vocaciones sacerdotales sino también por las laicales. Pretender apoderarse de la gracia de Dios es tremendamente perjudicial tanto para unos como para otros. 

Es bueno recordar que en el Padrenuestro pedimos "venga a nosotros tu reino", pero no con el objetivo de acapararlo o adueñarnos de él, sino con el propósito de que todo el pueblo de Dios, es decir, todos los bautizados, vivamos en unidad y armonía (en este caso, en forma de retiro). 

Para concluir, sólo dos cosas: dejemos que el Espíritu Santo sea quien guíe a la Iglesia y dejemos a Dios ser Dios. A veces, no empeñamos tanto en personalizar "las cosas de Dios" que olvidamos al "Dios de las cosas".

JHR