¿QUIÉN ES JESÚS?
sábado, 3 de agosto de 2024
MEDITANDO EN CHANCLAS (4): "PAN PARTIDO" PARA LOS DEMÁS
jueves, 22 de febrero de 2024
SENTARSE DETRÁS EN MISA
Quizás haya algunos hábitos que con el tiempo he adquirido y que es bueno revisar. Para empezar, no es lo mejor llegar apurado a la celebración, distraído y con muchas cosas en la cabeza. Procurar llegar a tiempo, tener un ánimo sosegado y tranquilo, apagar el teléfono móvil, me predispone para adoptar una actitud de escucha y acogida del misterio del cual voy a participar.
Desde otra perspectiva, es también importante la atención al modo como me visto. No se trata de buscar aparentar, pero sí recordar la solemnidad del momento y que mi exterior acompañe a mi interior. Nadie va a una boda en pantalón corto o con camiseta.
Además de todo lo dicho, no debo pasar por alto que la Eucaristía es acción de gracias a Dios. La palabra Eucaristía significa precisamente eso: Acción de gracias.
sábado, 5 de agosto de 2023
MEDITANDO EN CHANCLAS (6): ¡QUÉ BUENO ES QUE ESTEMOS AQUÍ!
domingo, 22 de agosto de 2021
¿TAMBIÉN VOSOTROS QUERÉIS MARCHAROS?
Aunque halla visto Sus milagros o incluso reconozca Su divinidad, ocurre que, en ocasiones, no quiero profundizar, no quiero moverme más allá de mis deseos, de mis comodidades o de mis necesidades materiales... y por eso, muchos le abandonamos.
En su estilo directo e impetuoso, Pedro responde por todos nosotros diciendo que no hay otro camino: “¿A quién iremos? ¡Tú sólo tienes palabras de vida eterna!” Aun sin entenderlo todo, Pedro acepta a Jesús y cree en Él. A pesar de todas sus limitaciones, Pedro "cree sin entender", como la Virgen María. Y yo...¿creo aún sin entender?
En la homilía de hoy, escuchaba al sacerdote decir: "Si os ofrecieran una pastilla que os diera la posibilidad de ser inmortales y de ser siempre jóvenes, ¿la rechazaríais?". En efecto, eso es lo que Dios nos ofrece en la Eucaristía, la vida eterna a través de la donación de su propio Hijo. Y yo... ¿me lo creo o lo rechazo?
Jesús me enseña a asimilar a Dios como asimilo la comida que ingiero para crecer y desarrollarme. Se trata de que Dios viva en mí y yo en Dios. Lo que da vida no es celebrar el maná del pasado, sino comer este nuevo pan que es Jesús, su carne y su sangre, participando en la Eucaristía, asimilando su vida, su entrega, su donación. Y yo...¿cargo mi cruz y le sigo?
Jesús me pide creer en Él como Hijo de Dios y enviado por el Padre para rescatarme y liberarme del pecado, para salvarme y darme vida eterna. Pero no basta con creer. Es necesario que asimile e interiorice a Cristo: comer su carne es alimentarme, crecer y desarrollarme en la voluntad de Dios, y beber su sangre es aprender a cargar la cruz y seguirlo.
domingo, 1 de agosto de 2021
MEDITANDO EN CHANCLAS (1): EL PAN DE VIDA
El signo me interpela: ¿Por qué soy cristiano? ¿Reduzco mi fe a una práctica de normas o al cumplimiento de ritos y tradiciones? ¿Busco agradar a Dios o satisfacer mis deseos? ¿Acudo a Dios sólo cuando necesito algo? ¿Utilizo a Dios? ¿Me aprovecho de Él?
Quizás, yo también "murmuro" y pongo objeciones a la Palabra de Dios, y termino negando y rechazando a Cristo porque, en realidad, no quiero aceptar las exigencias que suponen seguir a Jesús. Me basta con "tenerle" para satisfacer mis deseos y mis necesidades.
En la Eucaristía, Cristo nos invita a ir más allá del signo: ¡Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura! (Mateo 6,33) porque ¡No sólo de pan vive el hombre! (Deuteronomio 8,3).
viernes, 18 de septiembre de 2020
CAMINANDO CON JESÚS AL ATARDECER
(Lucas 22,19)
Jesús siempre me ofrece un diálogo tranquilo y pausado donde la meditación profunda de sus palabras me abre paso a la contemplación pausada, sin prisa. Es un momento donde el tiempo se detiene y el espacio desaparece, donde no existe ruido ni agitación. Sólo Él y yo...
Entonces, le invito a mi casa por voluntad propia, se sienta a la mesa eucarística y me susurra "su pregunta", la que me hace todos los días: ¿te he dicho alguna vez que te quiero?
Y lo hace con su única y magistral forma de enseñar, para que se me abran los ojos y le reconozca:
Toma el pan
Lo bendice
Lo parte
Lo entrega
domingo, 2 de febrero de 2020
SESENTA ESTADIOS DE IDA Y DE VUELTA
jueves, 7 de noviembre de 2019
AYER CONOCÍ A UN SANTO
sábado, 17 de agosto de 2019
EL CRECIMIENTO EFICAZ DE LA IGLESIA PRIMITIVA
Tras Pentecostés, las conversiones se producían continuamente y los cristianos aumentaban exponencialmente, llegando a 3.000 bautizados."Y los que acogieron su palabra se bautizaron; y aquel día se agregaron unas tres mil personas." (Hechos 2, 41).
La clave del crecimiento
Discipulado
No dejaban de enseñar y de anunciar la Buena Nueva ni un solo día. Al hacerlo, todos crecían y maduraban espiritualmente. Aquí está la cuestión: anunciamos a Jesús pero no enseñamos acerca de Él. Y sin alimento, no se puede madurar.
Comunidad
Comían juntos y desarrollaban relaciones entre sí. Alababan a Dios y eran bendecidos con su gracia.
Adoración
Los Apóstoles perseveraban en la oración, en el culto y la proclamación de la Palabra.
Servicio
Todo lo tenían en común. No había mendigos ni indigentes. Repartían todo a quienes tenían necesidades.
Evangelización
Los Apóstoles no se quedaban quietos. Iban y evangelizaban por todas las aldeas. Era, en efecto, una "Iglesia en salida".
Si las personas se convertían a la fe en Cristo diariamente, ¡eso significa que la Iglesia veía al menos 365 conversiones al año! Dios bendecía estos grupos haciendo crecer el número de creyentes todos los días.
¿Por qué fue eficaz?
La Iglesia Primitiva fue eficaz porque:- la fundó Jesucristo.
- estaba llena del Espíritu Santo.
- era un estilo de vida de amor y alegría.
- estaba unida y utilizaba los dones de todos.
- vivían la Eucaristía y rezaban a diario.
- se formaban y testificaban con su vida.
- todos eran apóstoles misioneros.
- compartían todo y se ayudaban mutuamente.
- creaban comunidad en grupos.
Y lo hicieron a través de los cinco propósitos de la Iglesia: Adoración, Comunidad, Discipulado, Servicio y Evangelización.
Sólo si aplicamos los cinco propósitos de la Iglesia de forma natural, el crecimiento será automático y exponencial. Sólo si existe amor y alegría entre nosotros, los demás querrán tener lo que nosotros tenemos y unirse a nosotros.
¿Ponemos esos propósitos en marcha en nuestras parroquias? ¿Imitamos el modelo de la Iglesia primitiva para que crezca nuestra Iglesia? ¿Seguimos nosotros hoy escribiendo el libro de los Hechos de los Apóstoles?